La universidad de los conflictos
El conflicto en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) parece un callejón sin salida. Hasta ahora, las posturas políticas, así como un cúmulo de actos jurídicos, hacen inviable el camino de los acuerdos.
Los intentos de diálogo han fracasado. Las negociaciones entre autoridades académicas y el grupo disidente parecen no tener futuro Y los conflictos se repiten una y otra vez.
Jonathan Villanueva
El conflicto en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) parece un callejón sin salida. Hasta ahora, las posturas políticas, así como un cúmulo de actos jurídicos, hacen inviable el camino de los acuerdos.
Los intentos de diálogo han fracasado. Las negociaciones entre autoridades académicas y el grupo disidente parecen no tener futuro Y los conflictos se repiten una y otra vez.
Y es que a mes y medio del inicio de la huelga en este plantel educativo de la capital del país, las exigencias de los inconformes con la rectoría de María Esther Orozco son casi imposible de cumplir.
De acuerdo con los profesores y alumnos opositores a la rectora, la confrontación con las autoridades se da desde varios frentes de forma reiterada, y tiene objetivos muy claros.
Veamos:
Tras la salida del otrora rector de la UACM en 2010, Manuel Pérez Rocha, el manejo presupuestal de la institución académica se utiliza en forma discrecional y en completa opacidad.
Así al menos lo aseguran los líderes del movimiento opositor a Orozco, quienes han solicitado de forma reiterada información a detalle del destino final de los 855 millones 29 mil 564 pesos que se le asignaron a la institución para el ejercicio 2012.
De acuerdo con las minutas de trabajo, en la que participan los miembros del segundo Consejo Universitario, no hay forma de acceder a cada uno de los capítulos del presupuesto de este año.
A la par, acusan a la rectora de intervenir en la vida interna del sindicato de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, con la única finalidad de expulsarlos de la plantilla laboral.
La forma en que las autoridades han injerido en los asuntos del personal docente y sus representantes es a través de la retención de las cuotas sindicales.
Esto se debe a que los líderes de la disidencia tienen el control del sindicato, mismo que no ha recibido las cuotas de los trabajadores.
De ello dan cuenta los académicos, quienes subieron a YouTube una serie de videos donde abordan el tema en mesas de negociaciones que datan desde enero del 2010 a la fecha.
En uno de ellos, el abogado general de la UACM, Jesús Izquierdo, acepta que se les retuvieron las cuotas sindicales, pero por un conflicto con la Comisión de Finanzas, donde se ubican los afines a la rectora.
Ahí los afectados aseguraron que la Junta de Conciliación y Arbitraje les reconoció la toma de nota que los acredita como el sindicato legal de la institución.
Sin embargo, el representante legal afirmó en esa reunión que aún así se tiene que realizar un procedimiento para desahogar las acusaciones de la Comisión de Finanzas.
De eso ya son dos años y los sindicalizados siguen sin tener acceso a las cuotas sindicales. Documentos en poder de Reporte Indigo muestran que aún no les liberan los recursos.
Acusan nepotismo
Al respecto, el ex secretario general del sindicato, Abraham Guzmán, explicó que María Esther Orozco ha actuado de manera autoritaria, y hasta ha incluido en cargos claves a sus amigos, aunque éstos desconozcan cómo opera la UACM.
Varios disidentes afirmaron a esta casa editorial que Orozco nombró en la Secretaría General de la casa de estudios a un cubano; y en la Coordinación de Difusión a su nuera Norma Huerta. Sus cercanos también se quedaron al frente de Obras, Certificaciones, Computación y hasta la Contraloría.
“En cuanto al proyecto académico, nadie lo conoce, lo único que tenemos claro es que ella trata de hacer de la UACM una institución rigurosa, para alumnos de excelencia, y la naturaleza de la universidad no es esa”.
La explicación que han dado en diversas entrevistas apunta a que la universidad es una institución que brinda oportunidad a quienes trabajan, su promedio es de seis en bachillerato o que por alguna circunstancia no pudieron ingresar a una escuela común.
“El plan de estudios va encaminado a que los dos primeros años de la licenciatura es de pura regulación, y los dos siguientes de estudios universitarios.
“Aparte, somos profesores que dan asesorías, como tutores, servimos de apoyo al grueso de la matrícula estudiantil y por esas razones no podemos ser una escuela como las demás”, aseguró un profesor que pidió el anonimato.
Las exigencias de los huelguistas también incluyen un proceso sistemático de la matrícula activa, ya que los alumnos pueden dejar de ir cuando quieran y regresar tres o cuatro años después.
Ideológicamente, la disidencia se aferra al sistema de la UACM en su creación; mientras Esther Orozco impulsa un nuevo plan de trabajo.
En entrevista con esta casa editorial, la rectora aseguró que todas las acusaciones aquí citadas forman parte de una campaña para desestabilizar y generar confusión en la opinión pública.
“Nosotros no les hemos dado el dinero de las cuotas sindicales debido a que no hay Comisión de Finanzas y ellos tienen pleitos internos, por lo que necesitamos claridad a qué cuenta se va a depositar el dinero”, dijo la rectora.
Sobre el cambio de modelo de estudios, también negó las aseveraciones de los disidentes: “Nunca hemos planteado un examen de admisión o endurecer el sistema de aprendizaje”.
Y así. Cada una de las acusaciones fueron negadas por la rectora. Incluso, sostuvo que los huelguistas son quienes están poniendo en riesgo el semestre actual.
“No sé qué esperan, ya firmamos un acuerdo y aún no liberan los planteles educativos, no quiero ni pensar qué va suceder si no nos los entregan. Yo confío en que serán prudentes”.
En tanto, la guerra de declaraciones se mantiene. En ambos grupos se registran radicales, que no ceden un centímetro para las negociaciones, de acuerdo con las declaraciones de estudiantes que solo quieren asistir a clases.
Del lado de la rectora, afín al Gobierno del DF, están: Juan Luis Ledezma, Concepción Pavía y Andrés Gutiérrez, del Consejo General de Representantes.
Y del lado opositor: Claudio Albertini, Eduardo Moches, Manuel Aguilar, Norma Mogroveja y Arturo Alcalde, este último es el asesor jurídico del sindicato.
Pero también es el esposo de Bertha Luján, ex contralora general del DF en el periodo de Andrés Manuel López Obrador, y padre de la diputada Luisa María Alcalde Luján, quien también es lideresa del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que dirige Andrés Manuel López Obrador.
En la edición del 6 de septiembre, Reporte Indigo dio a conocer que en este conflicto también están inmiscuidas las tribus perredistas.
Mientras tanto, aún no se destraba el conflicto y la Procuraduría General de Justicia continúa las indagatorias contra los disidentes.