La candidata Irma Adriana Garza quiere ser alcaldesa por segunda ocasión en Santa Catarina, pero tiene cuentas pendientes que nunca solventó ante la ciudadanía ni frente al Congreso del Estado.
La también ex subsecretaria de Educación del Estado cometió irregularidades en su gestión de 2003-2006, pero gracias a su esposo Jorge Santiago Alanís, esa cuenta pública nunca fue dictaminada.
Y es que Alanís, hoy presidente del Congreso estatal, seguramente negoció como legislador bajo la mesa, incluso con diputados de otros partidos políticos.
Traicionando a la ciudadanía, los legisladores de mayoría priista habrían negociado en lo oscurito para que estas irregularidades de Irma Adriana no fueran dictaminadas.
De tal manera que las sanciones que arrojó la auditoría prescribieran con el tiempo.
Anomalías que fueron señaladas por la entonces Contaduría Mayor de Hacienda en marzo de 2007, bajo el expediente 4678 que fue enviado al Congreso del Estado.
Entre las observaciones del órgano fiscalizador, que entonces dirigía Ricardo Tavares Gámez, se encuentran gastos por encima del presupuesto y que no fueron aprobados por el Cabildo, así como erogaciones discrecionales.
La suma de irregularidades asciende a cerca de 35 millones de pesos.
La mayoría de las anomalías de la ex alcaldesa y hoy candidata priista es que no reportaba la justificación de gastos realizados en la administración.
Pero hay violaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública Municipal de Nuevo León.
Como al Artículo 130 y 133, que establece la obligación de que el presupuesto anual sea avalado por el Cabildo.
E Irma Adriana no respetó la ley, porque el Presupuesto de Egresos para los gastos del municipio de 2006 tiene un sobregiro de 17 millones 163 mil 606 pesos.
Sobregasto que no fue aprobado por el Ayuntamiento.
Otra observación de la Contaduría Mayor de Hacienda es que la administración de Irma Adriana no hizo las gestiones de cobranza de las cuentas pendientes por 20 millones 744 mil 322 pesos.
Dicha cartera son de saldos vencidos que provienen de ejercicios anteriores al 2006.
De la cual corresponden 4 millones 614 mil 269 pesos a la gestión de Irma Adriana.
De los préstamos otorgados para concluir la construcción de la Torre Administrativa Municipal, el órgano fiscalizador observó un aumento de 7 millones 638 mil 020 pesos, a $20 millones de pesos cerrados.
Y esto sin el consentimiento de un convenio de reestructura.
Tampoco se justificó el incremento de 783 mil 307.28 pesos para las obras presupuestadas en los programas de Inversiones y Obras Públicas, que correspondieron al rubro de instalación de semáforos y pavimentación, entre otros trabajos.
Y la falta de rigor en las finanzas fue siempre en detrimento de las cuentas municipales.
Irma Adriana también vendió carros del año en 40 mil pesos.
Y es que en septiembre de 2006 se concretó la venta irregular de una camioneta Chevrolet Silverado 2500, modelo 2000, como parte de una venta directa de 14 unidades chatarras.
Lo que provocó un quebranto a la administración al ser vendido un carro del año en 40 mil pesos.
En noviembre de 2004 se efectuó el pago de 90 mil pesos a una empresa de teléfonos por el servicio de instalación.
Sin embargo no se encontró el documento que evidenciaba el control de las casetas y su ubicación como justificación de lo pagado.
En materia de educación fueron dos órganos distintos los que otorgaron a las mismas familias becas y despensas para la escuela.
Cuando las becas debieron ser financiadas por el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FISM), pero sólo si ésta no recibiese ayuda por parte del Programa Federal Oportunidades.
Respecto a los trabajadores de la administración se les pagó sueldo sin cobrar el impuesto sobre la renta.
Y estas son sólo algunas de las observaciones no solventadas durante la administración de la ex alcaldesa Irma Adriana Garza Villarreal.
Una candidata que quiere llegar por segunda ocasión a una alcaldía, cuando ya demostró que no es una buena administradora y además tapa con engaños sus cuentas públicas.