En Nuevo León desde hace dos años se vivía una de las sequías más severas que afectó a gran parte de sus habitantes, con cortes programados de agua para racionarla de manera equitativa entre todos; sin embargo, con la llegada de la tormenta tropical “Alberto” las condiciones secas desaparecieron, ya no existe crisis hídrica y las presas nuevamente lucen llenas.
El más reciente informe del Monitor de Sequía al 30 de junio de 2024 coloca al estado como uno de los pocos de la República Mexicana que gozan de condiciones favorables y en color gris, lo cual significa sin sequía.
De acuerdo a la información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en la parte Noreste solo existe un 4.3 por ciento de sequía, en donde Anáhuac, Lampazos de Naranjo y Doctor Arroyo, de Nuevo León, son los únicos municipios donde se considera que hay una intensidad de sequía anormalmente seco, la más baja.
Para la parte norte del país prevalece un 76.3 por ciento de sequía moderada a excepcional; en el noroeste, un 40.7 por ciento, mientras que en el todo el territorio mexicano se considera que hay un 54.71 por ciento de sequía.
Las recientes lluvias han generado que los acuíferos se llenen y las cuatro presas de la entidad hayan recuperado sus niveles de almacenamiento, que dará agua al menos por los próximos tres años para la Zona Metropolitana de Monterrey y municipios rurales.
Menos lluvias y más calor
En fechas recientes, la Conagua pronosticó un 30 por ciento menos lluvia para los siguientes tres meses en comparación con el promedio histórico, sin mencionar que en julio inició la temporada más calurosa del año, la canícula, aunque todavía no se ha manifestado debido a las lluvias actuales.
Sin embargo, la humedad relativa, el viento, la precipitación y la tasa de extracción diaria, pueden generar que las condiciones actuales en el estado cambien en un corto plazo.