Lo que el viento no se llevó
Los arquitectos detrás de la quiebra técnica de Mexicana de Aviación no son otros que los inversionistas extranjeros que hoy ostentan la mayoría accionarial de Aeroméxico, Volaris e Interjet y que se repartieron el 30 por ciento del mercado doméstico.
Y el 20 por ciento de la cuota de vuelos al extranjero lo acapararon Continental Airlines y United Airlines, advierte el especialista Marco Antonio Leyva Piña, de la UAM Iztapalapa.
Bastaron 12 años para que los gobiernos panistas borraran del mapa a otras aerolíneas como Avolar, Aviacsa, Aerocalifornia, Alma y Azteca.
Georgina Howard
Los arquitectos detrás de la quiebra técnica de Mexicana de Aviación no son otros que los inversionistas extranjeros que hoy ostentan la mayoría accionarial de Aeroméxico, Volaris e Interjet y que se repartieron el 30 por ciento del mercado doméstico.
Y el 20 por ciento de la cuota de vuelos al extranjero lo acapararon Continental Airlines y United Airlines, advierte el especialista Marco Antonio Leyva Piña, de la UAM Iztapalapa.
Bastaron 12 años para que los gobiernos panistas borraran del mapa a otras aerolíneas como Avolar, Aviacsa, Aerocalifornia, Alma y Azteca.
Con ello, se aniquiló la competencia, se concentró el mercado en tres aerolíneas y se dejó el campo abierto para los fondos de inversión que hoy controlan esas empresas.
En noviembre de 2011, se anunció que el 44.7 por ciento de las acciones de Aeroméxico estaban ya en manos de Telecomunicaciones Holding Mx, subsidiaria de Citigroup, el dueño de Banamex.
Y eso, a pesar de que la Ley de Inversión Extranjera estipula como tope máximo de capital foráneo el 25 por ciento.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, la operación se realizó a través de la figura de inversión extranjera neutra, la misma que autorizó esa dependencia en 2002.
El resto de los accionistas de esa línea aérea se reparten entre 15 consejeros entre los que destacan: Banco Inbursa, de Carlos Slim, con el 4.98 por ciento; ASPA el cuatro, y Gripo Modelo, de Valentín Diez Morodo, el 3.18 por ciento.
También forman parte del grupo Juan Francisco Beckman Vidal, propietario del Grupo Cuervo; Fernando Canales Clariond; Eduardo Tricio Haro, principal accionista de Grupo Lala, y María Asunción Aramburuzabala, entre otros.
En el caso de Grupo Volaris, empresa creada en 2005 por Pedro Aspe Armella, ex secretario de Hacienda en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, la situación no es distinta.
En 2010 tanto Televisa como Inbursa decidieron vender su 25 por ciento de participación que mantenía cada uno en el fondo de inversión Indigo Partners de Bill Franke, presidente de American West Airlines.
Indigo Partners, y la empresaria salvadoreña María Cristina Kriete, fundadora de TACA, tomaron las participaciones de 25 por ciento que, respectivamente, tenían Inbursa y Televisa que salieron de la aerolínea en el segundo semestre de 2010.
Y el otro 25 por ciento lo tiene el fondo Discovery, que trajo Protego, el banco de inversión de Pedro Aspe.
Indigo Partners también participa en la estadounidense Spirit Airlines, Tiger de Singapur, Avianova de Rusia y Wizz Air de Hungría.
En Viva Aerobús, del empresario del Estado de México, Roberto Alcántara, otrora dueño de Bancrecer, también hay fondos de la firma Ryan Air, muy superiores al 25 por ciento que establece la ley.
Interjet, de Miguel Alemán Velasco, también está en tratos para anunciar un acuerdo comercial con American Airlines.
Los favores
De acuerdo con la Asociación de Pilotos de Aviación, desde 2005 se pusieron en marcha incentivos fiscales para ayudar a Volaris e Interjet.
Desde entonces, la Secretaría de Hacienda y la de Comunicaciones y Transportes les propusieron cobrar un 50 por ciento menos en las cuotas de aterrizaje, en aras de desconcentrar las operaciones en el AICM.
Pero también les brindaron subsidios fiscales en radiocomunicación que otorgan los servicios de navegación en el espacio aéreo mexicano, así como en cuotas a servicios de combustible.
Las mañas de Gastón
En diciembre de 2005, recuerda el investigador, el gobierno de Vicente Fox, a través del IPAB (Instituto para la Aprobación de Ahorro Bancario), desincorporó los bienes de CINTRA y vendió los activos de Mexicana de Aviación a Gastón Azcárraga.
La operación consistió en un pago directo de 165.5 millones de dólares y la asunción de pasivos netos por 294 millones de dólares.
Bastaron cinco años para que Grupo Mexicana de Aviación, ya en manos de Azcárraga, se fuera a la quiebra.
El 2 de agosto de 2010 Manuel Borja Chico, director general de CMA, anunció el cierre de la empresa y sus filiales, aduciendo pérdidas por 4 mil millones de pesos en tres años.
El Juzgado decimoprimero en materia civil del Distrito Federal reconocía en un reporte que los dueños de la aerolínea presentaron pérdidas operativas en todos los años que estuvieron al frente.
Entre 2007 y julio de 2010 acumuló más de 4 mil millones de pesos; en 2010 la cifra rebasaba los 14 mil millones.
En 2008 bajaron a 264 millones y al año siguiente repuntaron 689.6 por ciento para situarse en 2 mil 84 millones, aclara el académico.
Sin duda, expone, el gobierno vendió una empresa sana y en buen estado financiero a Gastón Azcárraga que la endeudó, la quebró y la entregó en charola de plata a los inversionistas, dice.
Pero el trasfondo del asunto era beneficiar a quienes están detrás de Aeroméxico, Interjet y Volaris.
Las cifras del 2010
> 46.5 incrementa la participación de Aeroméxico
> 13 a 22 por ciento aumenta la cuota de Interjet
> 12.5 a 18% subió Volaris
Pasajeros que vuelan en 2011
> 330 mil a 546 mil aumenta el número de pasajeros
> 930 mil a 887 mil descendieron en Aeroméxico
> 327 mil a 399 mil pasaron a Volaris
> 203 mil a 237 mil pasajeros Viva Aerobús
Acaparan vuelos foráneos
> 12.3 millones de pasajeros transportaron las tres líneas estadounidenses de 2010 a 2011
> 1.2 a 1.6 millones aumentaron las canadienses
> 998 mil a 1.4 millones las de Canadá Centro y Sudamérica
*Dirección General de Aeronáutica Civil DGAC