La construcción del tren ligero García-Aeropuerto, proyecto que ha sido impulsado por los gobiernos de Jaime Rodríguez Calderón y del presidente Andrés Manuel López Obrador, se podría “descarrilar” por un tiempo, pues es necesario que culminen las obras del Anillo Ferroviario Monterrey.
Éste liberaría 172 kilómetros de vías ferroviarias, aproximadamente, pero aún cuenta con un retraso en su construcción de un 30 por ciento. El Gobierno estatal, a través de Manuel Vital, secretario de Desarrollo Sustentable, informó el 16 de mayo que sólo lleva un avance de 70 por ciento.
Por más de 17 años, la empresa Ferrocarril Mexicano, S.A. de C.V. (Ferromex), la cual tiene la concesión de la vía que conecta la ciudad de Tampico, Tamaulipas, con Nuevo León, ha prolongado terminar 21 kilómetros de este circuito ferroviario. A la fecha falta un tramo de 17 kilómetros por construir.
Mientras que la compañía Kansas City Southern de México, cuya longitud es de 39 kilómetros dentro del área metropolitana, dispone del patio de ferrocarriles, en la avenida Manuel L. Barragán, en Monterrey.
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El exdiputado federal, Abel Guerra, quien impulsó una reforma a la Ley Reglamentaria del Sistema Ferroviario para sacar los trenes del área metropolitana, dijo que para que se concrete el proyecto del tren ligero, primero Ferromex tendría que acabar el Anillo Ferroviario Monterrey.
“Primero tiene que terminar el libramiento, entonces, no tiene por qué circular más, porque ya no les conviene, pues para los ferrocarriles se les dificulta circular o entrar en la ciudad. Todas las obras presentan problemáticas, creo que por ahí hay un juicio de amparo, pero la obra sigue y son conflictos normales que se tienen que resolver y ejecutar”, consideró Guerra, en entrevista con Reporte Índigo.
El jueves 13 de junio, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) publicó el convenio de colaboración de coordinación de acciones con el Gobierno estatal, para el proyecto del tren ligero, que recorrería 62 kilómetros del área metropolitana en 2021.
Apodaca, Monterrey, San Nicolás, San Pedro, Santa Catarina y García son los municipios que atravesaría el tren
El costo estimado es de 13 mil millones de pesos. Este tren ocuparía la ruta ferroviaria Monterrey-Matamoros, que esta concesionada a la empresa Kansas City Southern de México, S.A. de C.V.(KCSM).
Guerra asegura que para que se liberen las 166 hectáreas de patios de ferrocarriles, primero Ferromex también tendría que acabar la construcción del anillo ferroviario.
13 mil
“En cuanto se construya el libramiento que, si no lo construyen puede perder la concesión, pero lo van a hacer al terminar el libramiento. Kansas City Southern de México, que tiene el patio, dice para qué meto todos los ferrocarriles; mejor pongo mi terminal a la altura del libramiento y el terreno del patio lo regreso al Estado, ya que el gobernador convino con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que lo tuviera el Gobierno”, explicó el exdiputado.
Venta de terreno para terminal a Kansas
Waldo Fernández González, titular de la Representación del Gobierno del Estado en la Ciudad de México, reveló que para utilizar el terreno de ferrocarriles, ubicado sobre la avenida Manuel L. Barragán, antes tendrían que vender ese predio.
“Ha ido cambiando el proyecto, y para que pueda hacerse, acuérdate que se tiene que levantar de la venta de esos terrenos para poder hacerles sus instalaciones a Kansas, en donde ellos las quieren”, dijo el funcionario en entrevista con Reporte Índigo.
En caso de concretarse la venta del terreno se buscaría aterrizar un fideicomiso similar al de Parque Fundidora, de acuerdo con el Encargado del Despacho de la Coordinación Ejecutiva de la Administración Pública.
“Sería un esquema similar al Parque Fundidora cuando se hizo el fideicomiso, un patronato”, señaló Fernández González.
El costo de la reubicación se estima en mil 500 millones de pesos, revela el Plan de Desarrollo Ferroviario de Nuevo León 2011-2020.
Por su parte, el exdiputado federal, Abel Guerra, consideró que explotar el polígono de los ferrocarriles podría convertirse en un nuevo Valle Oriente o Parque Fundidora, pero a través de proyectos públicos-privados.
“Lo he venido planteando desde 1992 cuando fui alcalde de Escobedo, fui el primer alcalde del país que resolvió problemas sociales con recursos privados. Yo digo que los proyectos públicos-privados son una alternativa para que el Gobierno tenga crecimiento. Creo que ahí puede caber algún esquema de proyecto público-privados o en algunas partes, no necesariamente todo el desarrollo, pero es una decisión del Ejecutivo y del Congreso, es totalmente viable”, concluyó el exalcalde.
