Los demonios andan sueltos
Hombres armados, con vehículos robados, sin orden jerárquico y sin paga, que además buscan sobrevivir.
La ruptura dentro de Los Zetas puso en alerta a San Luis Potosí, luego a Zacatecas, después a Coahuila y ahora le tocaría a Nuevo León estar en la cadena regional de grupos divididos que se mueven entre una plaza y otra, buscando dinero ilícito.
Son Zetas que no tienen contactos internacionales para importar drogas.
Pero que no saben hacer otra cosa, que obtener recursos de manera ilegal.
Hugo Gutiérrez
Hombres armados, con vehículos robados, sin orden jerárquico y sin paga, que además buscan sobrevivir.
La ruptura dentro de Los Zetas puso en alerta a San Luis Potosí, luego a Zacatecas, después a Coahuila y ahora le tocaría a Nuevo León estar en la cadena regional de grupos divididos que se mueven entre una plaza y otra, buscando dinero ilícito.
Son Zetas que no tienen contactos internacionales para importar drogas.
Pero que no saben hacer otra cosa, que obtener recursos de manera ilegal.
De ahí que el secuestro, la extorsión y el asalto, son potenciales delitos que pueden dispararse en estos días en la capital regia, debido a los renegados o a los delincuentes que lleguen de otras plazas.
La división entre los dos líderes principales de Los Zetas, Heriberto Lazcano “El Lazca” y Miguel Ángel Treviño Morales “Z-40”, empezó desde que la organización era parte del Cártel del Golfo.
Pero se acentuó hace un año, cuando ya el grupo delictivo se había separado de “los golfos”.
Además, apenas la semana pasada Los Caballeros Templarios subieron a You Tube un video donde Servando Gómez alias “La Tuta”, líder de ese grupo, llama todas las organizaciones a pelear contra “Z-40”.
A “El Lazca” ni lo menciona.
SECUESTRO, EXTORSIÓN Y ROBO
Los Zetas son una organización que luego de su separación del Golfo en enero de 2010, no tuvieron los suficientes mecanismos y contactos con Colombia para importar cocaína.
De tal manera que el secuestro, la extorsión, el robo y la piratería se convirtieron en sus principales fuentes de ingresos.
Hoy, con la división, esas actividades ilegales es lo único que saben hacer.
Así que la separación de algunas células puede traer consigo el incremento en esos delitos.
Ya hay al menos tres secuestros en un mes, entre San Pedro y Santa Catarina.
Entre ellos el del empresario Damián González del Río, encontrado muerto el 4 de agosto pasado.
Desde que Los Zetas eran el brazo armado del Cártel del Golfo su única actividad fue custodiar el trasiego de drogas, vigilar que el narcomenudeo estuviera en orden y mantener a raya a los cárteles rivales.
No tenían precisamente una fuente de importación de drogas ni laboratorios.
Pero su guerra contra quienes sí tenían esos contactos empezó con la muerte de un hombre y la búsqueda de sobrevivencia cometiendo otro tipo de delitos.
El Cártel del Golfo asesinó a finales de 2009 a Víctor Peña Mendoza “El Concord 3”, en Reynosa, Tamaulipas.
Este sujeto era el tercero en la línea de mando de Los Zetas, dirigida por “El Lazca” y por “El Z-40”.
Los desacuerdos por la autonomía que ya mostraban Los Zetas, así como una nueva alianza del Cártel del Golfo con otros grupos del país, provocaron diferencias que terminaron con la muerte de “El Concord 3”.
Su asesinato fue atribuido al Cártel del Golfo, entonces liderado por Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, “El Tony Tormenta”, y su segundo de a bordo Eduardo Costilla, “El Coss”.
Aparentemente, para la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, el autor material del homicidio fue Samuel Flores Borrego, “El Metro 3”, encargado de la plaza de Miguel Alemán.
Al saber del asesinato, los líderes de Los Zetas, “El Lazca” y “El Z-40”, exigieron que el Cártel del Golfo les entregara a “El Metro 3” y a cualquier otro involucrado en el homicidio de “El Concord 3”.
El plazo vencía el 25 de enero de 2010, o la guerra estallaría.
Pero en lugar de entregarlo, “El Tony Tormenta” y “El Coss” hicieron una alianza con La Familia Michoacana, El Cártel del Pacífico y la célula criminal que dirigía en Tijuana Teodoro García Simental, pero que tras su detención fue liderada por varios capos.
Estos acuerdos terminaron por provocar que “El Lazca”, y “El Z-40” retaran a guerra a los del Golfo.
Con esa separación también terminó la custodia de droga, porque Los Zetas no tenían el contacto para importarla.
Así que en lugar de vigilar el trasiego de droga, empezaron a robarla a El Golfo y a otros cárteles.
Pero no era suficiente, así que el secuestro, la extorsión, el asalto y la piratería empezaron a ser sus principales ingresos de dinero.
También iniciaron un reclutamiento masivo de gente, incluyendo pandilleros.
Así que la cadena de mando estaba sostenida con pinzas.
Y mientras el líder máximo de la organización, Heriberto Lazcano “El Lazca” mantenía un perfil bajo dentro de la organización, Miguel Ángel Treviño Morales “Z-40” empezó a controlar células en todo el país.
Incluso, al grado de que empezó a ganarse detractores dentro de la agrupación.
Renacieron viejas rencillas. Zetas en Veracruz lo culparon de la muerte de Efraín Teodoro Torres, asesinado años atrás.
Lo señalaron por el homicidio de este hombre conocido también como “El Z-14” en 2007, un emblemático sicario de los primeros 14 ex militares que formaron el grupo en tiempos de Osiel Cárdenas Guillén, hoy detenido y extraditado a Estados Unidos.
Pero eso solamente fue el principio.
En agosto de 2011, Zetas inconformes subieron a You Tube un corrido en el que acusan de traición a Treviño Morales.
En el corrido ranchero cuentan que “El Z-40” buscaría seguir ascendiendo en la jerarquía y que el único que queda encima es Heriberto Lazcano “El Lazca”.
Por ello, esas células de Los Zetas piensan que Treviño Morales eventualmente buscaría asesinar o entregar a “El Lazca”.
Califican a Treviño Morales como “Judas”.
En el video, piden a su máximo líder, “El Lazca”, que analice cómo es que muchos Zetas de alta jerarquía han sido aprehendidos por la Secretaría de Seguridad Pública federal sin un solo disparo.
Y es que aseguran en el corrido que Jaime González Durán “El Hummer”, detenido en noviembre de 2008, así como Enrique Rejón Aguilar “El Mamito”, aprehendido en agosto de 2011, fueron entregados por “Z-40”.
También dicen que traicionó a esos Zetas porque le estorbaban para seguir ascendiendo dentro de la organización.
Incluso, en el video indican que Treviño Morales recibió la oferta de acercamiento por parte de José de Jesús Méndez Vargas, alias “El Chango Méndez”, líder de La Familia Michoacana.
Pero una vez que el narcotraficante de Michoacán viajó al municipio de Cosío, en Aguascalientes, “El Z-40” delató su ubicación para que lo detuviera la Secretaría de Seguridad Pública federal.
De hecho, califican a Treviño Morales como un fiel amigo de “Los Pitufos”, como llaman a los policías federales.