Lo que oculta la clandestinidad del aborto

La legalización del aborto en todo el país no solo respeta el derecho a decidir de las mujeres y ayuda a evitar prácticas que ponen en riesgo sus vidas, también fomenta la prevención, permite ampliar la educación sexual y aumenta la confianza en las instituciones de salud pública
Roberto Hernández Roberto Hernández Publicado el
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que cada día mueren 800 mujeres en el mundo por alguna situación relacionada con el embarazo, sus complicaciones o por prácticas inseguras, como lo puede ser el aborto cuando no se lleva a cabo en las condiciones adecuadas.

“Lo primero que hay que entender de ese número es que es una respuesta a los marcos prohibitivos, porque cuando las puertas del sistema de salud no están abiertas para que las personas lleguen a ellas, van a buscar ese procedimiento en otro lugar y ese lugar puede ser la clandestinidad en condiciones inseguras, lo que lleva no solo a problemas de salud, sino a muertes maternas”, señala Catalina Martínez Coral, directora Regional para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos.

Martínez Coral considera que el estigma que carga una práctica como el aborto tiene que ver en gran medida con contextos sociales y los tabúes.

El estigma que carga una práctica como el aborto tiene que ver en gran medida con contextos sociales y tabúes

“Todos y cada uno de los procedimientos que se hacen en el embarazo tienen un riesgo. Y si las mujeres tuviéramos que asumir esos riesgos te aseguro que la gran mayoría abortaría porque es más riesgoso seguir con un embarazo por todas las complicaciones que puede tener, que abortar.

“Entonces, hay que sacar del mapa la idea del riesgo, porque cualquier procedimiento médico es riesgoso, pero en realidad nosotras las mujeres, si nos dan la información necesaria para entender de qué se trata, qué queremos asumir y demás, siempre vamos a tomar las mejores decisiones, las más responsables, porque entendemos la información que nos están dando”.

Panorama estatal

En México, el aborto está permitido en 11 entidades: Ciudad de México, Oaxaca, Guerrero, Sinaloa, Coahuila, Baja California, Veracruz, Hidalgo, Colima, Nuevo León, Quintana Roo.

En las otras 21 se depende de interpretaciones legales o leyes locales para determinar si se comete o no un delito.

De acuerdo con el Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la infraestructura por parte de los estados aún es insuficiente para poder dar cobertura a todas las mujeres del país.

“En Oaxaca, por ejemplo, donde el aborto voluntario es legal desde 2019, poco ha cambiado la realidad de las personas gestantes que deciden o requieren abortar.

“Para diciembre de 2021, tan solo dos de las 962 unidades médicas operantes en la entidad ofrecían los servicios de interrupción del embarazo, en adición al estigma que las mujeres aún reciben por parte del personal médico al cual acuden a solicitar apoyo”.

Contra los estigmas

Catalina Martínez señala que es imperante la lucha contra el estigma social y los prejuicios.

“Necesitamos hacer muchas campañas de sensibilización sobre el tema, explicar quiénes abortan y por qué lo requieren, por qué es importante que esté disponible”.

Incluso, asegura que es necesario comenzar a trabajar para quitar la idea de que es un delito y transformarlo en un servicio de salud.

“Tenerlo en un Código Penal no hace que las mujeres dejen de abortar. Existe esta falsa dicotomía de que si el aborto está penalizado entonces no van a abortar, lo cual es mentira, si está penalizado, lo único que sucede es que las empujamos a prácticas clandestinas e inseguras”
Catalina Martínez CoralDirectora Regional para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos

Señala que con la penalización del aborto lejos de proteger a las personas, se pone en riesgo su vida.

“Qué bueno es poder sensibilizar, capacitar y explicar que es un tema de salud, en donde entre más oportunidades tengamos de acceder a información y educación sobre el tema, cada vez menos vamos a tener que recurrir al aborto, porque las mujeres estarán muy bien informadas sobre sus derechos.

“Vamos a estar previniendo embarazos no deseados y reduciendo el número de abortos que se hacen al año en un país. Sin lugar a duda, cambiar los marcos legales es absolutamente prioritario porque finalmente la ley es lo que nos permite acceder o no y lo que nos permite entender que estamos actuando dentro de la legalidad y gozando de nuestros derechos”.

Luchar contra la imagen del delito

En 2021, Verónica Cruz Sánchez, directora de la organización Las Libres, durante una entrevista con la agencia de noticias EFE, dio un dato que encendió las alertas.

En México había más de 200 mujeres detenidas por crímenes relacionados con el aborto y clasificados de distintas formas: homicidio en razón de parentesco, infanticidio, filicidio y omisión de cuidados.

“Hay un tema muy complejo en el sentido de que siempre se ha visto el aborto como algo malo porque siempre ha estado en los códigos penales, que es en donde se dice lo que no se debe hacer”
Catalina Martínez CoralDirectora Regional para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos

Para la directora del Centro de Derechos Reproductivos, es difícil cambiar el chip en la sociedad.

