“Obviamente se tienen que hacer estacionamientos, pero no para promover el uso del automóvil, sino para que la ciudad sea más habitable”
La nueva Ley de Desarrollo Urbano, que pretende aprobar el Congreso local, no obliga tener cajones de estacionamiento en conjuntos urbanísticos y prevé una reducción de hasta el 50 por ciento en edificios multifamiliares.
Esto de entrada podría sonar una buena idea, pero no en esta área metropolitana diseñada para el vehículo, pues el uso del auto es indispensable para los ciudadanos por no contar con un transporte público deficiente.
Además, en esta Ley, a decir de ecologistas, no existen artículos a favor de la conservación de la naturaleza, por lo que podría detonar un desarrollo sustentable negativo en el área metropolitana.
En el artículo 305, en el apartado de las autorizaciones sobre el número de cajones de estacionamiento requeridos en un inmueble horizontal, tendrán una reducción.
“En los siguientes porcentajes predios habitacionales multifamiliares del segmento social de hasta 50 por ciento, predios habitacionales multifamiliares del segmento medio un 30 por ciento”, dice la Ley.
Mientras en el artículo 277 de este dictamen urbanístico, las empresas inmobiliarias para desarrollar conjuntos habitacionales y que están en una pendiente natural del 30 por ciento, no tendrán la obligación de contar con cajones de estacionamientos.
“No estará permitido cocheras, cajones de estacionamientos o edificaciones con accesos distintos a los descritos; y tendrán rejas, bardas o muros de contención necesarios para brindar seguridad” señala la nueva ley.
La construcción de un desarrollo inmobiliario podría detonar un conflicto con vecinos, quienes tendrán que soportar la llegada de más autos, quienes podrían estacionarse en otras propiedades.
Cabe recordar que en Nuevo León se tiene un parque vehicular de un millón 900 mil autos.
El ecologista Guillermo Martínez Berlanga aseguró que esta Ley no cuenta con desarrollo sustentable, pues asegura que solo ve por los intereses de las empresas inmobiliarias, a quien las calificó como “Los Cárteles Inmobiliarios”.
“Hay dos desarrollos, el desarrollo redituable, que te dice cuánto de rendimiento por mi lana y el desarrollo sustentable, que dice no afectamos a la naturaleza, respetamos las áreas verdes, los ríos, los arroyos y las pendientes.
“Obviamente se tienen que hacer estacionamientos, pero no para promover el uso del automóvil, sino para que la ciudad sea más habitable, porque luego te la cambian, porque si no quieres que use el automóvil dame un transporte sustentable, donde yo me pueda trasladar”, dijo el ecologista.
También esta ley permitirá la construcción en pendientes de más del 45 por ciento, además invade competencias municipales y reduce los porcentajes de cesión de espacios en áreas por desarrollar.
Incluso, existen términos como las llamadas zonas de consolidación, que no define cómo son o cómo operarían, tampoco no se refiere a la aplicación de mecanismos financieros y fiscales para la recuperación de plusvalías y duplica las densidades de los desarrollos inmobiliarios.
La ‘ley de la selva’
La nueva Ley de Desarrollo Urbano pretende acabar con las áreas verdes públicas, pues no contempla candados para la construcción de más complejos inmobiliarios, asegura el ecologista Guillermo Martínez Berlanga.
“Es la ley de la selva. No hay nada a favor de la naturaleza, no hay nada a favor del ciudadano, no hay nada a favor de la niñez, están violando todos los convenios internacionales a favor de la niñez, desde el momento que se destruyen los parques.
“Un estado que tiene 2.4 por ciento de su total de superficie de reservas ecológicas… y a eso les dan manos libres a los desarrollos inmobiliarios, pues está mal”, dijo Martínez Berlanga.
Acusó al titular de Desarrollo Sustentable del Estado, Roberto Russildi, de intentar acabar con la reserva natural del Obispado, pues se contempla construir desarrollos.
“Te pongo un ejemplo, el caso del Obispado es una zona de reserva ecológica estatal, y ya está en la mira de Salomón Marcuschamer y Roberto Russildi, se lo van a chingar esa zona, el desarrollo redituable, te dice cuánto de rendimiento por mi lana, lo demás quítamelo, no es desarrollo sustentable”, dijo Berlanga.
Aseguró que las empresas inmobiliarias buscan que se les ajuste la Ley de Desarrollo Urbano a sus intereses.
“Quieren que se les ajuste la ley, como no sabía que las leyes se acomodaban a intereses, imagínate que los asesinos de la ecología se les ajuste la ley. Este ley viola los acuerdos sobre cambio climático en París”, dijo Berlanga.
Se pretende aprobar en dos meses
Esta nueva Ley de Desarrollo Urbano se pretende discutir y aprobar en dos meses, y todo apunta que no habrá cambios.
Diferentes urbanistas han señalado públicamente que este dictamen no está alineado para tener un desarrollo sustentable, que vaya en beneficio de los ciudadanos, pues aseguran que tiene errores técnicos.
Hasta el momento los diputados del Congreso local defienden esta nueva ley, pero no descartan hacer unas modificaciones, pero hoy en día el tema ya no se ha tocado.
Alcaldes metropolitanos también se mostraron a favor de esta ley, pues podrían desarrollar espacios públicos en viviendas, centros comerciales y edificios acabando con las áreas verdes.
