Más allá de buenos augurios y de que este 2013 sea el año de la Serpiente de Agua para los chinos, los retos para el presidente Enrique Peña Nieto no serán minúsculos.
Aunque la expectativa para los orientales es de transmutación y renovación, para el recién llegado a Los Pinos los desafíos van más allá.
De entrada, el escenario internacional no será fácil ante una recesión en puerta en la eurozona y un menor crecimiento en EU. Los sucesos mundiales marcarán las manecillas para el gobierno mexicano.
Salvado in extremis el precipicio fiscal, se avecina un menor crecimiento de las exportaciones nacionales y un posible aumento en el precio del petróleo por los conflictos en Medio Oriente.
Este último factor, que sería favorable para las finanzas públicas, también implicaría un incremento en el coste de los subsidios.
La inminente necesidad de disminuir la violencia y la inseguridad, seguirán siendo los factores más apremiantes para el gobierno peñista, si quiere recuperar la confianza de los inversores.
Pero, sin duda, serán las tan anunciadas reformas energética y fiscal las dos piezas clave de su administración.
Por si fuera poco, el presidente Enrique Peña Nieto tiene ante sí el reto de marcar un nuevo estilo político en su administración.
Precedido de un par de sexenios panistas, el PRI intentará convencer a la ciudadanía de que tomaron la decisión correcta en las urnas y que el cambio será para bien.
Y si algun tema estará bajo la lupa será el de la seguridad.
¿Saldrá el ejército de las calles? ¿Funcionará la anunciada gendarmería? ¿La super secretaría de gobernación podrá cumplir con las elevadas tareas que le han sido encomendadas?
Estos y otros temas son abordados en esta edición de Reporte Indigo por especialistas en economía, política y seguridad. Analicemos.
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