El mensaje es cada día mas directo: “Dr. Mancera, usted es abogado, sabe que desistiéndose de la acción penal nuestros hijos serán liberados”, sostiene en una cartulina una madre de familia de uno de los 14 presos por los disturbios del 1 de diciembre.
La resistencia juvenil se niega a dejar el tema en el olvido, mucho menos olvidarán a sus amigos, familiares o compañeros que continúan en prisión por aquellos hechos del llamado 1DMX.
Hoy mismo 20 de diciembre, la Coordinadora 1 de Diciembre convocó a una marcha que saldrá del Monumento a la Revolución y que tiene como objetivo protestar frente al Gobierno del Distrito Federal (GDF) y pedirle a su titular, Miguel Ángel Mancera, derogue el artículo 362, que a decir de los manifestantes criminaliza la protesta social y a la juventud.
Para Mancera, las 14 personas que aún siguen en prisión se han convertido en sus “presos incómodos”, dado que las marchas, protestas, y hasta bailes en apoyo a ellos, se realizan casi todos los días, ya sea sobre avenida Reforma, desde universidades, afuera del Reclusorio Norte y Santa Martha, o incluso frente a las oficinas centrales del gobierno capitalino.
Es urgente desactivar el conflicto, pues la amenaza de los jóvenes también es clara: “Peña Nieto, los estudiantes te haremos un sexenio imposible, te lo firmamos y te lo cumplimos”, reza uno de los mensajes con gran difusión entre las comunidades con activismo.
Pero aunque la advertencia es para Enrique Peña Nieto, la sede de estas protestas sigue siendo el Distrito Federal, pues aquí están esos presos.
Cada movilización que los amigos y familiares de los 14 presos llevan a cabo en la Ciudad de México tiene alto grado de riesgo, dado el roce que inevitablemente se da entre estos y los policías preventivos o granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) asignados al control y vigilancia de las protestas.
Ambos protagonistas manifiestan rencor mutuo a partir de los hechos del 1 de diciembre. Los familiares y amigos de los presos acusan a los granaderos y demás cuerpos policiacos de encabezar las detenciones arbitrarias, golpes y torturas a los suyos.
Por otro lado, la fuerza pública también fue agredida por los responsables de los disturbios y no ve con buenos ojos las acusaciones en su contra.
Y aunque la exigencia es para liberar a los presos del 1DMX, recientemente el clamor se centra especialmente en torno a Rita Emilia Neri Moctezuma, la única mujer que se mantiene en la cárcel por los disturbios de aquel día y quien presumen, es la sobrina-nieta del luchador social Othón Salazar Ramírez, líder del Movimiento Revolucionario del Magisterio, allá por los años 50.
El vínculo le da otro tinte al problema que tiene en sus manos Miguel Ángel Mancera, por eso es que personalmente, y de la mano del procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, y del presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), Édgar Elías Azar, buscan cómo darle salida a lo que se ha convertido en la primera piedra en el zapato del jefe de Gobierno.