Los grandes faltantes de los derechos menstruales
Baños limpios, agua y jabón son de las carencias más básicas en espacios públicos, lo que dificulta a las personas menstruantes poder atender sus necesidades adecuadamente
Elizabeth González-ManriqueLa conquista de derechos menstruales plenos cuenta con aliados en la sociedad civil y organismos internacionales, sin embargo, la falta de apoyo y seguimiento por parte de quienes detentan el poder, no hacen posible que sean una realidad.
Los problemas de salud derivados de la menstruación, así como los referentes a infraestructura y servicios, deben resolverse desde el gobierno.
Los resultados de la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual señalan que 15 por ciento de quienes menstrúan no cuentan con los servicios e infraestructura básica para gestionar su periodo.
El trabajo de legisladoras como Verónica Delgadillo, senadora por Jalisco de Movimiento Ciudadano, impulsa la agenda referente a los derechos menstruales en la Cámara Alta.
Delgadillo lanzó una serie de iniciativas en torno a la menstruación que aún no se han discutido y que podrían marcar la diferencia en caso de ser aprobadas, como la incapacidad por padecimientos asociados a este proceso, la educación al respecto desde las escuelas y la gratuidad de productos sanitarios.
En otra de sus mociones, la legisladora propone un servicio menstrual gratuito, que apoye a las mujeres y personas menstruantes de manera terapéutica.
“Una de las cosas que estamos buscando es que haya un servicio de salud menstrual. Si tuviéramos información adecuada sabríamos que la menstruación es el quinto signo de salud, así como el pulso y demás.
“Y queremos que quienes lo necesiten puedan ir y solicitar estas consultas en torno a la menstruación y recibir la información que requieren”, explica la senadora a Reporte Índigo.
De acuerdo con la Encuesta de Gestión Menstrual, 33 por ciento de quienes menstrúan no tienen su periodo de manera regular, lo que podría ser un signo de alguna otra afección. El mismo sondeo establece que 6 de cada 10, no buscan medicamentos o tratamientos ante sus dolencias asociadas al ciclo menstrual.
“Yo solo quiero aportar como dato que un cólico intenso es equivalente a ciertos tipos de infartos, así que las personas que menstruamos estamos acostumbradas a vivir con dolor y normalizarlo. Por eso buscamos una licencia o permiso menstrual”, comenta Delgadillo.
La legisladora adelanta que de la mano de la antropóloga Isis Tijaro y en conjunto con Menstruación Digna México, desde el Senado se impulsa la creación de una ley de derechos menstruales que permita, entre otras cosas, eliminar el lenguaje libre de estigmas y ahondar en este tema hasta que todas las necesidades al respecto sean cubiertas.
El porcentaje de personas que menstrúan que no cuentan con la infraestructura para gestionar su periodo en el trabajo o la escuela asciende al 15 por ciento. Según la encuesta aplicada por Parametría, el papel higiénico y el jabón son dos de los productos más escasos en centros laborales y educativos.
Alejandra, mujer trabajadora que vive en la Ciudad de México, relata cómo vive estas carencias en espacios públicos.
“Eso de los baños es muy común, en el espacio que sea, pues fue algo que me sucedió cuando iba a la escuela, en distintos trabajos y hasta en el súper. Cualquier baño al que quiero entrar está sucio, sin agua, sin papel y además cuenta con poco espacio y una tiene que maniobrar para limpiarse y cambiar de producto o, por ejemplo, vaciar la copa, en caso de que eso sea lo que uses”, relata.
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