“Para pasar ese mensaje es complicado porque le estás diciendo a la gente que es un delito, pero hay unos casos donde no lo es y otros en los que es un servicio de salud, ah, y hay otros en los que es un derecho fundamental.

“Entonces, cómo le explicas a una sociedad todos estos mensajes juntos, por eso para nosotras, desde la lucha feminista, ha sido muy importante empezar a decir que esto no debería estar regulado en el Código Penal y eso no quiere decir que vamos a dejar el aborto libre hasta el noveno mes, que es un poco el imaginario que existe”.

Asegura que la propuesta gira en torno a generar confianza y establecer reglas que permitan prácticas seguras.

Criminalizar el aborto perjudica a las mujeres en todos los sentidos, pues crea estigmas y evita que la población se informe. Foto: Especial
Criminalizar el aborto perjudica a las mujeres en todos los sentidos, pues crea estigmas y evita que la población se informe. Foto: Especial

“Lo que se busca con estas dinámicas es eliminar el delito de los códigos penales y pasar a regularlo en una iniciativa de salud, como un servicio más, y se pueden poner reglas, decir, por ejemplo: será a petición hasta la semana 14, 20, la que se considere por expertos de la salud, y de ahí en adelante habrá causales de casos específicos”.

Considera que enviar el mensaje de que es un servicio de salud es más digerible para que la sociedad entienda, incluso, las reglas

“Quizá hay personas que ya crecieron con estigmas tan profundos que no podremos desbaratar, pero lo que queremos lograr es tener generaciones futuras que crezcan viéndolo con naturalidad”.

Cuando una entidad permite el aborto, lo que vemos es que las mujeres comienzan a sentir mucha más confianza de acercarse a los centros de salud y a las clínicas, asegura Catalina Martínez.

Ejemplifica que en Colombia una vez que se despenalizó, en seis meses las usuarias comenzaban a llegar con mucha más frecuencia, no solo para pedir procedimientos de aborto, sino solicitando información sobre sexualidad, reproducción y métodos anticonceptivos, porque se les empieza a pasar el mensaje de que las instituciones de salud están abiertas para atender todos los temas de salud.

“Empieza a haber mucha más confianza en las instituciones, mucho menos miedo de hablar de estos temas, lo cual permite acrecentar el círculo virtuoso porque entonces vamos a tener personas que acceden a toda la gama de salud sexual y reproductiva y posiblemente esto es lo que hace que con los años los abortos disminuyan”.

Libertad de decisión

De acuerdo con el Centro de Derechos Reproductivos, los abortos se dan casos en donde hubo una relación asimétrica de poder, violencia sexual, problemas de salud de la mujer o incluso malformaciones fetales que finalmente terminan siendo incompatibles con la vida.

“Pero también hay muchos que no entran en los registros (…) ahorita que estamos pasando a un modelo de aborto libre, al menos en diferentes estados de México, de Colombia, Argentina, Uruguay, pues vamos a ver otras razones por las cuales las mujeres van a buscar un aborto: estaban en un momento difícil de su vida y no querían asumir una maternidad, priorizaron otras cosas, creo que vamos a empezar a entender otras razones por las cuales las mujeres o las personas con capacidad de gestar van a recurrir a este servicio de salud”, asegura Catalina Martínez Coral.

La experta en la materia destaca que el permitir el aborto en todo el país traería muchos beneficios más allá de la interrupción del embarazo.

“Las instituciones de salud abren sus puertas no solo para abortar, sino para dar educación sexual, dar anticonceptivos y ofrecer todo el círculo de salud reproductiva”.

Permitir el aborto en todo el país traería muchos beneficios más allá de la interrupción del embarazo

Es de vital importancia que tanto las mujeres como los hombres reciban educación al respecto del aborto. Foto: Especial
Es de vital importancia que tanto las mujeres como los hombres reciban educación al respecto del aborto. Foto: Especial

Hombres con conciencia y educación, el otro pilar

La criminalización con respecto a la interrupción del embarazo ha estado cargada hacia el lado de la mujer, sin embargo, los hombres también tienen un papel en esa dinámica.

“Los hombres y los niños juegan un rol muy importante en el goce de los derechos reproductivos, es un papel mediante el cual deben informarse y ser educados en sexualidad para que entiendan también las implicancias no solo de la sexualidad y la reproducción, sino de la violencia”, asegura Catalina Martínez.

Señala la importancia de la sexualidad consensuada.

“Este tipo de formación es muy necesaria que los hombres la tengan no solo para que participen en el cuidado de la sexualidad y de la reproducción, también en la prevención de las violencias”.

Catalina Martínez considera fundamental que tanto hombres como niños tengan un papel activo en este tema, pero también entendiendo que a nivel de decisión, “hablando sobre la reproducción, siempre va a tener la última palabra la mujer, teniendo en cuenta que es su cuerpo y su vida lo que se ve mayormente afectado”.

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