Bajo el análisis político tradicional nadie entiende que la campaña de Josefina Vázquez Mota se sienta a la deriva. Los sucesivos traspiés no le dan descanso a “La Jefa”.
Pareciera como si alguien desde adentro diseñara con precisión milimétrica cada tropiezo, cada resbalón, cada desmayo, cada niña fabricada para sacudir los corazones.
Y por más que la candidata azul intente recuperar el paso, las verdaderas fuerzas que se mueven detrás de su candidatura parecen operar en otra frecuencia.
Hay quienes dentro del equipo albiazul ubican que la verdadera jugada ya no está en sacar adelante a Vázquez Mota, quien no logra repuntar como quisieran. Y aunque no pierden la fe, sienten que el milagro no está a la vuelta de la esquina.
Quizá por eso algunos generales del cuartel de guerra azul buscan una ofensiva para acercarse con el candidato del PRI. Intentan pactar desde ahora una transición en paz si las condiciones lo exigieran. Cerrar la brecha que abrió el resentimiento calderonista hacia todo lo que oliera a PRI.
Del lado azul la operación estaría encomendada a Ernesto Cordero, el candidato favorito de Calderón en la interna panista, que ahora está operando intermitentemente con Josefina.
Del lado tricolor, el contacto sería Luis Videgaray, el coordinador de la campaña de Enrique Peña Nieto, que busca a cualquier precio disminuir la resistencia que el PAN y Calderón tienen a devolverle las llaves de Los Pinos al PRI.
Cordero y Videgaray tienen un largo historial de relaciones que se fortalecieron cuando el panista era el titular de Hacienda y el priista era el coordinador de la bancada priista en San Lázaro.
Ambos eran dueños del llavero que disponía de las arcas nacionales. Uno de la caja fuerte, el otro de la chequera. Durante los últimos tres años de Calderón operaron juntos el reparto a los Estados. Se entendieron.
Y es tal vez por esa relación entre ambos que pudieron negociarse incrementos sustanciales a las participaciones federales a los Estados, muy por encima de los techos aprobados en el 2011 para el 2012.
Lo que no significa otra cosa que un “copeteo” adicional aplicable al primer semestre, que es en el que transitan los tiempos electorales que desembocan en el primero de julio.
La cifra mágica son 9 mil 415 millones de pesos adicionales a los 119 mil 478 millones programados para entregarse en el primer trimestre del 2012.
Eso es un incremento del ocho por ciento adicional al 15 por ciento que en promedio ya les habían elevado entre las participaciones federales del 2011 al 2012.
El aumento en el reparto por encima de lo programado no levantaría sospecha alguna, a no ser porque no es igual para todos.
La ordeña presupuestal es selectiva y no beneficia a todos con el ocho por ciento promedio. A algunos les dieron extras de hasta el 11 por ciento de lo programado. A otros apenas el tres por ciento.
Entre los estados priistas, el Estado de México, Coahuila, San Luis Potosí, Hidalgo, Guerrero, Veracruz y Tamaulipas se llevan las mejores rebanadas. Entre el 9 y el 11 por ciento.
Entre los panistas los grandes beneficiarios son Guanajuato y Jalisco, que se llevan entre el 8 y el 10 por ciento.
El perredista Distrito Federal es de los más castigados. Apenas le suben un 5 por ciento.
Pero sea como fuere, lo cierto es que en esta transición se dan también conversaciones en la sombra entre la portavoz presidencial Alejandra de la Sota con algunos de los personajes clave de la campaña de Peña Nieto.
Y los hombres cercanos a Cordero no dejan de presumir que van sobre el supuesto y terrible expediente tributario de Patricia Flores, la otrora poderosa vicepresidenta de Los Pinos y que trae marcaje personal de la SAT por encargo del ex secretario de Hacienda calderonista.
Max Cortázar y César Nava también buscan el tendido de puentes con los priistas, facilitando datos contra la propia campaña de la candidata panista.
