1973
El Gobierno Federal continúa con su objetivo de recuperar el control del estado de Michoacán.
Fuentes al interior de la administración estatal del gobernador Salvador Jara aseguran que, tras la desmantelación de la casa hogar La Gran Familia, en los próximos días continuará la desarticulación de otros organismos, instituciones y núcleos sociales han estado operando con su propio autogobierno.
Entre estas se encuentra la comunidad religiosa de la Nueva Jerusalén, ubicada en el municipio de Turicato, en donde desde hace décadas existen denuncias de irregularidades que van desde maltrato infantil hasta violaciones, incluido el narcotráfico.
A esta congregación -en donde hace más de dos años un grupo de fanáticos religiosos destruyó una escuela primaria por órdenes de la Virgen del Rosario- se le ha permitido vivir al margen del marco jurídico general desde su fundación en junio de 1973.
Los organismos del transporte público, de pasaje urbano y de carga, es otro de los renglones en los que pudiera intervenir la Federación en breve, dadas las prácticas irregulares y de corrupción que allí se manejan.
Como antecedente está la detención del líder del transporte en la entidad, José Trinidad Martínez Pasalagua, quien fue acusado de pertenecer al cártel de Los Caballeros Templarios.
De acuerdo a fuentes del gobierno estatal, también se están revisando las estructuras de algunos sindicatos que han operado desde hace décadas sin cambios en sus dirigencias y han sido señalamientos por actos de corrupción, prostitución y tráfico de influencias.
En la evaluación de estos focos rojos participan especialistas del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), de la Procuraduría Federal de la Republica (PGR) y del primer círculo de colaboradores de la oficina del comisionado federal, Alfredo Castillo.
Tierra santa llena de denuncias
En la comunidad rural de La Ermita, del municipio de Turicato, la única voz que manda es la de la Virgen el Rosario. No hay gobierno humano que rija la vida de la mayoría de los vecinos de esa localidad.
Los designios de la virgen son convertidos en leyes por el sacerdote del lugar, Antonio Lara Barajas, quien se hace llamar San Martín de Tours.
La Nueva Jerusalén se fundó en junio de 1973, cuando la viuda Gabina Sánchez Romero aseguró escuchar la voz de la Virgen del Rosario que le pedía que construyera en pleno cerro una ciudad que sería refugio de los hombres en el fin del mundo.
El sacerdote católico Nabor Cárdenas Mejorada creyó las palabras de Gabina y fundó la Nueva Jerusalén.
Desde ese año, en la congregación no hay orden constitucional. Es la voz de la virgen la que decide las reglas de convivencia social.
La primera vidente fue Gabina Sánchez, que se cambió de nombre a Mamá Salomé, siguió luego Mamá María de Jesús, después el oyente oficial de la virgen fue el Vidente Agapito. A la muerte de Agapito su hija Rosa Gómez asumió el cargo. Ahora se hace llamar Mamá Catalina y es quien dicta el gobierno dentro de esa “ciudad santa”.
Pero en la Nueva Jerusalén hay denuncias de maltrato y violación de niños. Las quejas se han presentado desde hace décadas ante las autoridades estatales, sin embargo, no se han hecho las investigaciones, relatan algunos vecinos que hablaron para Reporte Indigo.
Freno de mano a líder transportista
La Procuraduría General de la Republica ordenó la detención del líder del transporte público en Michoacán, José Trinidad Martínez Pasalagua, al quien se le señala de colaborar con el líder visible del cártel de los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, “La Tuta”.
El transportista ya había sido detenido el pasado 9 de abril tras la difusión de un video en donde aparece junto con “La Tuta” y el entonces secretario de Gobierno de Michoacán, Jesús Reyna.
En esa ocasión, Martínez Pasalagua argumentó que había sido llevado a la fuerza a esa reunión y se le dejó en libertad precautoria tras 48 horas de su detención.
La Comisión Reguladora del Transporte, que lidera el exdiputado local del PRI, agrupa a más de 2 mil concesionarios del transporte público de todo el estado de Michoacán y había estado operando casi en forma paralela a la instancia oficial reguladora del transporte en la entidad, la Comisión Coordinadora del Transporte Público de Michoacán (Cocotra).
Con esa fuerza, Martínez Pasalagua hacia gestiones ante el gobierno estatal a fin de que se le entregaran concesiones de transporte público en todo Michoacán, las que eran distribuidas entre sus allegados y más cercanos colaboradores, haciendo del transporte un monopolio.
Tomás Zerón de Lucio, director en Jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, informó mediante un comunicado que a Trinidad Martínez Pasalagua se le acusa de ser parte de la estructura criminal de Los Templarios “al cobrar cuotas mensualmente entre los trabajadores del transporte de pasaje, para entregárselas al líder del cártel”.
