Los gatitos que buscan que los más ricos paguen más impuestos que los más pobres

Una página de memes con fotos de gatitos que busca derribar los mitos que legitiman la desigualdad en la sociedad impulsa una iniciativa para modificar la Constitución y que la recaudación de impuestos sea progresiva, es decir, que paguen más los que más ganan.

La adopción de un par de gatitos y la necesidad de difundir investigaciones sobre la desigualdad que impera en el país fueron los ingredientes que involuntariamente dieron lugar a ‘Gatitos Contra la Desigualdad’, un proyecto de difusión en redes sociales que ahora impulsa una reforma al artículo 31 de la Carta Magna para estipular la progresividad tributaria.

De acuerdo con la iniciativa, el concepto implica que las personas o empresas que tengan una mayor capacidad económica deberán pagar un porcentaje mayor de impuestos y menor será la proporción de dinero público que se les destine en forma de bienes y servicios públicos o transferencias gubernamentales.

“La batalla ahora va a ser buscar una reforma constitucional para agregar la palabra progresividad, creo que es difícil que los partidos políticos digan que no, uno creería que todas las organizaciones estarían de acuerdo con una recaudación que impacte más a los más ricos y menos a los más pobres”, comenta Máximo Jaramillo, creador de Gatitos Contra la Desigualdad en entrevista para Reporte Índigo.

Bajo el lema de ‘deconstruir la legitimidad de la meritocracia, patriarcado y otros’, los gatitos visibilizan la desigualdad económica que existe en el país y sus efectos, como el hecho de que los contribuyentes con ingresos por arriba de los 500 millones de pesos anuales apenas representaron el 0.03 por ciento de la recaudación total de impuestos en 2021, de acuerdo a Oxfam México.

Incluso a nivel regional, México destaca por su bajo nivel de recaudación tributaria, ya que solo logra cobrar un monto similar al 17 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, monto por debajo del promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero también menor a lo que países como El Salvador, Bolivia o Belice recaudan.

“Lo que queremos hacer es darle difusión al tema y construir un apoyo popular a esta iniciativa y, que incluso quien se quiera negar a apoyarla, en términos de legisladores, tenga un costo político al rehusarse a que sea progresiva la recaudación en México”, advierte Jaramillo.

La propuesta de modificación constitucional presentada por diputadas y diputados de la bancada de Morena e impulsada por diversas organizaciones civiles, se publicó en la gaceta parlamentaria de la Cámara de Diputados hace poco más de un mes y fue turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales para su discusión, de aprobarse, pasará al pleno para su votación.

Sin embargo, tanto las redes sociales de Gatitos Contra la Desigualdad como integrantes del grupo que propone la reforma, han sido víctimas de acoso digital luego de dar a conocer la propuesta.

El más célebre de los ataques fue el de Ricardo Salinas Pliego, considerado el tercer hombre más rico de México según Forbes, al ridiculizar la iniciativa, cuestión a la que los mininos respondieron con un: ¡Paga tus impuestos, Ricardo!

 No pagan lo que tienen que pagar

Las finanzas públicas del país se encuentran en un constante riesgo de insostenibilidad y la insuficiencia tributaria es uno de los factores que incide para que esto suceda, considera Alejandra Macías.

La directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), considera que propuestas como la que difunde Gatitos Contra la Desigualdad incentivan la justicia vertical de un sistema fiscal, dicho en otras palabras, que cada quien pague de acuerdo a sus posibilidades.

Sin embargo, la especialista también apunta a que los graves problemas de evasión y elusión de impuestos en México por parte de toda la base gravable, así como la alta informalidad son factores clave para que exista una insuficiencia de recursos tributarios.

Además, considera que iniciativas como la reforma al artículo 31 deben venir acompañadas de análisis exhaustivos que procuren no solo una mayor obtención de recursos tributarios, sino escalar incluso a una eficiencia en el gasto, ya que no se trata de recaudar para seguir gastando igual, sino de beneficiar a la sociedad y hacerle frente de manera inteligente a la capacidad que tienen las personas con mayor poder económico en el país para burlar la ley.

“Lamentablemente ese grupo de personas en la sociedad tiene los elementos para poder crear los caminos legales para pagar menos impuestos; tienes que considerar cuánto vas a poder recaudar por un impuesto a los super ricos y cómo lo vas a implementar, ahí está el reto”, expone la directora del CIEP.

Existe una urgencia por proyectos e iniciativas que procuren aumentar la recaudación, mejorar el gasto y fortalecer las finanzas públicas del país, de lo contrario la deuda pública crecerá, sobre todo en un escenario donde el aspecto fiscal del país no pasa por su mejor momento.

“Tenemos un nivel de ingresos bajo, tenemos compromisos de gasto altos y eso a mediano y largo plazo va a provocar que el sistema fiscal mexicano sea insostenible, además tenemos otro problema: el aumento en los últimos años (2022 y 2023) en el costo de la deuda por el alza en las tasas de interés que hemos visto a nivel global”, alerta Padilla.

