La primera señal

Al respetar los resultados de la consulta ciudadana donde se determinó la cancelación del NAIM, Andrés Manuel López Obrador dejó dos cosas en claro: su gobierno hará las cosas de manera distinta y las decisiones ya no corresponderán a una élite minoritaria, un hecho que afectó financieramente al país y que podría dañar la confianza de inversionistas extranjeros y nacionales a futuro
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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La decisión está tomada. Sin embargo, la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) manda una señal con dos mensajes opuestos.

Para el gobierno electo y sus simpatizantes, el resultado de la consulta en la que participaron más de un millón de personas en todo el país y que favoreció al proyecto de Santa Lucía con el 69 por ciento de los votos representa un cambio profundo y verdadero con el que se pone fin al predominio de una minoría.

Mientras que para el sector empresarial y los mercados financieros, la medida genera incertidumbre y abre la puerta a que se ahuyenten inversiones en los próximos años

“En este momento hay una división importe de opiniones, pero desde el punto de vista financiero no es positivo que se haya realizado una consulta para decidir el futuro de un proyecto de esa magnitud”, dice Humberto Calzada, analista de mercados financieros para Rankia México y Latinoamérica.

Otro motivo de preocupación es que en el futuro se puedan someter a consulta ciudadana temas como la autonomía del Banco de México (Banxico) o una reelección presidencial.

Un análisis elaborado por el banco suizo de inversión UBS muestra que el proceso abre la puerta a que se tomen decisiones similares más adelante.

“Nuestra perspectiva sobre México sigue siendo cautelosa. Vemos la posibilidad de que un referéndum público sea aprobado como forma constitucionalmente válida de hacer cumplir los cambios en el futuro, incluyendo la posibilidad de extender los seis años presidenciales”, refiere el reporte.

Aunque los analistas ya esperaban una corrección en los indicadores, la confirmación de la cancelación del proyecto en voz del presidente electo puso a temblar al peso y a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) durante la jornada del lunes, al grado de que registraron su peor nivel desde la victoria de Donald Trump en noviembre de 2016.

La moneda mexicana borró las ganancias acumuladas en lo que va de este año al perder 3.62 por ciento o 70.10 centavos frente al dólar, que superó los 20 pesos por unidad, de acuerdo con datos de Banxico.

Analistas prevén que, de continuar con esta incertidumbre política, el billete verde podría superar la barrera de los 21 pesos por unidad hacia finales de 2018.

Tan sólo en este mes, el peso ha retrocedido más del 7 por ciento a causa de factores externos, pero presionado también por el futuro del proyecto de infraestructura.

En tanto, Índice de Precios y Cotizaciones (S&P/BMV IPC) cayó 4.2 por ciento, quedando en 43,879 unidades, su mínimo nivel desde febrero de 2016. La BMV acumula una pérdida de 12.30 por ciento en lo que va de este 2018.

Durante la sesión de ayer, el IPC rompió dos barreras: la de los 45,000 y 43,000 puntos, esto quiere decir que el índice tuvo una corrección pocas veces vista en la historia bursátil de México.

En este sentido, Calzada adelanta que el escenario negativo sería un piso de 42,700 unidades en el corto plazo, pero si el panorama empeora aún más, el IPC tocaría los 38,571 puntos en el mediano plazo.

“Si se llega a ese nivel, estaríamos hablando de un crack bursátil en México. En este momento estamos un poco lejos de que eso ocurra, pero mucho dependerá de las próximas decisiones que tome el gobierno electo”, precisa el analista de Rankia México y Latinoamérica

Es importante destacar que otros factores externos que intervienen en la ecuación son el conflicto comercial entre Estados Unidos y China por la aplicación de aranceles a diversos productos y mercancías, y la actual situación por la que atraviesan los mercados emergentes como Argentina, Brasil y Turquía.

En medio de la incertidumbre, los precios de los bonos mexicanos se debilitaron después de que se rechazó continuar con la construcción del NAIM.

La agencia calificadora Moody’s rebajó la calificación de los bonos del Nuevo Aeropuerto y los colocó en perspectiva negativa, al considerar que con la cancelación del proyecto existe un mayor riesgo de impago.

La nota de los bonos descendió dos escalones al pasar de Baa1 a Baa3, un paso antes del grado especulativo o ‘basura’.

“Durante el período de revisión, Moody’s espera tener una visión más clara sobre los planes del próximo gobierno para cancelar o enmendar la concesión existente y evaluar las implicaciones de dichos planes en el marco del presente contrato”, precisó la calificadora.

Por su parte, las acciones de Grupo Carso (GCARSOA1), propiedad del empresario Carlos Slim y que participa en la construcción del NAIM, cerraron con una pérdida de 1.69 por ciento a 58.73 pesos por título.

Rechazo generalizado

Durante la conferencia de prensa que ofreció Andrés Manuel López Obrador en compañía de integrantes de su gabinete, el político tabasqueño hizo un cuestionamiento que no agradó del todo al mercado.

“Imagínense al Estado Mexicano, un estado democrático de Derecho, supeditado a mercados financieros. ¿Quién manda? ¿No es el pueblo? ¿No son los ciudadanos? ¿No es eso la democracia? Ese es el cambio”, manifestó el presidente electo.

Al respecto, Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, considera que el peso y la BMV no reaccionaron negativamente sólo por el costo que implica la cancelación del proyecto, sino por el mensaje negativo que se está mandando.

“Los inversionistas están enojados y en los próximos días el presidente electo deberá mover sus fichas de tal manera que vuelva a ganar su confianza, porque aún no quedan claras muchas cosas sobre la cancelación del NAIM”
Jorge GordilloDirector de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco

Asimismo, el director de Análisis Económico y Bursátil adelanta que al menos hasta que AMLO asuma la presidencia el 1 de diciembre la incertidumbre no disminuirá.

Los organismos empresariales también se posicionaron al respecto. Los líderes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) reconocieron el interés de los mexicanos que participaron en la consulta pero rechazaron el resultado de la misma, pues aseguraron que no hubo claridad y transparencia en su diseño y aplicación.

En conferencia conjunta, Juan Pablo Castañón, líder del CCE, y Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex, aseguraron que la cancelación del NAIM tendrá implicaciones jurídicas y financieras con acreedores y contratistas, pero especialmente riesgos reputacionales en perjuicio de México y de futuros proyectos que requieren inversión nacional e internacional, como el Tren Maya.

El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), encargado de la obra, también dio su posicionamiento al respecto.

Federico Patiño, director general de GACM, aseguró que la construcción del NAIM se continuará hasta el 30 de noviembre y hasta esa fecha se cumplirán las obligaciones que se contrajeron con el actual Gobierno federal.

“Nosotros estaremos siendo responsables y cumpliremos todas nuestras obligaciones hasta que termine esta administración, salvo que exista una petición del gobierno electo”, expresó Patiño en un mensaje a medios de comunicación.

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