Liberan al mexicano Manuel Guerrero en Qatar tras haber sido encarcelado por ser homosexual
A pesar de no existir una acusación formal en su contra, Manuel fue condenado a al menos 30 días de prisión, pero su defensa apeló la decisión
Roberto TrejoManuel Guerrero, ciudadano mexicano-británico, fue liberado de la prisión en Doha, Qatar, después de más de un mes de encierro, según informó su hermano, Enrique Guerrero.
El hombre fue detenido el 4 de febrero por sus preferencias sexuales, y desde entonces se le negó el tratamiento contra el VIH que necesita para vivir, denunció su hermano.
A pesar de no existir una acusación formal en su contra, Manuel fue condenado a permanecer al menos 30 días tras las rejas en una audiencia el pasado 13 de marzo.
Sin embargo, la defensa legal del detenido apeló la sentencia, aunque aún no se cuenta con el expediente del caso. El juez qatarí concedió la libertad condicional en la víspera.
Enrique Guerrero expresó su alivio por la liberación de su hermano, aunque señaló que persiste la criminalización. “Aún no podemos cantar victoria”, advirtió. A pesar de seguir sometido a investigación, Manuel podrá continuar con su tratamiento antirretroviral, aunque dicho medicamento no está disponible en Qatar.
Así fue la trampa para detener a Manuel Guerrero en Qatar
El detenido fue arrestado después de acudir a una cita concertada a través de una aplicación, donde fue recibido por la policía qatarí. Las autoridades crearon un perfil falso y le indicaron a Manuel que acudiera con más personas de la comunidad LGBTI. Otro hombre marroquí también fue detenido en la operación y permanece encarcelado.
El caso ha generado indignación y movilización por parte de colectivos LGBTI y familiares, quienes han exigido a los gobiernos de Reino Unido y México que intercedan por Manuel, quien cuenta con ciudadanía de ambos países.
Las autoridades cataríes han sido acusadas de sembrar metanfetamina para inculpar a Manuel y al otro detenido, quienes han sufrido tortura psicológica durante su encierro, incluida la privación de agua y alimento, y la prohibición de cortarse el cabello y las uñas por temor (sin fundamento) a la propagación del VIH.