Y aunque el presidente Calderón ordenó frenar de momento el traspaso de los recursos a los Estados y trata reconstruir una campaña dentro de la campaña, su conclusión –salvo milagro- es contundente.
Josefina ya no prendió y hay que empezar a cuidarse de los escenarios de poder por venir, buscando blindarse ante cada uno de ellos. Analicemos.
Ernesto Cordero: ¿El Manlio 2012?
Cuando el PRI perdió la elección presidencial del 2006 cedió al PAN por segunda vez las llaves de Los Pinos. Pero los tricolores no perdieron el poder.
La fragilidad del triunfo de Felipe Calderón frente al perredista Andrés Manuel López Obrador obligó a una alianza entre panistas y priistas. No habría otra forma de encarar el enojo de la mitad de los mexicanos que se sentían despojados en las urnas.
Una alianza que se vio reflejada en la forzada toma de posesión de Calderón, quien ante el bloqueo físico de las puertas del Congreso fue obligado a entrar por atrás. Y en apenas seis minutos, Vicente Fox cumplió con el protocolo de transferirle la banda presidencial.
Ese solo acto inauguraba la transición a un co gobierno en el que se instalaba de facto un vicepresidente en la figura del jefe de la bancada priista en la Cámara de Diputados. Su nombre: Manlio Fabio Beltrones.
Con menos encuentros y más desencuentros, los priistas se colocaron en el sexenio calderonista como un fiel de la balanza política nacional. Y el sonorense se convirtió en un aliado invaluable para el presidente Calderón.
Por eso ahora que desde Los Pinos se ve con preocupación la posibilidad de que Josefina Vázquez Mota termine siendo el Roberto Madrazo del 2012, los panistas en el poder comienzan a cincelar la figura de su propio Manlio Fabio.
Por eso Ernesto Cordero, el favorito de Felipe Calderón en la interna panista que le ganó “La Jefa”, está tejiendo desde ahora los hilos que le permitan jugar con Enrique Peña Nieto como presidente el mismo rol estratégico y de equilibrios que jugó Manlio Fabio Beltrones con Felipe Calderón.
Y para eso Ernesto Cordero tiende puentes, se vincula estrechamente con el jefe de la campaña peñista, Luis Videgaray. Son viejos conocidos.
Juntos pactaron el presupuesto nacional en 2010 y en 2011. Los años calientes, lo previos que arrancara la contienda electoral.
Gobernadores, elecciones y cash
Los gobernadores se encaminan a las elecciones del próximo 1 de julio con dinero en abundancia y con sus chequeras abiertas listas para utilizarlas durante las campañas políticas en sus estados.
Los mandatarios tienen recursos para lo que se ofrezca en estos tiempos electorales: construcción de obras públicas, compra masiva de despensas, otorgamiento de subsidios.
Como nunca, gracias a este acuerdo cupular entre la Secretaría de Hacienda y la dirigencia del PRI, los mandatarios estatales cuentan con sus bolsillos repletos de dinero justo en la víspera del proceso electoral.
Las participaciones federales que Hacienda envió en el primer trimestre a los estados no sólo superaron los montos que se entregaron por este concepto el año pasado.
Sino que además estos recursos también están por encima de las cantidades que el Gobierno federal proyectó entregar a los estados.
En el primer trimestre Hacienda ha transferido a los estados en total 128 mil millones de pesos por participaciones federales.
Esta cantidad representa un 15 por ciento más en terminos reales que lo entregado en el 2011.
Los estados han recibido del gobierno federal este año 20 mil 930 millones pesos más de participaciones en este primer trimestre que lo transferido el año pasado.
De enero a marzo, las entidades han captado 9 mil 415 millones de pesos adicionales a lo estimado en el presupuesto federal.
Son los gobiernos priistas los que han acaparado esta bolsa adicional con 5 mil 364 millones de pesos, que significa un 57 por ciento del total de los recursos adicionales.
