Las dos vertientes de Temaca

“Lo reitero: Jalisco debe ser el principal beneficiado de las decisiones y no el que las padezca. No vamos a inundar Temacapulín”, se lee en el mensaje vía Twitter enviado por el gobernador electo Jorge Aristóteles Sandoval Díaz el pasado 29 de enero.

Un mensaje que llenó de esperanza a los pobladores del pueblo de Temacapulín, municipio de Cañadas de Obregón, en los altos de Jalisco, pero que también deja muchas dudas respecto a qué sucederá en los próximos meses.

Paloma Robles Paloma Robles Publicado el
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Hasta hoy la presa El Zapotillo lleva un 53 por ciento de avances en la construcción, según la propia Comisión Nacional del Agua
"Lo reitero: Jalisco debe ser el principal beneficiado de las decisiones y no el que las padezca. No vamos a inundar Temacapulín"
Aristóteles Sandoval Gobernador electo desde su cuenta de Twitter @AristotelesSD

“Lo reitero: Jalisco debe ser el principal beneficiado de las decisiones y no el que las padezca. No vamos a inundar Temacapulín”, se lee en el mensaje vía Twitter enviado por el gobernador electo Jorge Aristóteles Sandoval Díaz el pasado 29 de enero.

Un mensaje que llenó de esperanza a los pobladores del pueblo de Temacapulín, municipio de Cañadas de Obregón, en los altos de Jalisco, pero que también deja muchas dudas respecto a qué sucederá en los próximos meses.

Con su escueto mensaje, el gobernador electo se llevó las palmas de la opinión pública, algunas ONG’s y académicos. 

Pero también se vaticina un futuro complicado para las otras dos poblaciones, Acasico y Palmarejo, que hoy viven en la incertidumbre.

Además por ser un proyecto en el que intervienen varias instancias y niveles de gobierno, como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Comisión Estatal del Agua (CEA), y el Gobierno de Guanajuato, la declaración del gobernador electo parece meramente mediática. 

Y es que la millonaria inversión que ya se aplica en la presa pone en duda las declaraciones de Sandoval Díaz. 

Hasta hoy la presa El Zapotillo lleva un 53 por ciento de avances en la construcción,  según la propia Conagua. 

El monto total de la obra es de 5 mil 150 millones de pesos. Hasta 2012 se habían aplicado más de la mitad de estos recursos, es decir, 2 mil 715 millones de pesos.

En 2013 Conagua tiene contemplada una inversión de mil 312.6 millones de pesos, mientras que en 2014 se proyectan otros mil 66 millones.

Y es que aunque se defiende como urgentes los proyectos de abastecimiento de agua para la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), el mensaje del gobernador no da luces sobre cuál es la estrategia de dotación de agua. 

Con sus declaraciones, aún sin haber tomado protesta como gobernador, sólo deja en claro que el tema de infraestructura hidráulica será prioritario.

El negocio del agua

La palabras del gobernador electo abren un nuevo capítulo en materia de infraestructura hidráulica, un rubro con amplio presupuesto. 

En los últimos 10 años, la tarea de abastecimiento de agua abarcó gran parte de la agenda de los gobiernos panistas; solo en el gobierno de Emilio González Márquez se construyeron 18 presas en el estado.

Los presupuestos federales y estatales se coordinaron para grandes proyectos como Arcediano, El Purgatorio y El Zapotillo.

En Arcediano, por ejemplo, se invirtieron más de 500 millones de pesos en estudios y se logró el endeudamiento por más de 3 mil millones de pesos para efectuar el proyecto de abastecimiento de agua para la ZMG. 

El priista Enrique Dau Flores, entonces director de la CEA, hoy parte del equipo de transición de Aristóteles Sandoval, fue el encargado de ejecutar el proyecto Arcediano que, cinco años después de iniciado, fue cancelado.

La contaminación del Río Santiago, sumada a los malos manejos de los recursos y la presentación de otros proyectos hidráulicos, hicieron que el proyecto fracasara. 

No hubo cargos para ninguno de los funcionarios involucrados, pese al manejo discrecional de los recursos y las violaciones a derechos humanos en el desalojo de pobladores de la zona. 

Hoy Dau Flores es presidente del Consejo de la Cuenca del Río Santiago y se perfila para convertirse de nuevo en director del CEA y con ello revivir el proyecto cancelado por inviable.  

Y es que en días pasados el nuevo delegado de Conagua, José Elías Chedid Abraham,  manifestó que proyectos como Arcediano podrían ser alternativas a la presa El Zapotillo.

Consideró que El Purgatorio también es otra salida, sin embargo este proyecto requiere del agua del Río Verde, que a su vez almacenará El Zapotillo.

De hecho Conagua tiene presupuestados mil 276.1 millones de pesos para la construcción de “la presa derivadora y (el) sistema de bombeo Purgatorio-Arcediano, para el abastecimiento de agua potable en el Área Metropolitana de Guadalajara”, se lee en el presupuesto.

Pero desde el Congreso local también se ha operado para detener la licitación de las obras en El Purgatorio en tanto no llegue la nueva administración.

El proyecto de bombeo de El Purgatorio está parado gracias a un recurso legal, según informó el diputado Héctor Pizano en un comunicado de prensa.

Argumentando que la CEA no obtuvo permisos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la edificación de la obra, los diputados pidieron que se citara a comparecer al titular del organismo César Coll Carabias, quien había lanzado una licitación por más de mil 200 millones de pesos.

Esperan que la resolución de fondo del juicio interpuesto se dé una vez que el nuevo Gobierno del Estado entre en funciones.

Pero la Comisión Estatal del Agua también tiene injerencia económica en el proyecto.

En 2012 ejerció un presupuesto de 53.5 millones de pesos para el proyecto El Zapotillo.

Con ello se construyó gran parte del nuevo centro poblacional, en el poblado de Talicoyunque, que hoy cuenta con 32 viviendas.

Las obras de urbanización y construcción de vivienda están paradas; la inversión que ahí se hizo podría quedar en nada.

De hecho en el presupuesto del 2013 no aparece ninguna actividad ligada a El Zapotillo o a la comunidad de Temacapulín.

Sin respuesta

La defensa de los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo ha sido integral.

Una batalla legal a través de más de una decena de juicios abiertos, entre ellos una controversia constitucional para definir la soberanía del Estado en relación con el uso de sus recursos naturales, pues se sabe que 80 por ciento del agua que en la presa El Zapotillo se recaude será para León, Guanajuato. 

Hasta hoy la corte ha postergado la resolución de este juicio.

Pero la altura de la cortina, la inundación de Acasico y Palmarejo aún son temas que no tienen una resolución final, ni en los juicios, ni en la arena política. 

Ricardo Villanueva, encargado de la transición de gobierno, reconoció que la propuesta aun está en negociaciones y que incluso no han tenido contacto con los habitantes de esos pueblos. 

Pero sus declaraciones dejan entrever que la negociación será únicamente con la población de Temacapulín, poblado que lleva ocho años de enfrentamiento con el gobierno del estado y federal en oposición a la presa.

De hecho ya figuran algunas posturas sobre la altura que debe llevar la cortina. A la fecha el proyecto rebasa los 105 metros de altura. Con ello se inundan los tres poblados. 

Con la disminución a 80 metros -como aparentemente se pretende- la población de Temacapulín se salva, pero Acasico y Palamarejo quedan desprotegidos, y la dotación de agua para Jalisco también se vería mermada.

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