Los excesos de los González Reséndiz
Es difícil encontrar una buena opinión en Puerto Vallarta sobre la familia González Reséndiz.
La deuda de más de tres mil millones de pesos que dejó el ex alcalde Salvador González Resendiz es histórica en el municipio.
Empleados del Ayuntamiento de Puerto Vallarta sufren de la escasez de recursos.
Las instalaciones de la presidencia y el equipo de computo, según el documento de entrega-recepción que presentó el nuevo alcalde, están en condiciones precarias.
Y es que nunca se renovó nada. Tampoco se invirtió lo básico en mantenimiento.
Ángel Plascencia
Es difícil encontrar una buena opinión en Puerto Vallarta sobre la familia González Reséndiz.
La deuda de más de tres mil millones de pesos que dejó el ex alcalde Salvador González Resendiz es histórica en el municipio.
Empleados del Ayuntamiento de Puerto Vallarta sufren de la escasez de recursos.
Las instalaciones de la presidencia y el equipo de computo, según el documento de entrega-recepción que presentó el nuevo alcalde, están en condiciones precarias.
Y es que nunca se renovó nada. Tampoco se invirtió lo básico en mantenimiento.
Pero los permisos para construcción y bares estuvieron a la orden del día.
Aunque de esos cientos de miles de pesos obtenidos por las licencias, las arcas del Ayuntamiento de Puerto Vallarta nunca se vieron beneficiadas.
Salvador González, el que suena como próximo secretario de Turismo, podría enfrentar problemas con la ley de fincarse responsabilidades en su contra por un presunto desvío de recursos.
Dinero que en tiempos de campaña puedo beneficiar al gobernador electo Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y a otros priistas locales.
Por eso ahora las cámaras de comercio de la ciudad costeña buscan “sacar a Puerto Vallarta del bache” en el que se encuentra.
Porque a pesar del turismo nacional e internacional, las calles están en una situación deplorable.
Según el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Puerto Vallarta (CANACO) José Martín Puebla Ontiveros donde más recauda el municipio es “en el pago del predial y la gente dejó de pagar el predial porque veía las calles en el estado en que están.
“Estamos implementando la CANIRAC, CANACO y la asociación civil Transparencia Vallarta un proyecto nuevo que se llama ‘Saquemos a Vallarta del bache’ (…) lo que estás viendo de rehabilitación de calles es por la iniciativa privada. El Ayuntamiento está poniendo la mano de obra”.
Puebla Ontiveros pide al nuevo alcalde que a cambio de esta ayuda de la iniciativa privada finque responsabilidades, “que diga quiénes son los culpables de este defalco que ha tenido Puerto Vallarta”.
Los presidentes de las cámaras empresariales denunciaron también la entrega de más de 200 permisos en fast track para bares en el municipio vallartense.
Incluso consiguieron un amparo para efectos de que no se dieran esas nuevas licencias.
Y es que aseguran que actualmente existe una sobreoferta de servicios de este tipo, y los nuevos permisos serían utilizados por revendedores.
Por eso ahora muchos bares en el puerto lucen desolados, sin clientela. Y los nuevos negocios “están llegando muertos”.
Por otro lado, el endeudamiento dejó al municipio con serios problemas, no solo financieros, sino también de seguridad.
De las 119 patrullas que tiene menos de 20 funcionan. A algunas hay que pasarles corriente para que enciendan.
Y mientras tanto la familia González Reséndiz goza de los frutos del desfalco de Puerto Vallarta.
Los rumores van desde escandalosas fiestas con los hermanos González Reséndiz, hasta beneficios personales con proyectos como la inhabitable y costosa Unidad Municipal Administrativa (UMA).
Y la administración de Ramón Demetrio Guerrero Martínez no sabe cómo terminarán el año, pues no hay presupuesto.
“Hoy yo necesito 90 millones de pesos para cerrar el año, nada más para pagar los compromisos adquiridos con los que hoy trabajan en el gobierno municipal, donde se debe contemplar el aguinaldo”, indicó el alcalde en entrevista para Reporte Indigo.
A pregunta expresa sobre la dificultad para obtener nuevos recursos por tener un Congreso local mayoritariamente priista y un gobierno estatal entrante del mismo partido, Guerrero Martínez pide que no se partidice la crisis:
“Yo lo que sí estoy pidiendo a todos los actores políticos de la ciudad y a todos los políticos en la esfera estatal y nacional: Puerto Vallarta no es mío, no es de Movimiento Ciudadano, hoy nos toca la responsabilidad de enfrentar el reto de sacar juntos adelante a Puerto Vallarta”.
En medio de este endeudamiento histórico de más de tres mil millones de pesos, la opulencia de la familia vallartense ofende a propios y ajenos.
