De 2010 a 2018 el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el país fue en promedio del 2.7 por ciento. En 2019 la economía se estancó y para 2020 el país padeció una contracción del 8.5 por ciento, la cual, aunque hubo un crecimiento de más de 6 por ciento el año pasado, no se ha podido regresar a los niveles de crecimiento de antes de la pandemia.
“El crecimiento que había antes de la pandemia no era suficiente, para las condiciones mexicanas se necesita de un 4.5 por ciento, pero era una constante positiva. Con el crecimiento de 6 puntos en 2021 se habla de que nunca se había visto algo así y es cierto, pero el rebote no es suficiente, para muchas industrias se les agotó muy rápido y eso es lo que me preocupa, no es que estemos en la panacea. Pareciera que será un año difícil pero no va a ser terrible, porque seguiremos creciendo del lado positivo”, opina Sofía Ramírez Aguilar, directora general de la organización México ¿cómo vamos?
Los tres ejes principales que señala la economista en lo que el Gobierno federal debería de poner atención para la recuperación económica son: empleo, inversión e inflación.
La inflación además de aumentar los costos de bienes y servicios, podría llevar al aumento de las tasas de interés en el país, alerta Ramírez.
“Me preocupan las tasas de interés porque vienen aunadas con el fenómeno inflacionario. Porque cuando la inflación viene del lado de la demanda se controla con política monetaria y cuando viene del lado de la oferta es difícil que se controle con política monetaria y las expectativas de inflación sí generan en los bancos centrales que se aceleren las decisiones de reducir liquidez y subir tasas de interés.
“Esa es una señal de estancamiento del dinamismo de la economía. El crédito de corto plazo se va a encarecer y los gobiernos van a enfrentar tasas de pago de deuda mayores”, prevé la especialista.
Durante su presentación de perspectivas económicas para este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió recuperar los empleos que se perdieron durante la pandemia, principalmente en diciembre.
Ante esta situación Sofía Ramírez alerta que lamentablemente la tasa de subempleo continúa en 10.5 por ciento y seis de cada 10 personas que trabajan lo hace en la informalidad.
“Es una tragedia, no ha habido un cambio de estructura para combatir la informalidad que sigue siendo brutal y con ello muchos de los salarios están por debajo del ingreso del empleo formal.
Es muy importante que el gobierno voltee a ver a las personas que trabajan en la informalidad para que se puedan incorporar a la formalidad, tengan mayores ingresos y sean menos dependientes a los programas sociales y a las remesas. También deben de voltear a ver a las micro, pequeñas y medianas empresas”, agrega.
Sobre la inversión, la especialista se dice preocupada por la falta de certeza jurídica que hay en el país.
“La salida de Citi no solo se debe al caso mexicano, pero decidieron salirse en un muy mal momento, seguramente si hubiéramos tenido una mejor perspectiva hubieran tardado más en salir. Sin certeza jurídica no vamos a tener inversión y la inversión sí ha caído en esta administración”, concluye.