En una segunda entrega, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) publicó 75 fotografías de las evidencias presentadas en el juicio por el asesinato del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana.
Las imágenes muestran el arma y las balas que disparó Mario Aburto al político mexicano aquélla trágica tarde durante un mitin que le arrebatarían la vida al priísta en Baja California.
En las evidencias resguardadas por décadas en un juzgado en Toluca, Estado de México, se hallaron “fotografías, el libro de actas de Aburto, un cuaderno de dibujos hechos por él mismo; así como materiales relacionados con el magnicidio”.
En la caja de la causa penal 4/94 se encontró el revólver y los proyectiles asesinos; aspectos de la ojiva y los casquillos hallados en la escena del crimen; fotografías del mitin del priísta; sobres que guardaban las evidencias del caso; negativos empolvados que quizá podría aportar más datos y pistas para entender el hecho; y decenas de videocasetes VHS, muy comunes en la época.
Además fotografías de cuando Aburto Martínez recreó el asesinato e intentó negar ante las autoridades que solo hizo un disparo y no dos como se supo por años; un itinerario que Colosio no esperaba jamás concluir; la letra del asesino solitario analizada por los peritos, entre un “libro de actas” donde el victimario publicó sus memorias y una serie de dibujos donde tal vez existían indicios o explicaciones del por qué cometió tal atrocidad contra el político que los mexicanos veían como un Presidente prometedor.
En la muerte del abanderado Presidencial priísta, que en un día cumple un cuarto de siglo, los mexicanos más que preguntarse ¿por qué lo asesinaron?, se cuestionan: ¿qué habría pasado si Colosio hubiera sido Presiente de México?
