Liberan orden de aprehensión contra familia Jenkins, orquestadora de fraude filantrópico

Se espera que en los próximos días sea solicitada la extradición de los señores Jenkins de Landa quienes se encuentran ubicados en California, Estados Unidos
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El pasado 4 de junio un Juez de Control del Estado de Puebla liberó una orden de aprehensión en contra de miembros de la familia Jenkins y sus abogados por su probable responsabilidad de un fraude por más de 14 mil millones de pesos en contra de la fundación Mary Street Jenkins en detrimento de la sociedad poblana.

Las autoridades judiciales buscan a Roberto, María Elodia, Margarita, y Juan Carlos Jenkins de Landa, Elodia Sofía de Landa Irizar de Jenkins, Juan Guillermo Eustace Jenkins y a sus abogados Virgilio Rincón Salas, Alejandro González Muñoz, y Carlos Román Hernández, quienes se encuentran prófugos.

El pasado 16 de marzo, un Juez de Control con sede en Almoloya de Juárez, libró una orden de aprehensión en contra de los Jenkins de Landa y sus abogados, por el delito de lavado de dinero, por lo que ésta es la segunda orden de captura librada en su contra por el desfalco de los activos de la fundación.

Se espera que en los próximos días sea solicitada la extradición de los señores Jenkins de Landa quienes se encuentran ubicados en el estado de California, Estados Unidos.

Un poco de historia

La fundación Mary Street Jenkins fue creada en 1954 por William O. Jenkins, quien dispuso que toda su fortuna debía permanecer en beneficio de la sociedad poblana, prohibiendo expresamente que sus descendientes, ahora prófugos de la justicia, se beneficiaran de su patrimonio, pues únicamente podrían fungir como patronos sin ser dueños de ningún activo de la fundación.

Sin embargo, en contra de la voluntad de su fundador, en abril de 2014, Roberto, María Elodia, Margarita, y Juan Carlos Jenkins de Landa, Elodia Sofía de Landa Irizar de Jenkins y Juan Guillermo Eustace Jenkins, dispusieron ilegalmente del patrimonio de la fundación Mary Street Jenkins.

A través de una estructura de empresas fantasma creadas en Aguascalientes, Jalisco y Panamá, sus abogados Virgilio Rincón Salas, Alejandro González Muñoz, y Carlos Román Hernández lograron desviar los activos de la fundación.

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