Consigna mundial

La consigna de que los más ricos paguen impuestos más elevados ha tomado fuerza en diversas latitudes del mundo justo en un periodo sin precedentes de desigualdad económica y social, pero también de concentración de la riqueza en pocas manos.

La idea de la progresividad tributaria se ha extendido como una manifestación que concentra la esperanza de poder revertir los estragos de años de desigualdad extrema y de un enriquecimiento drástico de los que ya eran muy ricos.

“Más que un movimiento yo lo llamaría una consigna compartida, cada vez más popularizada y abrazada por más personas y movimientos, porque al final es un hilo conductor ligado a un mundo menos desigual y con una mejor redistribución de los recursos”, señala Diego Merla, coordinador de justicia fiscal en Oxfam México.

El especialista en la materia considera que tanto la lucha por los derechos de la mujer como la defensa del medio ambiente, así como otras causas sociales, encontraron un punto de convergencia en la exigencia de que las fortunas que se han consolidado al amparo de la explotación y la evasión del pago de impuestos, retribuyan a la sociedad con algo de lo que la han privado anteriormente.

La desigualdad económica se magnificó a niveles sin precedentes durante la pandemia, ya que por cada 100 dólares de nueva riqueza generados en la economía mundial entre diciembre de 2019 y diciembre de 2021, un total de 63 fueron a parar a manos del uno por ciento más rico de la población y 10 dólares se distribuyeron entre el 90 por ciento más pobre, de acuerdo al informe ‘La ley del más rico’, de Oxfam.

Por lo tanto, no es extraño que en países donde la desigualdad ha sido mas pronunciada, como Estados Unidos o Reino Unido, se exija que las personas más acaudaladas paguen más impuestos.

“La necesidad de más recursos públicos se da justo en un momento donde los efectos del cambio climático se hacen sentir de manera profunda a manera de incendios, inundaciones y oleadas de calor que registran temperaturas históricas y en un periodo donde, por primera vez en 25 años, la pobreza extrema global ha vuelto a crecer”, explica el Banco Mundial.

Por su parte, Diego Merla, dice que “hay cada vez más dinero acumulado en menos manos, lo que lleva a que existan más desigualdades ¿cómo resolvemos las desigualdades? Pues redistribuyendo la riqueza ¿cómo redistribuimos la riqueza? Pues cobrándole más impuestos a quien más acumula riqueza”.

En la mira de los gatitos

Las cinco personas más acaudaladas de México son hombres blancos que se desempeñan en los sectores de la comunicación, minería, finanzas y alimentos; entre ellos, acumulan una fortuna de 145 mil 139 millones de dólares.

La Lista de Millonarios de Forbes 2023, una publicación anual que se ha convertido en el escaparate de las mega fortunas mundiales, apunta a Carlos Slim Helú, de 84 años, como el hombre más rico de México y, el octavo del mundo, al contar con una fortuna de 93 mil millones de dólares.

Slim construyó su imperio en el sector de las telecomunicaciones a través de su empresa más importante: América Móvil.

Sin embargo, su negocio se ha diversificado hasta abarcar sectores como la construcción, el retail y la energía.

En el segundo puesto de la lista Forbes se encuentra Germán Larrea, de 69 años, que con sus negocios en el sector de la minería, transporte, infraestructura y entretenimiento ha logrado amasar una fortuna de 26 mil 600 millones de dólares.

El capital de Larrea para este año es 14 por ciento menor a la que se calculó en 2022 debido a la caída en el precio de minerales y menores niveles de producción.

Uno de los planes de Grupo México, el consorcio de Larrea, era entrar al negocio de la banca a través de la compra de Banamex, sin embargo las negociaciones se suspendieron en mayo de este año y Citigroup anunció que vendería Banamex a través de una Oferta Pública Inicial (OPI).

En tercer lugar se encuentra uno de los detractores de la propuesta de aplicar la progresividad tributaria: Ricardo Salinas Pliego, de 67 años, quien cuenta con negocios en los sectores de la banca, el retail, el entretenimiento y las telecomunicaciones.

La fortuna de Salinas Pliego ascendió a 10 mil 900 millones de dólares en 2023, lo que representó un descenso de 12.4 por ciento en comparación con el año anterior.

En la cuarta posición de este listado está situada la familia Servitje Montull con una fortuna de siete mil 739 millones de dólares, una variación positiva de 43.3 por ciento más de lo que tenían en 2022.

Los Servitje Montull son dueños del grupo panificador Bimbo que durante 2022 registró ventas récord con hasta 398 mil 706 millones de pesos, en este mismo los costos de los alimentos se disparó debido a la inflación histórica que se registró en el país. La empresa de alimentos es encabezada por Daniel Servitje.

En la última posición del Top 5 de millonarios en México se posiciona la familia Baillères, con una fortuna de seis mil 900 millones de dólares gracias a los negocios que tienen en los sectores de la minería, retail, seguros, pensiones y bebidas.

Los empresarios millonarios no son figuras que inspiren confianza a los mexicanos, de hecho, 45 por ciento de la población cree que son responsables de problemas sociales como la falta de empleo, la contaminación, la desigualdad y la crisis económica, de acuerdo a la Encuesta de Percepción del Empresariado y el Capitalismo (EPEC).