Gracias a la aplicación de la Ley de Amnistía, el Poder Judicial del Estado de México otorgó a más de mil personas privadas de la libertad el “olvido legal” del delito que cometieron.
Ahora, estas mil ocho personas están libres, sin antecedentes penales y con una segunda oportunidad de vida.
Al respecto, el magistrado Ricardo Sodi Cuellar, presidente del Tribunal Superior de Justicia mexiquense, explicó que la Ley de Amnistía concede una segunda oportunidad a quienes no causaron lesiones y repararon el daño a sus víctimas. Al tiempo que se despresurizan los centros de detención de delitos.
“Esta ley da una oportunidad a quienes cometieron por única vez una conducta inadecuada, que por circunstancias económicas, sociales o del entorno cultural delinquieron, pero que pueden ser rescatables del ambiente penitenciario. Es una ley que se aplica con estudio profundo de los casos y velando siempre por las víctimas”, abundó.
Del 26 de marzo al 16 de agosto de este año, el Tribunal Superior de Justicia mexiquense ha recibido 2 mil 792 solicitudes de amnistía, de las cuales 34 han sido presentadas por organizaciones civiles o por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
Este recurso legal favorece a aquellas personas que sin antecedentes cometieron algún delito, se encuentran sujetas a una investigación, no ha iniciado su juicio o que ya cuentan con un veredicto del juez y previo al otorgamiento de la amnistía, cumplieron con el pago de la reparación del daño.
Un caso de la Ley de amnistía
En 2015 Julio robó 340 pesos de una tienda de abarrotes junto con su amigo. A los jóvenes “se les hizo fácil” entrar, amagaron a su víctima y le robaron.
A la huida, una patrulla los agarró. Julio fue detenido y posteriormente sentenciado a ocho años y seis meses de prisión.
Después del incidente, relata, su familia se vino abajo, perdieron toda esperanza y al publicarse los lineamientos del Poder Judicial del Estado de México para acceder a la Amnistía, sus padres y hermanos “vieron la luz al final del túnel”.
“Cuando me leyeron que me daban mi inmediata libertad, sin antecedentes. Me quedé atónito. Ni reía, ni nada. Me decían ‘tu estás perdonado’. Es verdad y hoy te vas”, expresó el joven de 27 años de edad.
El caso de Julio es de una de las más de mil historias de perdón que se han registrado gracias a la Ley de Amnistía propuesta por la LX Legislatura de la entidad, y aplicada por el Tribunal Superior de Justicia en coordinación con las secretarías de Seguridad y de Justicia del Gobierno del Estado de México, y la participación de la Fiscalía General de Justicia local.