Mientras que en México casos como el del priista Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y el de la madrota “Lady Sullivan” alertan sobre la falta de atención en materia de trata de mujeres, en España hay esperanza para una víctima mexicana.
Después de escapar de una red de trata vinculada al tráfico de drogas y a la explotación sexual, Paloma trató sin éxito de conseguir protección por parte del Estado mexicano. Por lo que, según un comunicado publicado esta semana por la Comisión Católica Española de Migraciones (Accem), “no encontró otra salida” que el exilio.
La buena noticia es que Paloma –como es llamada por la asociación para resguardar su identidad– se convirtió en la segunda víctima de trata de seres humanos en recibir en dicho país el estatus de refugiado, por lo que tendrá derecho a las condiciones que brinda la figura jurídica del asilo.
“(El asilo) le proporcionará a Paloma la estabilidad necesaria para poder comenzar a construir una nueva vida, intentando dejar atrás el sufrimiento atravesado, sin sentir la amenaza continua de las personas que le obligaron a abandonar su país de residencia”, destacó la Accem.
Y es que antes de huir de México, la mexicana recibió amenazas y fue perseguida por sus agresores. De acuerdo con la comisión española, pasaron dos años para que le fuera aprobada su solicitud de asilo en el país europeo.
