[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”1_drvtry8f” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Una de las principales causas detrás de la grave contaminación que sigue presentando el Río Santiago en Jalisco es que su cauce es receptor de las aguas residuales que liberan cerca de 10 mil industrias asentadas sobre su cuenca.
En el 2017 la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través de su Organismo de Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico (OCLSP), le aseveró al Congreso de Jalisco que en el Río Santiago había poco más de una centena de descargas industriales autorizadas para verter directamente ahí los desechos.
“Existen 81 títulos otorgados a 65 empresas con permiso de descarga de aguas residuales, que amparan 107 descargas”, señaló el 15 de junio, el director del OCLSP, Jorge Malagón Díaz, en su oficio NO.B00.812.- 000980 remitido al Poder Legislativo.
Sin embargo, el Programa de Manejo Integral de la Cuenca del Río Santiago-Guadalajara elaborado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y su Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA), junto a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), revela que el problema es mucho mayor.
“Es necesario aclarar y separar la responsabilidad que tiene cada actor social en la calidad química del agua en el Río Santiago. Alrededor de 10 mil industrias vierten residuales al Río Santiago, es necesario separar el aporte de cada una de ellas al estado que guarda el Río, desde hace muchos años”, señala el Programa de la UNAM.
De esas casi 10 mil industrias ubicadas sobre la cuenca del Río Santiago, el Programa de Manejo identificó a aquellas que resultan las más dañinas y señaló que se han detectado más de 400 industrias pertenecientes a 16 Subramas industriales que pueden incorporar contaminantes peligrosos a sus corrientes.
El análisis de la Universidad también advierte que la contaminación industrial es evidente en todos los puntos estudiados, y por ella destaca la necesidad de identificar, detener y revertir la situación.
Polución química
El Programa de Manejo Integral de la Cuenca del Río Santiago-Guadalajara identifica que las fuentes principales de contaminación de este cuerpo de agua son los desechos provenientes de los asentamientos humanos, la actividad agropecuaria pero principalmente son las industrias las causantes de la gravedad en la que se encuentra.
Por parte de la actividad doméstica, el estudio destaca la presencia de detergentes y limpiadores al agua, de forma constante. Asegura que por la agricultura también son desechados agroquímicos diversos.
Entre los contaminantes detectados se destaca que “el fósforo total, aluminio, nitrógeno amoniacal, sulfuros, coliformes fecales, SAAM, DQO, oxígeno disuelto, mercurio, bario y sólidos suspendidos totales, rebasan los límites permisibles por las normas en más de 400 ocasiones de un total de 832 registros (13 sitios de monitoreo)”.
Esta situación se hace aún más grave tomando en cuenta que las aguas del Río Santiago bajo estos altos niveles de contaminación ponen en riesgo de salud a una población de alrededor de 4.8 millones de personas.
Entre las conclusiones a las que llegó el Programa de Manejoi, se encuentran que las aguas del Río Santiago presentan un estado crítico tanto biológica como químicamente, y estas afectaciones son perceptibles para los especialistas incluso en los sitios en los que el cauce ha pasado las barrancas, donde también han sido identificados residuos de materiales peligrosos como el mercurio y el cadmio.
Ciudad industrial
El gran complejo de casi 10 mil industrias en el entorno de la zona metropolitana de Guadalajara (ZMG) pone en vilo la sustentabilidad no solo del Río Santiago sino de la ciudad misma.
“La capacidad de carga de industrias y empresas de la ZMG y su periferia, está sobrepasada en mucho, es necesario analizar la ubicación de ofertas actuales de parques industriales para nuevas industrias. Esto, sumado el alto número de industrias que emiten residuales a la corriente, además de la mala calidad de los residuos que emiten algunas, junto a la deficiencia en el tratamiento de residuales urbanos o domésticos, son los principales problemas en el ámbito regional de la contaminación del Río Santiago”, señala el estudio.
Dicha “capacidad de carga” se define por la Ley de Aguas Nacionales como la estimación de la tolerancia de un ecosistema al uso de sus componentes, tal que no rebase su capacidad de recuperación en el corto plazo sin la aplicación de medidas de restauración o recuperación para restablecer el equilibrio ecológico.
Por ello, el estudio de la UNAM advierte que “las 9 mil 282 empresas industriales inventariadas indican que la Cuenca y en particular la ZMG, superan su capacidad de carga de industrias. De ellas 7 mil 810 en la ZMG muestran la intensidad de la problemática ambiental en la ciudad”.
Las instalaciones industriales pertenecen a IX Ramas y 55 Subramas de la Industria: “de ellas 16 muy peligrosas por el tipo de residual que emiten. Del total de empresas en la Cuenca, más de la mitad, 5 mil 504 industrias aproximadamente, son generadoras de residuales que constituyen fuertes contaminantes para el ambiente natural del Río Santiago”.
Los ramos industriales con más empresas son Celulosa y papel, Bebidas, Materiales de construcción y Química: “Pero por el número de empresas grandes es la Industria Química la de mayor número con 167”, seguido por Bebidas (90), Alimenticia (88), Celulosa y Papel (53) y Pieles (50).