El ataque de esta mañana en las instalaciones del Colegio Americano del Noreste que dejó hasta el momento, cinco heridos, cuatro de ellos de gravedad y un muerto, el autor del ataque, habría sido anunciado el martes por la noche en redes sociales.
De acuerdo con versiones que circulan en Internet, el menor Federico “N” pertenecía a un grupo de redes sociales llamado “Legión Holk”, un grupo de ‘trolls’ que busca principalmente, mantenerse en la conversación a través de temas polémicos posicionando hashtags controversiales.
En las imágenes que circulan, aparentemente un miembro de ese grupo cerrado de Facebook anunció la noche del martes 17 de enero sobre la masacre que realizaría all día siguiente en su colegio.
En el video de la agresión que circuló esta mañana se observa el interior de un salón de clases mientras los alumnos trabajaban en grupos de seis con sus mesas juntas, el menor que disparó se encontraba en una mesa trabajando individualmente detrás de la puerta, junto a la pared, cuando dos chicos se acercan a hablar con el presunto agresor, uno de ellos sale del salón y el otro permanece unos instantes con él, al darse la vuelta hace una seña a la maestra, que no se percata y sigue recogiendo lo que parecen ser unas tarjetas.
Entonces la maestra camina dando la espalda a ambos menores y en ese momento, el joven que estaba en la mesa detrás de la puerta se levanta y comienza a disparar, primero a uno de sus compañero, luego a la maestra y posteriormente a otras alumnas.
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El joven comienza a caminar hacia atrás y se lleva el arma a la cabeza con la intención de dispararse pero se da cuenta que la carga se había agotado, por lo que tranquilamente se acerca a su mochila para colocar el otro cargador, en esos instantes en los que todos los alumnos aparecen agazapados en sus mesas se observa a uno de los menores con los que habló antes de la agresión, caminar delante de las mesas, titubeante se agacha un momento, pero se vuelve a poner en pie y sale del salón sin ser agredido por el atacante.
Personalidad neurótica
Para el Doctor en Filosofía Gestalt, Carlos Esteve Gutiérrez, podría tratarse de un joven con una estructura de personalidad neurótica con una problemática en la adolescencia, una de las etapas más vulnerables al medio social, así como a la influencia de los amigos y las redes sociales.
Aunque, aún no se han dado avances en las investigaciones, y pese a que el también Maestro en Tanatología no cuenta con todo el perfil psicológico del agresor, de acuerdo a su experiencia, el comportamiento del menor muestra que se trató de un hecho planeado y “es difícil que un adolescente por si mismo plantee algo tan complejo como lo que vemos en el video”, dijo en entrevista para Reporte Índigo.
El experto en psicología explicó que a menos, que el atacante contara con una estructura de personalidad psicótica, cuya característica principal es no tener conciencia y mantenerse aislado en un mundo totalmente ajeno, “el niño habría estado buscando aprobación de un grupo social que para él era importante”.
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Esteve Gutiérrez explicó que todos los adolescentes buscan aceptación para consolidar su personalidad y en esta edad es común que los menores sean más vulnerables a los factores sociales que constantemente lo están bombardeando, “pueden ser las redes sociales las que influyan” en su conducta.
Tras observar las imágenes, el psicólogo estima que el joven actuaba en control, lo que podría demostrar que no se trató de un hecho espontáneo y que, más bien, habría sido planeado con alguien más, “pudo haberlo platicado con algún amigo o familiar”.
Sin embargo, las apreciaciones del especialista se fundamentan en lo que pudo observar en los videos difundidos esta mañana en redes sociales, ya que las causas que llevaron a Federico ”N” a disparar contra sus compañeros y maestra pueden ser variables, “probablemente fue una cuestión de bullying de abuso, quizá alguien le dijo o vio en redes sociales videos pudo haber sido la respuesta más sencilla que tomó ante algo que le estaba incomodando”.
Nota: El especialista emitió su opinión sobre las conductas adolescentes sobre fenómenos sociales de este tipo, sin contar con datos del expediente del menor, únicamente basándose en su experiencia con adolescentes. Aseguró que de haber contado con los datos clínicos del joven autor de la agresión en Monterrey, por ética no habría podido hablar del caso en particular.
