Linea 12: el fin de la espera por mejor movilidad en Tlahuac

El año 2023 podría significar el fin del suplicio en materia de movilidad para los habitantes de la alcaldía Tláhuac, principales usuarios de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México.

Dicha ruta conectaba la periferia del suroriente de la capital con el centro y transportaba hasta a 90 mil personas al día, de acuerdo con cifras de operación que se pueden consultar en el portal electrónico del Sistema de Transporte Colectivo (STC).

Sin embargo, el 3 de mayo de 2021 toda la Línea 12, desde Mixcoac hasta Tláhuac, dejó de funcionar después de que una trabe del viaducto elevado en el tramo interestación Olivos-Tezonco colapsara provocando un saldo de 26 muertos y más de 100 heridos

Desde entonces, los habitantes de la demarcación padecen para realizar sus traslados cotidianos.

No obstante, de acuerdo con las autoridades, el próximo año podría ser el periodo en el que la polémica Línea Dorada vuelva a funcionar.

El sufrimiento tras la caída de la Línea 12

Desde el 3 de mayo de 2021, la movilidad de Tláhuac no ha mejorado en nada, al contrario, ha empeorado, dice José Velázquez, quien vive en San Francisco Tlaltenco, en dicha alcaldía, y su principal medio de transporte para ir a trabajar era la Línea 12.

Relata que, desde hace aproximadamente un año y medio, tiene que levantarse más temprano para llegar a su centro de trabajo.

“Antes de la Línea 12 ya era difícil, porque solo había microbuses y camiones sobre Tláhuac, que eran muy lentos. Aproximadamente te hacías una hora a Taxqueña o 40 minutos a Atlalilco y, con la Línea 12, eso cambió mucho, hacías menos de 30 minutos para Atlalilco o Ermita”, comenta.

Cabe señalar que tras el incidente, el Gobierno de la Ciudad de México implementó un servicio de emergencia con apoyo de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP); una ruta del Sistema de Transporte Eléctricos (STE) con rumbo a Ciudad Universitaria; y la Línea T del Metrobús con dos rutas: una a Atlalilco y otra a Coyuya.

No obstante, la implementación de estas alternativas viales no han logrado cumplir el cometido de facilitar la movilidad de los tlahuaquenses.

“Hay Trolebús, autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) y también Metrobús, coches particulares y camiones de carga, la avenida Tláhuac ya está saturada y hay tramos como el de Olivos a Periférico Oriente donde tardas hasta 30 minutos o más en pasar menos de tres kilómetros”, explica el usuario.

Lo anterior, dice, ha provocado que tenga que despertarse hasta tres horas antes de comenzar su jornada laboral.

“Antes me despertaba a las siete, porque entro a las nueve, confiado en que, si salía a las 7:50, no me iba a costar trabajo llegar a Atlalilco; sin embargo, ahora me tengo que despertar a las seis, previendo que, solo en Avenida Tláhuac, podría hacer una hasta hora de camino y otros 40 de Atlalilco hacia mi trabajo en el Metro, que en este año ha estado muy pesado”, manifiesta.

Sobre si tiene confianza en que para 2023 operará y será segura la Línea 12, tiene esperanza en que el servicio se brinde de manera óptima, pues no tiene otra alternativa de movilidad.

“No creo que vaya a tener de otra, ya no habrá más opción más que tomar el Metro y esperar que todo salga bien”, señala el habitante de la periferia.

La próxima reapertura del primer tramo de la Línea 12

Después de más de 19 meses sin servicio, en los primeros días de enero será reabierto el tramo subterráneo de la Línea 12 del Metro, que va de Mixcoac a Atlalilco, informó el pasado 15 de diciembre la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

“La obra civil va a estar terminada y se van a hacer alrededor de 15 días de pruebas y estaremos abriendo alrededor del 15 de enero el tramo subterráneo”, mencionó.

Sin embargo, en el tramo elevado hay complicaciones.

La mandataria local comentó que al tramo elevado se le da seguimiento todas las semanas: “Ya conocen las complicaciones, pero hoy se está atacando alrededor de 85 claros al mismo tiempo; de los 254, hay cerca de 15 claros ya terminados y está tomando ritmo la obra”.

La mandataria local precisó que uno de los problemas que tiene la construcción es que no hay suficiente número de soldadores certificados.

Otra de las complicaciones en los trabajos de rehabilitación del viaducto elevado, de acuerdo con la jefa de Gobierno, es la fabricación de piezas, que son cerca de 35 mil.

“Desde grandes puntales hasta piezas más pequeñas estarán terminadas alrededor de la primera semana de enero, y ya todo lo demás que queda es el montaje, las soldaduras y la precarga que se hace previa a que quede listo un claro”, indicó Sheinbaum Pardo.

Desde el incidente del 3 de mayo, el tramo subterráneo de la Línea 12 fue sometido a un proyecto integral de rehabilitación con modificaciones, que son: el reemplazo de vías en tramos de siete curvas con radios menores de 500 metros, la sustitución de durmientes, fijaciones y riel de mayor dureza, cambio de balastro a uno de mayor dureza y granulometría para evitar deformaciones y el mejoramiento de la sub-base.