La sociedad en segundo plano en la estrategia de seguridad
La falta de estrategia por parte de los tres niveles de gobierno en materia de seguridad ha provocado destellos de violencia que ponen en riesgo a la ciudadanía, pues las autoridades no toman en cuenta el Protocolo Nacional del uso de la Fuerza
Rubén ZermeñoDurante la jornada violenta en Ciudad Juárez, Chihuahua, la especialista en seguridad y prevención, Eunice Rendón, estuvo monitoreando a la sociedad, quienes le reportaron que tenían mucho miedo, realizaban cadenas de oración y compras de pánico. La escalada de violencia, dice, es un reflejo de que no existe una estrategia integral de seguridad para combatirla y que los planes que ha presentado el Gobierno federal cambien cada cierto tiempo sin que haya un seguimiento.
Sin necesidad de haber toque de queda, los habitantes de Ciudad Juárez, Chihuahua prefirieron no salir a las calles y permanecer en sus casas ante la ola de violencia que vive la entidad https://t.co/fOQ2qq0DOG
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) August 12, 2022
Rendón explica que lo más cercano que existe a un programa de ese calado es el de Jóvenes Construyendo el Futuro, pero con otorgarles 3 mil 500 pesos al mes a cambio de capacitación, a ese sector no lo va a alejar de las filas del crimen organizado.
“Falta estructura, hay que acompañar con programas que les den habilidades para la vida, que los puedan insertar también en lo emocional, en la identidad y en la pertenencia, eso ha faltado. El crimen organizado cada vez más echa mano de jóvenes y de niños más pequeños. Esto se da en un contexto en el que son presa fácil porque no hay algo que contrarreste al crimen en el territorio.
“Necesitamos programas de prevención para que verdaderamente pueda haber una opción distinta y realmente podamos estar compitiendo (…) Si es verdad que hay un contexto de peleas por el territorio, pero esa no puede ser una justificación porque al final siguen siendo homicidios y hubo población inocente muerta”, concluye.
Falta de coordinación en seguridad
Juan Manuel Aguilar Antonio, especialista en seguridad nacional e investigador del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE), opina que puede despertar suspicacias que los hechos delictivos de la semana pasada hayan ocurrido mayoritariamente en entidades en las que gobierna la oposición, aunque realmente lo que representa es una falta de coordinación entre los tres niveles de Gobierno.
“Hay una aplicación de una serie de operativos contra el crimen organizado por parte del Gobierno federal, pero cuando se aplican en un estado que no pertenece a la línea gubernamental no hay coordinación y pareciera ser que no hay una planificación, un análisis de riesgos, de inteligencia.
“Hay una ausencia de cooperación lo que ha llevado a esta escalada de violencia por la rivalidad y confrontación política entre el gobierno morenista y la oposición. Si me preguntaran de quién es la culpa, yo diría que de los dos, tanto del Gobierno federal como del gobierno estatal y también de los gobiernos municipales”, acusa.
En el caso de Jalisco, en el que la violencia se detonó por el intento de captura de un líder del crimen organizado, Aguilar Antonio opina que las autoridades debieron de utilizar el Protocolo Nacional del uso de la Fuerza en el que se señala que debe de existir un análisis de riesgo, se debe de utilizar la inteligencia y sobre todo tiene que haber coordinación entre los tres niveles de Gobierno.
“Hay recomendaciones en las que se señala que se deben de valorar los riesgos demográficos, climatológicos y geográficos, porque sino la población se va a ver comprometida. Por ejemplo, existen ventajas de realizar el operativo en la noche, pero en Jalisco comienza a las 14:00 horas cuando los niños salen de las escuelas y las calles están llenas de personas.
“Tampoco se analizaron los puntos geográficos para salvaguardar las comunicaciones, por eso cuando quisieron recibir más apoyo las fuerzas federales, la quema de autobuses impidieron que los apoyos pudieran llegar”.
Finalmente el especialista critica que solo hasta que detonó la violencia en dos entidades fuera cuando el gobernador Enrique Alfaro se reunió con autoridades de los otros niveles de gobierno y representantes de las Fuerzas Armadas.
“Hubiera sido más adecuado realizar esa mesa antes del operativo (…) Lo que yo veo es que conforme avance el proceso electoral del 2024 la confrontación entre Morena y la oposición va a crecer y por lo tanto la descoordinación va a ser mayor”, concluye.
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