Rafael González Pimienta, quien fuera presidente del PRI en Guadalajara durante la designación de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz como el candidato al gobierno de Jalisco, tiene un lujoso departamento en el puerto.
Se trata de un predio ubicado en la zona hotelera del norte de Puerto Vallarta.
Y aunque los precios de dichas propiedades van desde los cuatro millones de pesos, el padre del ex alcalde no escatimó y adquirió uno de nueve millones.
Está ubicado al lado del Hilton, donde Sandoval Díaz también tiene el suyo, aunque de menor costo pues es de la mitad del tamaño y su precio puede oscilar entre los cinco y siete millones.
Icon Vallarta es el último gran desarrollo inmobiliario del puerto en dicho sitio, al lado de La Marina, donde viven un gran número de residentes extranjeros.
Es difícil creer que sea simple casualidad que ambos políticos tengan un departamento en el mismo sitio.
Especialmente cuando uno de los nombres más sonados para la Secretaría de Turismo del próximo gobierno es el de Salvador González Reséndiz, uno de los alcaldes más despreciados en la historia del destino turístico internacional.
Por eso al final de esta desastrosa administración, cuando las deudas ahogan a los vallartenses –que por persona deben alrededor de 12 mil pesos– muchos piden que los responsables paguen.
Las cifras del desfalco
El miércoles 31 de octubre el nuevo alcalde de Puerto Vallarta anunció las cifras del desfalco del municipio que administra.
En entrevista con Reporte Indigo Ramón Demetrio Guerrero Martínez señaló que su gobierno “no va a hacer cacería de brujas, pero tampoco va a ser tapadera de nadie”.
Niega que la denuncia pública del endeudamiento que deja González Reséndiz la está haciendo porque busque negociar presupuesto con los priistas, como se maneja al interior del partido tricolor.
“Queremos que todos sepan el grave daño que las administraciones anteriores le causaron a Puerto Vallarta, a Jalisco y a la imagen de todo México”, indicó Guerrero Martínez en el discurso donde dio las cifras de la entrega-recepción del puerto.
En éste indica que hay un endeudamiento por tres mil millones y desglosa:
“Recibimos un parque vehicular de 455 unidades. Sin embargo requieren de un mantenimiento cuyo costo de rehabilitación oscila en la cantidad de 16 millones 790 mil pesos”.
En los tres años de administración de González Reséndiz Vallarta perdió 21 predios equivalentes a más de 29 mil metros cuadrados, entre parques y áreas verdes; “colonias como Las Mojoneras perdió el único predio que tenía para área verde”.
También Guerrero Martínez indicó que en los primeros ocho meses de este año se dieron 3 mil 219 licencias de construcción, un promedio de 401 al mes.
Pero en septiembre se dieron 742, casi el doble de la media mensual. Y nada más en la última semana de septiembre fueron dadas 337 de éstas.
La cifra anterior coincide con lo indicado por el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Puerto Vallarta (CANACO), José Martín Puebla Ontiveros, sobre los permisos para venta de alcohol:
“La administración pasada antes de salir aprobó más de 206 licencias de alcohol dentro de esa (última) sesión que estuvo plagada de irregularidades, inclusive corrupción”.
La seguridad en un mercado
La escasez de recursos pegó a la seguridad del puerto.
Y es que las instalaciones y el equipo de la Secretaría de Seguridad de Puerto Vallarta están en una situación deplorable.
Luego del atentado del ex secretario Roberto Rodríguez Preciado a mediados de octubre, no se ha reforzado la jefatura de policía.
A pesar de que en el ataque se utilizaron armas de alto poder y dos granadas de fragmentación, no existe algún blindaje especial, seguridad adicional en que las instalaciones.
El edificio de la policía era un mercado municipal del poblado Las Huertas de Puerto Vallarta.
Y aunque la jefatura de policía fue reubicada a finales de los 90 en dicho sitio “provisionalmente”, nunca se construyó un nuevo edificio en administraciones posteriores.
El armamento está instalado en uno de los cuartos improvisados. El sitio muestra un terrible deterioro.
Varios archivos de la entrega-recepción están arrumbados en cajas empolvadas en un espacio que sobró luego de la construcción de las oficinas en el segundo piso.
En esta planta, hay corredores hacia oficinas que no tienen paredes ni barandales, por lo que las caídas y accidentes suceden, como relatan algunos servidores públicos.
Las áreas de monitoreo de las cámaras instaladas en el puerto tienen equipo de computo en pésimas condiciones, pues según refieren empleados del sitio el calor de la costa daña más rápido las computadoras.
Y la administración pasada jamás se preocupó en invertir en lo más básico, como el mantenimiento de las patrullas.
Un recorrido por las instalaciones de seguridad de Puerto Vallarta contrasta terriblemente con el lujo de la zona hotelera norte, donde el padre del ex alcalde tiene un departamento de nueve millones de pesos.