A limpiar la casa

Enrique Peña Nieto tendrá que limpiar la casa y hacer una reestructuración profunda  de la seguridad pública, pues solo en este año los casos de secuestro incrementaron un 200 por ciento.

Es fundamental que el próximo gobierno fortalezca el sector de seguridad privada y lo diferencie de las fuerzas policiales auxiliares “que no son ni públicas ni privadas” y sí se han convertido en las cajas negras de los gobiernos estatales, afirma Alejandro Desfassiaux, director del Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial.

Georgina Howard Georgina Howard Publicado el
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Muchos de estos cuerpos, que operan de forma regular, se han convertido en la caja negra de los gobiernos estatales

Enrique Peña Nieto tendrá que limpiar la casa y hacer una reestructuración profunda  de la seguridad pública, pues solo en este año los casos de secuestro incrementaron un 200 por ciento.

Es fundamental que el próximo gobierno fortalezca el sector de seguridad privada y lo diferencie de las fuerzas policiales auxiliares “que no son ni públicas ni privadas” y sí se han convertido en las cajas negras de los gobiernos estatales, afirma Alejandro Desfassiaux, director del Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial.

En entrevista con Reporte Indigo, considera que, de no ser por el apoyo del Ejército mexicano y la Marina, “el país viviría una crisis total”, por el incremento desmedido de la delincuencia y el incumplimiento de las promesas en los tres últimos sexenios.

“Sin estas dos instituciones, no se hubiera podido combatir el crimen”.

Si bien en esta administración hubo avances como la Ley Federal de Seguridad Privada, que se aplicó dentro del Sistema Nacional de Seguridad Pública, no se ha logrado dar transparencia a las policías auxiliares y de vigilancia bancaria del país, advierte.

“Sobre todo, porque se les destina a labores de seguridad pública sin tener la capacitación necesaria, además de que no reciben salarios dignos y se convierten en víctimas probables del delito”.

Aconseja incorporar a las empresas de seguridad privada en el Consejo Nacional de Seguridad Pública, a fin de fortalecer la lucha contra la delincuencia.

Con ello, afirma, se reforzarán las fuerzas públicas, se evitará que el erario pague a intereses privados y se tendrá un control sobre una figura policial que se maneja a su libre albedrío.

Además, se evitará que el personal que carece de preparación e infraestructura realice actividades de seguridad privada y se eliminará la competencia desleal en el sector, ya que estas fuerzas auxiliares se llevan hasta el 60 por ciento del negocio. Con esto se impedirá el abuso sobre un personal que trabaja en condiciones irregulares y se limitará la infiltración del crimen en las fuerzas policíales.

“México no necesita policías a montón, lo que necesita son elementos capacitados, bien pagados y que no cedan ante las ofertas de la delincuencia”. 

El mando único

De ahí la necesidad, insiste Desfassiaux, de crear un mando único policial que impida la actual dispersión entre fuerzas de orden locales, municipales, estatales y federales, sobre las que no se ejerce control y mucho menos se obtiene éxito.

Por ejemplo, 100 mil policías bien pagados, certificados y capacitados, realizarían una labor mejor que los 400 mil que actualmente existen en todo el país, señala.

Recuerda que, en administraciones pasadas, hubo intentos en este sentido, como la creación de la Policía Federal Preventiva en el sexenio de Zedillo, que, en el primer año de gestión de Fox, se integró en la Secretaría de Seguridad Pública.

En el sexenio actual desapareció la Agencia Federal de Investigaciones y surgió en su lugar la Policía Federal Ministerial.

“Varios intentos que, de no ser por la actuación positiva de las Fuerzas Armadas, habrían tenido unos resultados mínimos”, expresó.

De ahí que la reubicación de las policías auxiliares en funciones de apoyo a la seguridad pública permitirá contar con elementos profesionales, hará desaparecer las cajas chicas de los Estados y brindará una mayor y mejor seguridad a los ciudadanos, concluyó.

Propuestas

Alejandro Desfassiaux recomienda también ubicar en el Ejército y la Marina a los mandos de inteligencia más fiables, darles una oportunidad y trabajar estratégicamente con ellos.

Hay que devolver a las Fuerzas Armadas a sus funciones habituales. Entre otros puntos habría que:

— Fortalecer la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) con un área de Inteligencia más sólida que permita atajar los recursos financieros del crimen organizado.

— Realizar una lucha frontal contra el narcotráfico, narcomenudeo; producción, distribución y venta de piratería; asalto, secuestro y secuestro express. “Es indispensable atajar los recursos financieros de la delincuencia organizada”.

— Establecer una coordinación entre la Secretaría de Hacienda, Seguro Social, ISSSTE, Registro Civil, IFE, Transporte y Vialidad, Relaciones Exteriores y Centros Penitenciarios con un modelo computerizado, que bajo el mando único establezca un programa de cero tolerancia a faltas administrativas.

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