La sobrina incómoda

La sentencia concluye: “Al haber estudiado la responsabilidad de Nora Diana León Vergara, se le imponen como sanciones la inhabilitación temporal para desempeñar cargos o empleos en el servicio público por un término de tres años, así como multa de 325 mil 528 pesos”.

Icela Lagunas Icela Lagunas Publicado el
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$325,528
Pesos es la multa impuesta a Nora Diana León por actos irregulares
al perder esos folios
Mientras su sobrina recibe la sentencia de la Contraloría de Cuernavaca, Rufino H. León Tovar tiene en sus manos el control de la Setravi, una de las dependencias del Distrito Federal con los más altos señalamientos de corrupción
La auditoría realizada a Nora León Vergara determinó falta de control en formatos oficiales e irregularidades en la expedición de licencias de funcionamiento

La sentencia concluye: “Al haber estudiado la responsabilidad de Nora Diana León Vergara, se le imponen como sanciones la inhabilitación temporal para desempeñar cargos o empleos en el servicio público por un término de tres años, así como multa de 325 mil 528 pesos”.

Lo anterior luego de que la Contraloría Municipal de Cuernavaca, Morelos, acreditó plenamente que Nora Diana León, en su carácter de jefa de Archivo de la Dirección de Licencias de Funcionamiento de Cuernavaca, cometió actos irregulares al perder folios de licencias únicas de funcionamiento y expedir permisos para la operación de giros rojos en la entidad.

Diana León es sobrina del secretario de Transportes y Vialidad del Distrito Federal, Rufino H. León Tovar, y el caso de corrupción en el que incurrió la entonces funcionaria de Cuernavaca está documentado en el expediente 33/2012 cuya copia posee Reporte Indigo.

La sentencia es del pasado diciembre del 2012, y el escándalo que protagonizó la joven en la capital de Morelos enciende los focos rojos en torno a su familiar, Rufino H. León Tovar, quien tiene a su cargo a la Setravi, una de las dependencias del Distrito Federal con los más altos señalamientos de corrupción.

El tráfico en Setravi

Como titular de la Setravi, Rufino H. León Tovar heredó del perredista  Armando Quintero una dependencia envuelta en el escándalo por la corrupción de algunos módulos en los que se da de alta a vehículos de manera irregular, como presuntamente ocurrió con el caso de las camionetas rotuladas a nombre de Televisa, detectadas en un punto fronterizo de Nicaragua y en las que se hallaron 9.2 millones de dólares.

A poco más de siete meses de su llegada a Setravi, León Tovar no ha logrado frenar las irregularidades y actos de corrupción en la secretaría.

Hace un mes, Reporte Indigo documentó a través del artículo “Y ahora… tráfico de tarjetas”, que un grupo de empleados de la Setravi burló los candados de seguridad para ingresar información apócrifa para obtener tarjetones de taxis y microbuses.

La base de datos que contiene el padrón vehicular de la Ciudad de México fue vulnerada, pues tan solo de enero a mayo del 2013 se detectó que se ingresaron calificaciones apócrifas para obtener casi mil tarjetones para micros y 355 folios falsos para taxis.  

Los folios la persiguen 

A Nora Diana León Vergara, sobrina de Rufino H. León, le explotó en las manos un escándalo por el “extravío” de 90 tarjetones o licencias entregadas a giros rojos de Cuernavaca, Morelos.

A raíz de la auditoría CM/DF/02/2012, que practicó la Contraloría Municipal de Cuernavaca, se encontró que al revisar la papelería oficial se habían perdidos algunos folios y otros se  expidieron de manera irregular.

Por ello inició una investigación en la que León Vergara, en su carácter de jefa de Archivo de la Dirección de Licencias de Funcionamiento del Ayuntamiento, resultó responsable de haber cometido “actos irregulares”, según la auditoría, por “folios faltantes de formatos de licencia única de funcionamiento”, “falta de control en formatos oficiales” y también “irregularidades en la expedición de licencias de funcionamiento”.

La denuncia la presentó Araceli Alejandra González Verazaluce, en su calidad de contralora municipal de Cuernavaca, Morelos, y también se sometieron a investigación a los empleados de la Dirección de Licencias, dependiente de la Secretaría de Turismo y Fomento Económico: Carlos Hernández Adán, Leandro Vique Salazar y Érick Alejandro Castro Ibarra.

A lo largo de todo el proceso que se desahogó en el 2012, en aquel municipio vecino al DF, las autoridades morelenses recibieron pruebas de los acusados como presuntos responsables de la pérdida de folios, así como la emisión irregular de estos a favor de giros rojos.

