El boom inmobiliario en la capital del país tiene un nuevo aliado: las notarías públicas. Y es que el 75 por ciento de las nuevas obras incumplen con los requisitos de ley, y aún así reciben sus escrituras.
Así lo señala un informe de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), donde se constata que la mayoría de proyectos habitacionales no cumplen con el uso de suelo, están en predios intestados o no cuentan con estudios de factibilidad del agua, pero consiguen el aval de los notarios.
Por esa razón, la Comisión de Notariado de este órgano legislativo aprobó –en la Diputación Permanente– un exhorto mediante el cual buscan evitar que las 250 notarías públicas del DF incurran en prácticas violatorias a la ley.
Durante los últimos seis años, la edificación de complejos habitacionales se ha acentuado en todo el territorio capitalino, principalmente en las delegaciones Benito Juárez, Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Azcapotzalco, Gustavo A. Madero y Coyoacán.
El tema de fondo es que de acuerdo con los legisladores locales, esta es una señal de alerta de que la corrupción puede tener una nueva vertiente, que pondría fin a los problemas de la industria de la construcción.
Actualmente, se construyen conjuntos que violan el uso de suelo, no cuentan con licencias de construcción que expiden las jefaturas delegacionales y tampoco son inspeccionados por el Instituto de Verificación Administrativa del DF.
Es un problema donde todas las autoridades se responsabilizan mutuamente y nadie pone un alto a la venta de departamentos irregulares, que ahora están escriturando sin mayor problema.
Es más, ante la presión mediática y de los líderes vecinales, solo unos cuantos proyectos han sido demolidos, de un universo donde al año se superan las 400 construcciones, según reportes oficiales.
Normativamente, existen diversos candados para evitar que una obra sea entregada cuando no cumple con todos los permisos que marca la ley en el Distrito Federal.
Pero la actividad notarial se ha convertido en una aduana que facilita la entrega formal de los conjuntos habitacionales.
El modus operandi
De acuerdo con el vicepresidente de la Comisión de Notariado en la ALDF, Víctor Hugo Lobo Román, los notarios del Distrito Federal deben abstenerse de elaborar escrituras de bienes inmuebles (obra nueva individual o condominal), si el solicitante no presenta el documento oficial de conclusión de la obra que emite la delegación.
Sostiene que el documento denominado “autorización de uso y ocupación” es el único que acredita la legalidad de la construcción de un inmueble en la escritura pública correspondiente.
“Este documento que expiden las delegaciones es el último acto de verificación que tienen las autoridades para corroborar que las construcciones cumplen con todos los requisitos legales para poder ser habitados, por lo tanto, ningún otro documento le da al notario la certeza de que la obra es legal”.
En entrevista con Reporte Indigo dijo que en la práctica, lo que hacen los desarrolladores inmobiliarios, es presentar ante las ventanillas únicas delegacionales el Aviso de Terminación de Obra, y solo con ese trámite solicitan a los notarios la elaboración de escrituras.
“Se está generalizando esta práctica indebida, mediante la cual los gestores de las inmobiliarias tramitan ante los notarios las escrituras correspondientes de compra venta de inmuebles únicamente con el acuse de recibido de su aviso de terminación de obra ante las delegaciones, vulnerando el Estado de Derecho.
“En este escenario se encuentran miles de familias que han adquirido su patrimonio a base de enormes esfuerzos, y que hoy tienen clausurados sus edificios porque, a pesar de que los desarrolladores entregan el bien inmueble con escrituras, estas obras no cumplen con todos los trámites y requisitos a los que estaban obligados”, comenta el legislador.
Según lo estipulado en los artículos 9 y 10 de la Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles para el Distrito Federal, los notarios deben solicitar el documento que avale la legalidad de la obra.
Sin embargo, en la práctica, con el simple aviso de terminación de obra entregan las escrituras.
Por esa razón, el diputado perredista Víctor Hugo Lobo solicitó una revisión minuciosa a las construcciones que se están desarrollando y las que recientemente se concluyeron.
“La función y naturaleza notarial es compleja, puesto que obedece a guardar los equilibrios e interés de todas las partes y del orden jurídico justo y equitativo de la ciudad. Pero la ciudadanía necesita de su apoyo en la protección del patrimonio de cada uno de los capitalinos”, expresa Lobo.
Las quejas más frecuentes
Entre las delegaciones que concentran mayor número de quejas por obras irregulares están Benito Juárez, Álvaro Obregón y Cuauhtémoc.
Tan solo en la primera, de extracción panista, las denuncias son una constante. Por eso el jefe delegacional Jorge Romero aseguró en entrevista con los medios de comunicación que tiene detectadas 209 construcciones que violan la ley.
Ahí afirmaron que de ese número, 50 obras ya fueron suspendidas por incumplir con los usos de suelo y demás requisitos, mientras que un total de 18 se clausuraron en definitiva.
En aquella ocasión aseguraron que de acuerdo con la Procuraduría del Ordenamiento Territorial (PAOT), los mayores índices de violaciones a usos de suelo estaban en Álvaro Obregón y Cuauhtémoc.
Es así como en los últimos meses la delegación que encabeza Leonel Luna (Álvaro Obregón) y el Instituto de Verificación Administrativa (Invea DF) acordaron implementar una campaña de verificación de Usos de Suelo en obras y establecimientos mercantiles.
“En años recientes hemos visto cómo se ha generado una oleada de presiones en contra de las normas, sobre todo en las zonas que presentan las más altas plusvalías, como Jardines del Pedregal, la Florida, Chimalistac, San Ángel, San Ángel Inn y que son justamente las zonas donde se registran las mayores quejas vecinales”, dijo Luna.
Ellos afirmaron que el objetivo era evitar la proliferación de obras irregulares, pero un informe del Invea DF del mes pasado y que ya fue publicado por esta casa editorial, revela que las delegaciones tampoco concentran sus energías en revisar la legalidad de las construcciones.
Y ahora, las notarías otorgan escrituras sin que se cumplan todos los permisos.