[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_cqs5323p” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /]
A más de una semana del terremoto, los esfuerzos en las labores de rescate se concentran en el edificio de la Colonia Roma, donde las autoridades creen aún podría haber personas con vida bajo los escombros.
Pero sobre todo, son los familiares de las víctimas del edificio colapsado el pasado martes 19 de septiembre quienes no han perdido la fe en un solo momento y quienes dan el aliento y la fuerza al grupo de rescatistas que trabajan codo con codo.
A pesar de que ya se cumplen cuatro días sin que se haya rescatado a alguna persona con vida del inmueble, y que ya han transcurrido nueve desde el terremoto, el edificio de Álvaro Obregón 286 se ha convertido en la última esperanza para encontrar a alguien con vida, el último escenario donde se espera el milagro.
Martín Estrada, Ana Laura Méndez Cadena, Jonatan Noé Escamilla Requena, Jorge Sandoval Chávez, Erick Martin Acosta, Sahid Guzmán de Luna, Karen Maciel Flores, Lizzeth Elvira López Zambrano, entre otros, aún podrían ser encontrados y sus familiares están convencidos de ello.
Es por ello que elementos de la Marina, el Ejército Mexicano, Policía Federal, Policía de la ciudad, apoyados por rescatistas españoles, franceses y estadounidenses continúan las labores de búsqueda prácticamente sin pausa.
Ayer aún había alrededor de 30 familias que continuaban en la incertidumbre sobre el destino de sus hijos, primos, hermanos o sobrinos; en algún momento todos se molestan por la falta de información, en algunos casos las lágrimas llegan a asomar, pero nadie desfallece.
Solo los familiares más directos de las personas que aún se encuentran desaparecidas están dentro del área acordonada, en un campamento improvisado a unos 100 metros en línea recta de la construcción colapsada.
Sus rostros reflejan cansancio, angustia y en algunos momentos desesperación, pero nadie habla de bajar los brazos, ni siquiera en voz baja.
Pero no son los únicos, alrededor de las calles circundantes hay más familiares o amigos que aguardan expectantes la escasa información que va surgiendo durante el día. Incluso muchos de los vecinos o la gente que ha seguido con atención el desarrollo de los acontecimientos se interesa por el avance de las tareas de rescate.
Durante las primeras horas del miércoles, las autoridades informaron que en la madrugada habían rescatado tres cuerpos sin vida de entre los escombros, y durante la tarde informaron de la recuperación de uno más.
Hasta el momento la cifra oficial de cuerpos recuperados en el edificio de Álvaro Obregón 286 es de 21, de los cuales 19 ya han sido identificados, y los cuerpos de dos mujeres más están en proceso de identificación.
Aunque no hay una cantidad oficial de víctimas o personas que aún puedan encontrarse bajo los escombros, existen estimaciones de que, al momento del sismo, había al menos 60 personas al interior del inmueble.
Y es precisamente la falta de información concreta por parte de las autoridades una de las cosas que más inquieta a los familiares, pues aunque reconocen que ha habido algunos avances, estos no han sido como ellos esperaban.
“Información buena o mala, estamos listos para todo, pero queremos que esa información sea más congruente”, pidió Edgar Flores, uno de los familiares.
Entre las exigencias de las familias está el respeto por parte de las autoridades a los horarios establecidos para conocer la información, pues aseguran que no se ha cumplido con los mismos; además han pedido que el único interlocutor sea el subsecretario de Derechos Humanos de Segob, Roberto Campa, pues señalan que el vocero nombrado por el gobierno capitalino, Valentín Oñate los ha tratado de forma prepotente.
En las paredes de las casas o negocios cercanos a la zona de desastre hay carteles con los rostros y los datos de personas que laboraban en el edificio y que aún no han sido localizados, cada uno de ellos es una historia que aguarda conclusión.
Ayer por la tarde, familiares confirmaron el fallecimiento de Jaime Aguilera Ramírez fundador de un despacho contable que operaba en el edificio, junto con su esposa María del Pilar Solorio López y su sobrina Carolina Solorio Romero, quienes también se encontraban ahí.
Hay mucho por hacer
Los voluntarios siguen llegando de manera escalonada, pues aunque las tareas de rescate son ahora realizadas por especialistas, aún hay mucho qué hacer: llevar mensajes, servir alimentos, recibir víveres.
Durante la hora de la comida, un grupo de vecinos de la colonia Roma recorre la zona del desastre portando dos hieleras llenas de bolsas con agua fresca y una bandeja con dulces y galletas para ofrecerla a los familiares, rescatistas, policías, voluntarios y a los miembros de la prensa.
La labor de búsqueda en los escombros se ha desacelerado, el riesgo de un accidente en lo que queda del edificio ha hecho que los rescatistas sean más cuidadosos y metódicos en sus tareas, por lo que a veces da la impresión de que no hay avance, pero es solo una impresión, aunque no sea tan visible, el esfuerzo continúa sin pausa.
Ha pasado un día más, 9 en total desde que iniciaron las labores de rescate, y aunque la lógica indica que por cada hora que pase será más complicado encontrar a alguien con vida, la fe de las familias y de los rescatistas se superpone, y el edificio de Álvaro Obregón 286 es un bastión de esperanza. El último.
Continúa leyendo:
Cambian de estafeta en rescate por Icela Lagunas