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Acostumbrado a ganar, al empresario Carlos Slim ahora le tocó perder.
A pesar del jaloneo legal para suspender la multa por no pagar los impuestos con su empresa Claro en Ecuador desde el 2006, Slim tendrá que desembolsar 123 millones de dólares.
La Corte Nacional de Justicia (CNJ) ecuatoriana dio la razón al Gobierno respecto al reclamo que realizaba para cobrar un saldo pendiente de la deuda que mantenía la empresa extranjera por no pagar el Impuesto a la Renta entre 2003 y 2006.
Pero no solo eso, el empresario mexicano deberá añadir 29 millones de dólares más por la omisión en el reparto de utilidades a los trabajadores.
Su empresa Claro, que forma parte de América Móvil, es el principal proveedor del servicio de telefonía celular y controla el 67 por ciento del mercado ecuatoriano.
En 2012, un tribunal ecuatoriano ya había sentenciado en primera instancia a la empresa por no pagar 193 millones de dólares.
Aunque en julio de 2013, la empresa de Slim aseguró que había pagado 114 millones de dólares al SRI, lo cierto es que tampoco cubrió el monto total de su adeudo fiscal que ascendía a 250 millones de dólares.
En marzo de este año, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del puerto de Guayaquil, Ecuador, aceptó tramitar la demanda presentada por la empresa de Slim en contra de la resolución que la Superintendencia de Control del Poder de Mercado dictó un mes antes.
La suspensión temporal del pago, se dijo en aquel entonces, fue para no afectar la libre competencia, sin embargo, se dio a conocer un día después de la visita del presidente Enrique Peña Nieto a su homólogo Rafael Correa, en donde se anunciaron diversos acuerdos bilaterales.
Casi dos meses y medio después, el gobierno ecuatoriano retomó su demanda y la ganó en segunda instancia para que la telefónica del emporio Slim pague sus impuestos.
