En el Barrio de Tepito, los jóvenes están desapareciendo. Después de varios días sus cuerpos vuelven a ser visibles, son encontrados muertos en la Ciudad de México.
La alerta del Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) de Oscar Fregoso Carmona fue emitida el pasado 9 de mayo, la última vez que se le vio fue en el barrio vecino, en la colonia 20 de noviembre.
Los habitantes de Tepito lo buscan, comparten su foto, temen que sea uno más de la lista de embolsados y cuerpos abandonados en la calle que aparecen en la Colonia Morelos.
El 15 de febrero pasado uno de estos jóvenes fue encontrado muerto entre los puestos metálicos ubicados en Fray Bartolomé de las Casas y la calle Toltecas.
Diez días después, otro cadáver fue encontrado en la calle de Matamoros, entre Tenochtitlan y Jesús Carranza, en la colonia Morelos.
Junto a algunos cuerpos son encontrados mensajes de venganzas, advertencias y firmas de criminales que se adjudican los crímenes.
El más repetido es el de “Huguito”, un supuesto sicario de La U bajo las órdenes de Roberto Moyados, alias “El Betito”, líder de dicha organización.
Autoridades y habitantes del barrio temen un reajuste en la organización a partir de la captura en el Estado de México de Ricardo López Castillo, alias “El Moco”, uno de los líderes fundadores de esa organización y que en 2013 protagonizó la desaparición de más de una docena de jóvenes de Tepito que se reunieron en el bar After Heaven.
En el mercado de Tepito y en La Lagunilla, estos jóvenes sirven de emisarios para ir a cobrar cuotas a los comerciantes en nombre de La Unión.
Los domingos, por ejemplo, es común que pequeños grupos levanten la voz y pidan “cooperaciones voluntarias” para la seguridad que corre a cargo de La Unión.
Muchos son imitadores que explotan la inseguridad del barrio y del tianguis para adjudicarse atribuciones y cargos que no tienen dentro de ese grupo delictivo, pero les funciona, explica el mando entrevistado.
Estos grupos de jóvenes son manejados por los líderes que dirigen las riendas de las bandas, entre ellos Roberto Moyado, alias “El Betito”, quien es uno de los más buscados por las autoridades de la Procuraduría General de Justicia capitalina y la Secretaría de Seguridad Pública.
Un día antes de la desaparición de Oscar Fragoso se reportó la desaparición de otro joven del barrio, Aiton Sánchez González, de apenas 15 años de edad.
Las desapariciones y ejecuciones en Tepito parecen no tener fin, la abultada cifra de crímenes parece no estar en el radar.