Justo el día en que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador informó que perdonaría a los corruptos del pasado y que en su gobierno habría “borrón y cuenta nueva”, un grupo de más de 500 organizaciones no gubernamentales salieron a reprocharle la creación de la Guardia Civil Nacional y la construcción del Tren Maya en el sureste del país.
En el desplegado firmado por 544 organizaciones civiles señalaron que dicha decisión parte de una estigmatización injusta y sin sustento de la totalidad de los cuerpos policiales del país pues las insuficiencias se explican, no por su incapacidad ni por su corrupción intrínsecas, sino por la indolencia de actores políticos que las han condenado al abandono.
“Hacemos un enérgico y urgente llamado al presidente electo para detener la reforma constitucional anunciada, y optar en cambio por el desarrollo y fortalecimiento de nuestras instituciones civiles de seguridad”, concluyeron.
Además un grupo de académicos mandaron una carta al presidente electo para que evitara la construcción del Tren Maya sin previa evaluación del impacto ecológico, social, económico y cultural que implicaría la obra que abarcaría los estados de Chiapas, Quintana Roo, Yucatán Campeche y Tabasco y también el Ferroviario del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca y Veracruz.
La misiva está firmada por decenas de científicos y ambientalistas como el doctor Enrique Leff Zimermann del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM; la maestra e investigadora independiente, Cristina Barros; el doctor Luis Zambrano del Instituto de Biología de la UNAM; el Taller por la Defensa de los Territorios y del Patrimonio Biocultural, DEAS-INAH; la doctora e investigadora independiente, Patricia Colunga; y la Maestra en Ciencias e integrante de Semillas de Vida, Adelita San Vicente Tello, entre otros.
Los inconformes piden la no realización de la consulta ciudadana por ambos proyectos los días 24 y 25 de noviembre pues en los estados existen “hábitats críticos que abarcan áreas con alto valor de biodiversidad”.
“Estamos convencidos de que el verdadero desarrollo y el progreso, no pueden derivar de la destrucción de la naturaleza ni del atropello al respeto elemental de los derechos”, concluyeron.
El pasado lunes un grupo de 200 personas, representantes de 44 pueblos originarios de Yucatán, exigieron en las calles de Mérida se les consulte sobre el Tren Maya.