La prevención, el pendiente de protección civil

Las autoridades capitalinas deben de fortalecer y verificar el cumplimiento de las medidas y normas de protección civil para evitar más incendios como los de diciembre pasado en mercados. Ese es uno de los grandes desafíos para este 2020
David Martínez David Martínez Publicado el
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En los últimos siete años, la Ciudad de México ha sufrido incendios que evidencian los pendientes que existen en materia de protección civil y prevención de riesgos.

Algunos de los más grandes han ocurrido en el mercado de la Merced, el 27 de febrero de 2013 y el 24 de diciembre de 2019; y en el de San Cosme, el 22 de diciembre del año pasado. Siniestros que causaron pérdidas importantes para los locatarios.

En el más reciente de la Merced se quemaron mil 36 puestos, mientras que en el de San Cosme fueron consumidos 180 locales, de acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO).

Los incendios también son de las emergencias más atendidas en la capital del país.

De acuerdo con datos de la Estadística de Servicios Atendidos por el Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad, de enero a junio de 2019 se registraron 2 mil 529 incendios

Lo que representa el 9 por ciento del total de percances a los que acudieron los vulcanos de la capital durante el primer semestre de 2019 y la tercera emergencia con más incidencia en el mismo periodo por debajo de las fugas de gas.

Por ello activistas, especialistas y víctimas piden que se eviten más incendios con la mejora de los planes y protocolos de protección civil al igual que la capacitación a la población.

Atender este tipo de siniestros es uno de los retos de las autoridades del Gobierno de la Ciudad para el año 2020.

Rogelio Hernández Velázquez, locatario del Mercado de la Merced, afirma que labores de prevención de riesgos pudieron evitar pérdidas mayores en el lugar durante el último desastre.

Explica que todos los comerciantes desconocían que durante los incendios los cables de alta tensión son un riesgo.

“Yo estuve para apagar el incendio, llegué a las 10 de la noche. Lo que yo desconocía era el riesgo de morir electrocutado, porque yo no asociaba la electricidad con el fuego y que era un peligro”, menciona.

Durante el incendio del 24 de diciembre, fallecieron dos personas electrocutadas por los cables de alta tensión que colapsaron.

El comerciante apunta que las autoridades son las que deben de dar capacitación a los locatarios para que sepan qué hacer para combatir las emergencias.

“Hay muchos puntos vulnerables, por ejemplo, donde venden las piñatas, es mucho cartón, la autoridad debe de obligarlos a tener extintores”, menciona.

Acusa que la alcaldía de Venustiano Carranza no ha tomado las acciones necesarias para revisar y mantener actualizadas las medidas de protección civil dentro del mercado.

Tampoco ha puesto orden en el ambulantaje que rodea al lugar y que durante el siniestro entorpeció la entrada de los servicios de emergencia.

“Los ambulantes no tienen la culpa, es la autoridad que deja que esto se desborde, yo no soy ambulante, creo que ellos ejercen un trabajo y tienen varias aristas pero deben tener orden”, considera.

De acuerdo con el artículo 15 de la Ley de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México, revisar los programas internos de establecimientos, como el Mercado de la Merced, es facultad de la alcaldía.

La omisión, otro factor

El comandante Roberto Hernández Camarillo, jefe del Cuerpo de Bomberos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que no solo es en el mercado de la Merced, sino en toda la ciudad donde hay carencias en protección civil.

Uno de los problemas que argumenta es que no existen unidades verificadoras para que se cumplan las normas dentro de las alcaldías, organismos y en la capital en general.

Si se apegaran las autoridades a las normas nacionales, en los centros de trabajo se podrían evitar muchos riesgos
Roberto Hernández CamarilloJefe del Cuerpo de Bomberos de la UNAM

Ejemplifica que las instalaciones eléctricas durante el incendio de la Merced fueron un factor de riesgo que cobró la vida de dos personas porque no se siguió la Norma Oficial Mexicana (NOM) 001-SEDE-2012.

La NOM referida estipula que los cables eléctricos de alta tensión dentro de establecimientos tienen que estar entubados para reducir el riesgo de un incendio.

Hernández Camarillo explica que lo anterior evita que un corto circuito provoque un siniestro mayor.

“Quedaría el incendio reducido en lo que es la instalación eléctrica, es ahí donde vienen los incidentes”, declara en entrevista con Reporte índigo.

Por ello, menciona que se necesitan unidades verificadoras de que se cumplan las normas de protección civil en la sociedad.

Alcaldías deben apoyar a protección civil

Laura Freyermuth, especialista en temas de protección civil y autora del manual “Prepararnos ante el riesgo”, de la organización Ciudadanía 19S, urge a las alcaldías a que diseñen sus Atlas de Riesgo locales.

Refiere que la Ley de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, que recién entró en vigor en junio de 2019, aumenta la clasificación de riesgos y también obliga a que las alcaldías tengan unidades de revisión de los protocolos en el tema.

Sin embargo, los gobiernos locales aún no ha emprendido las revisiones ni entregado sus Atlas de Riesgos, por lo que incendios como los de la Merced y San Cosme siguen ocurriendo.

“Las alcaldías deben asumir su responsabilidad de entregar sus Atlas de Riesgo, son los más específicos que pueden haber”, declara.

Afirma que un Atlas de Riesgo no va a evitar siniestros o percances, pero sí ayudará al diseño de medidas y protocolos en caso de que sucedan.

“El Atlas no es el que te va a permitir reaccionar, es el plan de protección civil. No es lo mismo tener un mercado donde hay una fractura que en donde se inunda, son diferentes medidas a tomar”, explica.

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