Los retos de la paridad legislativa, en la voz de diputadas
Hace tres años, en la 64 Legislatura, se creó una bancada de diputadas que logró avanzar en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, pero el gran pendiente sigue siendo que quienes ocupen estos cargos públicos realmente tengan poder y no sea una simulación para llenar las cuotas de género
Laura IslasEn 2018, la 64 Legislatura de la Cámara de Diputados hizo historia no solo por ser la primera vez que se alcanzaba la paridad de género —con 241 escaños para mujeres, de un total de 500— sino porque legisladoras de los distintos grupos parlamentarios se unieron y crearon su propia bancada para tomar decisiones y no solo cumplir con una cuota.
“En este espacio hablábamos de política, nos poníamos de acuerdo, hacíamos estrategia, nos oponíamos a retrocesos y creo que, sin duda, fue un ejercicio muy exitoso, porque pudimos avanzar en muchos temas”, dice Martha Tagle, quien fue diputada de Movimiento Ciudadano y una de las principales impulsoras de esta bancada.
Pese a los avances que tuvo la 64 Legislatura en el tema de la paridad, una de las grandes críticas fue que las diputadas no tenían tanto poder como sus pares hombres
Sin embargo, la exlegisladora dice que, aunque no se formó la bancada como hubieran querido —con la participación de todas—, sí fueron un grupo muy importante en el que había representantes de todos los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados e incluso de quienes la llegaron a presidir, como la panista Laura Rojas y la priista Dulce María Sauri.
“Yo decía que era nuestra Junta de Coordinación Política (Jucopo) de las mujeres, así como los hombres tienen su Jucopo, nosotras teníamos la nuestra porque entendemos que el papel de la comisión de igualdad es uno, dictaminar y hacer el proceso legislativo”, menciona.
Entre los temas en los que lograron avances se encuentran el reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar, la aprobación de la reforma paridad en todo, la tipificación de la violencia política; pero también enfrentaron retrocesos como el que no se lograra la homologación nacional del tipo penal del feminicidio, una deuda pendiente en un país donde cada día se cometen 10 de estos asesinatos.
Además, a través de la fuerza de la bancada se logró que las mujeres encabezaran comisiones consideradas importantes y presidieran discusiones relevantes, algo que no se ha replicado en la actual Legislatura, pese a que el número de diputadas aumentó.
“Desafortunadamente no vemos eso en la nueva Legislatura a pesar de que ya se hizo un grupo similar, seguimos sin ver esa articulación y nosotras por nuestro lado seguimos comunicadas en el grupo de trabajo por la igualdad sustantiva, seguimos articuladas, comunicándonos, mandándoles información para enviarla a nuestros grupos parlamentarios porque creemos que trabajar unidas es la única vía para hacer que la agenda de la igualdad avance”, señala Tagle.
Los obstáculos
Lorena Villavicencio, quien fue diputada por Morena en la 64 Legislatura, menciona que al principio de ésta, ella y otras legisladoras como Martha Tagle impulsaron la propuesta para constituir una ‘bancada 241’ de diputadas, para ser un factor de decisión fundamental en la Cámara de Diputados y, de manera particular, de la agenda de mujeres y feministas.
“Al ir extendiéndose está idea sonaron las alarmas y los coordinadores agruparon a las diputadas de su bancada para inhibir dicha iniciativa. La intención nuestra era romper las falsas divisiones que imponen las lógicas partidarias y colocar la agenda feminista en el centro del debate parlamentario”
Pese a esos obstáculos, lograron un chat de más de 150 diputadas. Posteriormente, algunas comenzaron a conversar de sus iniciativas y eso generó las condiciones para que se aprobara la propuesta de Laura Rojas, entonces presidenta de la Mesa Directiva, para constituir la Comisión de Igualdad Sustantiva, donde concurrían las legisladoras que encabezaban comisiones importantes y representantes de los grupos parlamentarios involucradas en lograr un pacto de mujeres con una agenda común.
“Ello nos permitió avanzar en iniciativas importantes como la paridad total, violencia política y otras violencias, defender presupuestos de Refugios y el tipo penal feminicidio, tasa cero para productos de gestión menstrual, Sistema Nacional de Cuidados y otras. Fue gracias a esa convicción colectiva de valer nuestra presencia casi paritaria y avanzar en la agenda de mujeres”, menciona Villavicencio.
La falsa paridad
Pese a los avances que tuvo la 64 Legislatura en el tema de la paridad, una de las grandes críticas fue que, a pesar del cargo que tenían, las diputadas no tenían tanto poder como sus pares hombres.
“El gran pendiente de la paridad es que las mujeres no solamente lleguemos al poder, sino tengamos poder y desafortunadamente todavía las mujeres que están en el poder no tienen el poder, en el caso del gabinete, el que tiene la última palabra es el Presidente; en el caso de la Cámara de Diputados, son los coordinadores o grupos parlamentarios; y así en cada uno de los espacios”
Lorena Villavicencio dice que ve con preocupación que en la actual Cámara de Diputados han perdido músculo las diputadas para defender lo logrado en la Legislatura anterior, como las presidencias en comisiones importantes, de la Jucopo y la Mesa Directiva.
“Así como impulso para legislar los grandes temas pendientes como el Sistema Nacional de Cuidados, acabar con las brechas salariales, garantizar el acceso al Sistema de Seguridad Social a las trabajadoras de la economía informal garantizándoles una guardería para sus hijos e hijas y una pensión, además de un servicio adecuado de Salud”, añade.
La exdiputada menciona que es evidente que, aunque muchas de las actuales diputadas se beneficiaron de la reforma ‘Paridad en todo’, no tienen un compromiso con el movimiento feminista, por lo que algunas conformaron el colectivo Rebeldes con Causa y están por presentar algunas iniciativas en las próximas fechas.
