Los nuevos ‘sikarios’ de Tepito
Muchos son oriundos del legendario barrio de Tepito, de la colonia Morelos en el Distrito Federal, que pasó de ser un barrio céntrico a conocerse por su violencia. La mayoría son jóvenes sin trabajo y tienen una gran afición por las armas de fuego. Se hacen llamar “Sikarios” y en grupos de entre 20 y 50 individuos se apoderan de calles y de algunas estaciones del metro en la capital.
Icela Lagunas
Muchos son oriundos del legendario barrio de Tepito, de la colonia Morelos en el Distrito Federal, que pasó de ser un barrio céntrico a conocerse por su violencia. La mayoría son jóvenes sin trabajo y tienen una gran afición por las armas de fuego. Se hacen llamar “Sikarios” y en grupos de entre 20 y 50 individuos se apoderan de calles y de algunas estaciones del metro en la capital.
Ahora que se ha comenzado a hablar de supuestos grupos de autodefensa en Tepito, las autoridades capitalinas han documentado la existencia de un grupo de jóvenes apodados los “Sikarios”, algunos nativos de este lugar, que retan a las fuerzas de seguridad.
Después de terminar la secundaria, miles de jóvenes se incorporan a las filas de los llamados “ninis” que ni estudian ni trabajan. Muchos de ellos, en busca de identidad o pertenencia, conforman las tribus urbanas. En el Distrito Federal subsisten al menos 40 grupos distintos.
Unos van vestidos de negro, con el rostro maquillado en blanco y pintura roja que simula sangre alrededor de la boca. Otros portan pelucas y se disfrazan de super héroes, otros exacerban su fervor por San Judas Tadeo, portan playeras y se tatúan a este santo en la piel.
Pero hay otro grupo, cuya existencia es motivo de estudio para las autoridades, debido a su lenguaje corporal y verbal, su tendencia hacia la violencia, las armas y su aparente desprecio por las mujeres.
Se hacen llamar “Sikarios”, portan playeras negras con dos armas, tipo revólver, que rodean a una guitarra, y hacen de algunas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro su lugar de reunión desde donde lanzan consignas contra los policías y se dicen la única autoridad en sus vidas.
“Dicen que soy sicario, a huevo que soy sicario, dicen que soy la verga, a huevo que soy la verga; dicen que son culeros, a huevo que son culeros; descendientes de guerreros, seguidores de Guevara”, se escucha en una de las múltiples frases que corean en grupo.
Las cámaras de videovigilancia del Metro captan sus actividades cuando se reúnen en las estaciones en grupos de cerca de 100 jóvenes. Aunque la capital alberga a 40 tribus urbanas distintas, destacan los emos, los darks o góticos, los skatos y los rockabillys.
Pero los “sikarios”, en especial, son motivo de análisis, especialmente para el Instituto de la Juventud del Distrito Federal y la Secretaría de Seguridad Pública capitalina.
El canal Youtube es uno de los principales foros en los que exhiben sus actividades y se comunican entre sí, aunque también intercambian mensajes en Facebook.
Al servicio del narco
El fenómeno es preocupante porque con tanto tiempo y tan pocos recursos estos jóvenes se vuelven los reclutas perfectos para la delincuencia, que los contrata como mulas que transportan droga, halcones para el secuestro o los convierte en verdaderos sicarios.
La Secretaría de Educación del Distrito Federal reporta que el grado de escolaridad en la Ciudad de México es de 10.5, lo que quiere decir que apenas terminan la secundaria, los jóvenes dejan los estudios y los que llegan a preparatoria desertan en el primer año.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del 2010, de los 3.8 millones de niños y jóvenes en edad de estudiar, 2.2 asisten a la escuela, y conforme aumenta la edad, disminuye la asistencia escolar.
Así las cosas, entre los 3 y 5 años, el porcentaje que acude a la escuela en el Distrito Federal es de 62 por ciento; de 6 a 9 años, 92.9 por ciento; de 12 a 14 años, 95.2 por ciento.
A partir de que terminan la primaria, empieza la curva en descenso de los jóvenes que dejan los estudios, ya que entre los 15 y 19 años desciende a 69.5 por ciento; de 20 a 24 baja a un 35 por ciento y de 25 a 29 años, tan sólo un 12 por ciento.
Por eso es que además de Prepa Sí, el programa de apoyo a jóvenes estudiantes del Gobierno del Distrito Federal (GDF), esta masa que va entre los 12 y 25 años, que vive sin estudiar ni trabajar, es un reto para la nueva administración.
Estos son los jóvenes “Sikarios” que retan a través de sus canciones a la policía y a cualquier tipo de autoridad que intente frenarlos, son presa fácil para el crimen organizado que recluta en sus filas a quienes conocen cómo funciona y opera el barrio de Tepito.
Pero más allá de la letra de sus canciones, los jóvenes, ante la falta de escuela y trabajo, se alquilan para servir como halcones a los grupos delictivos que operan en Tepito, a quienes alertan cuando las autoridades federales pretenden aplicar operativos antipiratería o narco en las calles del barrio.
También por su presencia en las calles, los jóvenes dan cuenta de los números de las patrullas que habitualmente vigilan el barrio e incluso los nombres de los uniformados adscritos a la zona.
En la Red
Los videos de los “Sikarios”