Líneas 2 y 3 del Metro, los ‘no lugares’ con más índices de suicidios

Las Líneas 2 y 3 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México son las dos rutas que acumulan más suicidios en los últimos años.

Especialistas consideran que ambos trayectos son las que más registran estas acciones debido a que son “no lugares” y porque quienes se quitan la vida ahí lo hacen de manera anónima y pasan prácticamente desapercibidos.

Las autoridades del Metro han buscado evitar este tipo de incidentes mediante el programa Salvemos Vidas; sin embargo, afirman expertos, se deben fortalecer los lazos comunitarios en estos espacios, así como el tejido social para que no sean usados como lugares donde la gente encuentre la posibilidad de cometer estos actos.

El STC es uno de los sistemas de movilidad más importantes en la entidad y transporta a 3.5 millones de personas al día, según datos de afluencia del organismo.

Las estaciones con más suicidios

El pasado 19 de enero, la geógrafa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Mercedes Sánchez Plascencia, compartió un mapa de los suicidios ocurridos en la red del Metro durante el periodo de 2019 a 2022.

Según el gráfico, elaborado con información del Portal de Datos Abiertos de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), la mayoría de estos actos se concentran en las Líneas 2 (Tasqueña a Cuatro Caminos) y 3 (Indios Verdes a Universidad).

Ambas rutas atraviesan la capital del país de norte a sur por distintos caminos y también pasan por el centro social y económico de la Ciudad de México, la alcaldía Cuauhtémoc.

Lo dado a conocer por la geógrafa indica que las estaciones de la Línea 2, Hidalgo, Bellas Artes, Chabacano, Nativitas y General Anaya, son las que más reportes de suicidios tienen, con entre cuatro y cinco casos cada una.

No obstante, de San Cosme a la terminal de Tasqueña –que representa la mayoría de la Línea–, se ha registrado al menos un suicidio.

Mientras que en Hidalgo, estación de la Línea 3, se han registrado cinco en el lapso de tiempo referido.

En la Línea 3 no han ocurrido tanto suicidios como en la Línea 2, no obstante, en 12 de sus 21 estaciones se han registrado de uno a tres casos.

Después de Hidalgo, destacan La Raza, donde han ocurrido dos; Centro Médico, con tres; y Miguel Ángel de Quevedo y Copilco, con dos, respectivamente.

Líneas sin percances

En contraste con dichas Líneas, hay otras tres que casi no han registrado suicidios de 2019 a 2022.

La Línea 6, que va Martín Carrera a El Rosario, no ha registrado ningún acto de ese tipo.

En tanto, la Línea A, que va de La Paz a Pantitlán, apenas se ha documentado un suicidio y ocurrió en la estación Canal de San Juan.

De igual forma, en la Línea 4, que cubre el trayecto de Martín Carrera a Santa Anita, han tenido lugar siete suicidios.

El ‘no lugar’

El Metro es un espacio donde ocurren frecuentemente suicidios porque todos pasan desapercibidos, y quienes se quitan la vida ahí lo hacen porque es una forma de expresar el sentimiento de indiferencia y que a nadie le importa lo que le suceda a otro, dice Felipe Gaytán Alcalá, profesor e investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle.

“El Metro es un lugar donde ocurren muchos suicidios porque tiene que ver con lo anónimo, todos pasan desapercibidos y es una forma simbólica de que a nadie le importa en realidad lo que pasa ahí adentro”, comenta.

Lo anterior, considera el investigador, sucede porque el Metro es un “no lugar”, donde no hay convivencia ni interacción social, convirtiéndolo únicamente en un lugar de tránsito y con gran movilidad.

Además, indica que ese tipo de espacios son propios de las ciudades y los fomentan las condiciones económicas de cada territorio.

Gaytán Alcalá detalla que las condiciones sociales del provocan que a las personas les preocupe más llegar a su destino en vez de quién o por qué motivo se suicidó alguien.

“El hecho de que las Líneas 2 y 3 sean las que más acumulan suicidios es porque son las líneas más transitadas y los lugares más impersonales. Es una cuestión simbólica donde sienten que puede pasar desapercibida su propia muerte”, explica.

Para tratar de contener la problemática, considera el especialista, el Metro debe convertirse en un espacio donde los lazos comunitarios se fortalezcan, lo que se puede lograr con actividades culturales o recreativas para los usuarios.

Salvando Vidas

El 26 de diciembre de 2022, el Metro informó que el programa Salvando Vidas logró que 108 personas desistieron cometer suicidio en las instalaciones dentro de la red el año pasado.

A través de un comunicado, el STC informó que la iniciativa es una estrategia de atención integral que involucra la participación de efectivos de seguridad asignados a las labores de resguardo y vigilancia de los andenes.

Asimismo, contempla el trabajo coordinado con personal de transportación, atención al usuario y salud del Metro, quienes detectan personas con probables crisis emocionales que podrían quitarse la vida y, con apoyo de contención, evitan que consumen el suicidio.

“Desde su creación en agosto de 2016, el programa ha brindado atención a 547 personas en riesgo de acto suicida, las cuales desde el primer momento fueron detectadas en los andenes de arribo de los trenes por efectivos policiales asignados a las labores de vigilancia”, señaló el órgano.

Precisó que cuando se detectan síntomas de una crisis emocional con intención suicida, de forma inmediata se activa el protocolo de Actuación ante Situación de Riesgo de Acto Suicida en las instalaciones del Metro.

Posteriormente, se vincula a la persona con la psicóloga titular del programa para realizar la contención emocional, así como el aviso a familiares directos para realizar su acompañamiento.