De acuerdo con la investigación Pandora Papers realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) cientos de personajes entre líderes de Estado, tanto actuales como del pasado, empresarios multimillonarios y funcionarios de al menos cien países utilizaron sociedades “offshore” para ocultar sus fortunas y no pagar impuestos.
A través de de dicho método se habrían evadido más de 32 billones de dólares según los informes realizados por el ICIJ, continuando con la máxima de las personas más ricas del mundo: “entre más tienen, menos impuestos pagan”.
La investigación publicada esta semana en los Pandora Papers, apenas es la punta del iceberg y el escándalo más reciente de una serie de filtraciones que evidencian la evasión fiscal en todos los rincones del mundo, delito que la mayoría de las veces queda en la impunidad.
Antes de esta filtración, en 2016 se dieron a conocer más de once millones de documentos de la firma de abogados Mossack Fonseca, la cual registraba en paraísos fiscales empresas “offshore” para la evasión de impuestos. El escándalo fue conocido como Panama Papers.
Después de sacar a la luz los millones de documentos, la primera gran víctima de los Panama Papers fue el primer ministro de Islandia, Sigmmundur Gunnlaugsson, quien tuvo que renunciar inmediatamente a su encargo tras revelarse que él y su esposa poseían una compañía “offshore” que no habían declarado ante el Parlamento.
En contraparte, el presidente ruso Vladimir Putin, al igual que en los Pandora Papers, negó los señalamientos, mientras que el entonces primer ministro de Reino Unido, David Cameron, tuvo que admitir su responsabilidad y ofrecer disculpas públicas.
Al respecto, los periodistas que recibieron la filtración y la compartieron al mundo: Bastian Obermayer y Frederik Obermaier, señalaron a la BBC que la filtración ha servido para crear nuevos marcos legales a nivel mundial y para darse cuenta que a través de esos esquemas no solo los ricos evaden impuestos, sino que también sirven para esconder actividades criminales y financiar actividades terroristas.
En total se investigaron alrededor del mundo a más de 6 mil contribuyentes y compañías y en 2018 cerraron, después de 40 años, las oficinas de Mossack Fonseca.
Filtraciones del pasado, Offshore Leaks
Antes de los Panama Papers, el ICIJ dio a conocer los Offshore Leaks, en los que se revelaron los detalles de 130 mil cuentas “offshore” en abril de 2013. Entre los involucrados de evasión fiscal se encontraban la familia del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y del expresidente filipino, Ferdinand Marcos.
En 2014, el ICIJ presentó los Swiss Leaks, a diferencia de la investigación pasada, en esta ocasión se reveló que la evasión fiscal de más de 180 mil millones de euros se realizó con el conocimiento y consentimiento de la multinacional británica HSBC.
Ese mismo año, a través de los Luxemburgo Leaks, el mundo conoció los detalles de las operaciones secretas para evitar impuestos de 343 empresas transnacionales. En la lista de compañías evasoras se encuentran Volkswagen, British American Tobacco, Timberland, General Electric, Pepsi, Ikea, Amazon, Fiat y Apple.
En 2017 la lista se amplió en los Paradise Papers en los que aparecieron los nombres de más de 120 mil personas y empresas que trasladaban su dinero a paraísos fiscales para no pagar impuestos.
La investigación cobró relevancia porque entre los documentos filtrados se encontraban varios referentes a asuntos financieros de la reina Isabel II y el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross.
En México se involucró al entonces líder de la CTM Joaquín Gamboa Pascoe o a Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.
Finalmente en 2019 con los FinCEN Files se conoció la lista de bancos implicados en el lavado de dinero de clientes vinculados con el crimen organizado, narcotráfico y corrupción. Entre los escándalos que se dieron a conocer se encuentran el de las operaciones sospechosas de Odebrecht y transferencias que involucraron a la Federación Mexicana de Futbol, caso que después fue conocido como Fifagate.
También hubo sospechas de lavado de dinero de la compañía israelí de seguridad Rafael Advanced Defense Systems, cuyos servicios fueron contratados por la Policía Federal Mexicana, el PAN y Pemex.