‘La Iglesia Católica, la cual mantiene una férrea oposición a las políticas progresistas, como el derecho al aborto, y el reconocimiento a los derechos de la comunidad LGBTTTI.
Su negativa ha ido acompañada de medidas de presión y ahora emprendió una nueva ofensiva al orquestar movimientos de protesta en contra de la propuesta presidencial para legalizar los matrimonios igualitarios en todo el país.
La marchas del pasado 10 de septiembre en varias ciudades del país, fueron convocada formalmente por el Frente Nacional por la Familia, y aunque se ha deslindado, la Iglesia y otros grupos de ultraderecha estarían detrás del movimiento.
Bajo el cobijo del Frente Nacional por la Familia, están diversos grupos con vínculos a sectores evangélicos, cristianos y católicos, que han sido muy críticos con la propuesta presidencial que busca reconocer el matrimonio igualitario.
En diversas partes del país, obispos y representantes de la jerarquía católica aprovecharon el púlpito no solo para convocar a la marcha, sino que lo han usado para exponer el rechazo a dichas políticas, una práctica contraria al estado laico.
Tras las denuncias de la presunta campaña que se estaba orquestando desde la iglesia para apoyar las marchas, la arquidiócesis de México tuvo que deslindarse públicamente, aunque las dudas sobre su intervención estaban sembradas.
Pocas veces se había visto un poder de convocatoria tan grande como el que lograron los grupos conservadores del país, y de igual forma tenía mucho tiempo que la ultraderecha no tomaba las calles de la forma en que lo hizo el pasado sábado.
El Frente Nacional, la Iglesia, la extrema derecha del país, y grupos afines mostraron un amplio poder de convocatoria.
Ya en la Ciudad de México, con la legalización del aborto en 2007 o la de los matrimonios igualitarios en 2009, los grupos conservadores se manifestaron a los decretos, sin embargo, con un gobierno de izquierda, las protestas no rindieron frutos.
Hoy, presionan al Gobierno Federal.
No es prioridad
El pasado 17 de mayo, el presidente Enrique Peña Nieto anunció que enviaría al Congreso, una iniciativa para modificar el artículo 4 constitucional para incluir el derecho al matrimonio igualitario.
Sin embargo, aunque la propuesta ya se encuentra en el Congreso de la Unión, el PRI no la considera dentro de la agenda prioritaria para el periodo actual, y no tiene fecha para su discusión.
Tras los resultados en las elecciones del pasado 5 de junio, en donde el tricolor ganó solo cinco
gubernaturas, y perdió bastiones que no habían conocido la alternancia, hubo voces, incluso dentro del propio partido, que atribuyeron la derrota a la propuesta presidencial.
El órgano oficial
La editorial de semanario Desde la Fe, publicada el pasado domingo 11 de septiembre, un día después de las manifestaciones en diversas partes del país, es dedicada a una entrevista con Richard Cohen, sobre la supuesta reversibilidad de la homosexualidad.
El título es “No se nace homosexual”.
El terapeuta –que es descrito como uno de los mayores expertos en el campo de la reorientación sexual– afirma que el cambio de homosexual a heterosexual es una realidad posible, pues en su caso, así sucedió.
El psicoterapeuta, señala que está convencido de que no hay evidencias de que la homosexualidad esté determinada por la genética hormonal u otro factor particular, por lo que no se puede decir que se nace con esas inclinaciones.
Ya el pasado 5 de junio, mismo día de los comicios estatales, el semanario católico había criticado fuertemente lo que llamó una “irresponsable iniciativa” del presidente Peña Nieto, afirmando que no contaba con una favorable opinión pública y aprobación.
Una semana después, el 12 de junio, fue aún más fuerte en sus señalamientos, y en su editorial titulada “Merecido voto de castigo”, arremetió nuevamente contra el presidente y su partido, quien recibió el voto de castigo, según la publicación, por ir en contra del sentir social al proponer los matrimonios igualitarios.