El turismo médico es una de las cartas fuertes del Gobierno federal para reactivar al sector en el país luego de su caída a nivel mundial por la pandemia de COVID-19 y se divide en tres ramas.
El médico, que es básicamente el tratamiento de enfermedades y operaciones en general; el wellness, que consiste en promover el bienestar y un enfoque preventivo, y finalmente el de retiro, que es cuando las personas deciden vivir el final de sus días en México, define Fernando Tapia, director de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Toluca.
En esta industria, el país cuenta con factores a su favor como buenos médicos, que lo han posicionado como uno de los favoritos a nivel mundial.
En el índice del Medical Tourism Index 2016-2017, México ocupa el lugar número 3 en este rubro, solo por debajo de países como la India y Colombia; y por encima de otros como Canadá y República Dominicana.
Sin embargo, expertos señalan que en medio de la carrera para recuperarse por la pandemia y la crisis económica, la apuesta debería de ser contar con infraestructura asociada y certificaciones internacionales.
Sector golpeado
A nivel general, el turismo será el sector más golpeado por la emergencia sanitaria, de acuerdo con la Estimación de las afectaciones al turismo mexicano en 2020 como consecuencia de la pandemia de COVID-19.
El documento del Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur) y del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), explica que una de las razones son las restricciones a la movilidad de las personas impulsadas por los gobiernos en el mundo para reducir el contagio de la enfermedad.
Mientras que la recesión económica, aparejada con la enfermedad, supondrá una reducción en el ingreso disponible y el gasto de las familias.
“Ese dinero permitiría construir casi 11 Trenes Mayas y casi 8 refinerías como la de Dos Bocas. En otras palabras, la hemorragia diaria del turismo ante la falta de visitantes es equivalente a 4.1 mil millones de pesos diarios”, dice.
Por lo que se consideran necesarios todos los apoyos desde la política pública para paliar la pérdida de empleos y el cierre masivo de empresas.
Afectaciones
De acuerdo con un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado, la bonanza turística en el país cayó durante los primeros meses del 2020 debido a la propagación del coronavirus y afectó sobre todo a ciudades como Acapulco, Cancún, Playa del Carmen, Huatulco, Mazatlán, Los Cabos, Vallarta y Manzanillo.
El país perdió visitantes en fechas clave como la Semana Santa, cuando llegan cientos de jóvenes estadounidenses a divertirse al país, lo que agravó el impacto económico de las personas que viven de este sector, señala el documento.
Sin embargo, el turismo médico puede ser la salvación debido a que los tratamientos llegan a ser más baratos en México que en países como Estados Unidos y Canadá. Además, la derrama que genere podría ser aprovechada para beneficiar destinos como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
Miguel Torruco, secretario de Turismo, ha mencionado que el turismo médico será uno de los segmentos con más potencial después de la pandemia.
“La industria en México del turismo médico está valorada más o menos entre los 8 y 8.8 mil millones de dólares”, menciona Fernando Tapia.
Los principales lugares de donde provienen los turistas o pacientes que llegan a tratarse a México son Nuevo México, Nevada y California, aunque también vienen de países como Canadá, Reino Unido, India y Malasia.
Iniciativas en el Congreso
Debido al difícil panorama que enfrenta el turismo en México, en el Congreso de la Unión se ha propuesto un paquete legislativo de emergencia para este rubro.
Las iniciativas fueron realizadas por el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) y el Cicotur, con el fin de iniciar una discusión a corto y mediano plazo a través de acuerdos entre los diferentes grupos parlamentarios en el país.