En el caso de Carlos Hernández, Leandro Vique y Érick Castro, la autoridad no logró acreditar que hayan incurrido en una irregularidad en su deber de servidores públicos, en razón de que en su carácter de titulares de la Dirección de Licencias de Funcionamiento en distintos periodos, no tenían la función directa de administrar ni controlar el manejo de formatos originales de la Licencia Única de Funcionamiento.

Dicha responsabilidad recaía en el servidor público que ejercía funciones de jefe de Archivo, “como es el caso de la ciudadana Nora Diana León Vergara y en su momento Liliana Catalina Sánchez Sánchez”, su antecesora.

Dichas funcionarias recibieron los formatos de licencias únicas de funcionamiento de los años 2010 y 2011 de giro blanco, así como las licencias de giro rojo, bajo su control y resguardo, haciéndose responsables de los mismos”.

“Tal hecho se acredita plenamente con los legajos de copias certificadas exhibidos por los probables responsables Leandro Vique Salazar y Érick Alejandro Castro Ibarra, correspondientes a la relación de las licencias de funcionamiento con y sin venta de bebidas alcohólicas, que en su momento les fueron entregadas para hacer las funciones que tenían encomendadas como jefas de Archivo adscritas a la referida Dirección de Licencias de Funcionamiento de este Ayuntamiento”, refiere parte del texto de la sentencia.

El mismo documento establece que el 30 de abril del 2012, a través del memorándum STFE/DLF/0179/2012, Nora Diana León Vergara reconoció que los 90 folios faltantes detectados por el órgano de fiscalización “fueron sustraídos de dicho departamento a su cargo”.

Según estimaciones, cada uno de los 90 documentos extraviados tiene un valor de 30 mil pesos, lo que representaría una pérdida para el Municipio de aproximadamente 2 millones 700 mil pesos, que sumados a las 15 licencias emitidas de manera irregular, pudieron haberle dado a León una ganancia de 3 millones de pesos.

Luego, el entonces director de Licencias de Funcionamiento, Alberto Adán Sámano Hernández, señaló ante la Contraloría que la responsable del resguardo y control de números de folio, hologramas y formatos originales de licencia única de funcionamiento, así como el sello de la Dirección de Licencias de Funcionamiento 2009-2012 era Nora Diana León.

“Es claro que dicha responsabilidad recaía de manera directa en la servidora pública que ejercía las funciones de jefa de Archivo de la Dirección de Licencias de Funcionamiento, misma sobre la que se acredita la responsabilidad directa del deficiente manejo de los documentos oficiales, folios, formatos de licencia, hologramas y sellos con los que se expedían licencias únicas de funcionamiento de giros rojos y blancos que fueron detectadas como faltantes”.

Ya de manera particular, al desmenuzar las irregularidades cometidas por la entonces funcionaria morelense, se acreditó que ella expidió al menos 15 licencias con folios, que carecían tanto de expediente como de recibo oficial (el pago que debió ingresar a la Tesorería).

No hubo manera de acreditar que las expidió legalmente, pues no ingresó las cantidades que correspondía al pago de derechos cobrados por su emisión.

Y aunque en los folios de dichas licencias de funcionamiento aparecían firmas de los otros funcionarios investigados, se determinó que Hernández Adán, Vique Salazar y Castro  Ibarra nunca estamparon tales de su puño y letra, por lo que fueron absueltos, no así Diana León, a quien se le inhabilitó por tres años para desempeñar cargos públicos y le fijó la multa económica de 325 mil 528 pesos”.

En la polémica

Para los morelenses, Diana León no es una desconocida. En el año 2009 la joven que militaba para el PRI estatal estuvo involucrada en otro escándalo, esta vez político.

En ese año, Diana León grabó a escondidas a Enrique Iragorri Durán, coordinador de campaña del candidato del PAN, cuando este se burlaba del aspirante del PRI a la presidencia municipal de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, de no estar preparado para negociar con los narcos en caso de que ganara la elección.

León Vergara era candidata a regidora por el PRI y grabó al panista de manera clandestina para después exhibirlo públicamente ante los medios.

En Morelos pocos saben que la hidalguense tiene parientes que también hacen política. 

Ahí en la lista de familiares aparece Rufino H. León Tovar, quien ha ocupado diversos cargos públicos en el gobierno del Distrito Federal.

León Tovar estuvo en el área jurídica de la Secretaría de Seguridad Pública local cuando Marcelo Ebrard era jefe de la policía del DF,  en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

Algunos detractores de León Tovar esperan que el síndrome de las licencias irregulares de su sobrina no lo contagie ahora que él es secretario de Transportes y Vialidad.

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