Los estados panistas han recibido un 18 por ciento de las participaciones no programadas.
Mientras que las 3 entidades gobernadas por el PRD, han recibido un 14 por ciento de estos apoyos extraordinarios.
Estos recursos procedentes de las participaciones federales no están etiquetados a ninguna obra ni proyecto ni servicios.
Los gobernadores, pueden ejercerlos en las áreas que ellos decidan. Es cash, pues.
Sin embargo este reparto no ha sido equitativo y algunos estados han resultado los mayores beneficiados con esta distribución.
Edomex y los priistas
Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, tierra del candidato presidencial Enrique Peña Nieto, es el que ha recibido este año la mayor cantidad de las participaciones federales adicionales.
Hacienda ha canalizado en los primeros 3 meses 17 mil 079 millones de pesos a Edomex, lo que supera en un 10 por ciento el monto que se había proyectado.
Son mil 576 millones de pesos no etiquetados que los aliados de Peña Nieto pueden destinar prácticamente en lo que se les antoje durante las campañas.
El gobernador de San Luis Potosí, el priista, Fernando Toranzo, es también uno de los mayores beneficiados con el reparto de recursos federales que ha realizado Hacienda.
En los primeros 3 meses del año este estado ha recibido 2 mil 659 millones de pesos, una cifra que representa un aumento del 22 por ciento en términos reales en comparación con lo entregado en el mismo periodo del año pasado.
Esta cantidad de recursos rebasa en un 11 por ciento el monto que estaba programado a recibir en el primer trimestre el estado de San Luis Potosí.
Una situación similar registran en sus finanzas estados tricolores como Hidalgo, Tamaulipas, Campeche, entidades consideradas bastiones priistas.
Un caso especial es el de Coahuila, que en vez ser castigado por Hacienda por el escándalo del “Moreirazo”, ha sido premiado este año con una mayor cantidad de recursos.
La entidad gobernada por el priista Rubén Moreira, hermano del ex líder del PRI, Humberto Moreira, ha conseguido 271 millones de pesos adicionales por parte del gobierno federal por encima de los 2 mil 829 mil lones que estaban previstos para recibir en lo que va del año.
En estos primeros 3 meses Nuevo León, encabezado por el gobernador priista Rodrigo Medina, ha recibido casi mil millones de pesos más de participaciones federales en comparación con el año pasado y 383 millones de pesos más de lo programado en el primer trimestre.
Guanajuato y Jalisco, los consentidos del PAN
Los gobernadores del PRI no son los únicos beneficiados con esta bonanza preelectoral de recursos federales.
Los mandatarios panistas también han sacado provecho de los excedentes de recursos que ha repartido el gobierno del presidente Felipe Calderón.
Guanajuato, cuna de El Yunque, una de las organizaciones más poderosas dentro del PAN, es el estado albiazul que mejor suerte ha tenido con la distribución de los dineros federales.
En el primer trimestre del año este estado captó 5 mil 440 millones de pesos de participaciones federales, una cantidad que significa un 17 por ciento más de lo recibido el año pasado.
Este monto además está un 10 por ciento por encima de la partida que Hacienda estimó entregar a esta entidad federative en estos primeros 3 meses.
Guanjuato es encabezado ahora por el gobernador Héctor López, quien sustituyó a Juan Manuel Oliva, quien se sumó a la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota.
La misma prosperidad de recursos la está viviendo el estado de Jalisco, gobernado por el panista Emilio González, cuyas participaciones registran un incremento del 15 por ciento con respecto a las recibidas en el 2011.
Jalisco percibió en los primeros tres meses la cantidad de 609 millones de pesos de participaciones federales no programadas.
Esta cantidad, por ejemplo, casi duplica la totalidad de recursos que Nuevo León recibió por el mismo concepto en el mismo periodo.
El panista Héctor Osuna, gobernador de Baja California, es otro de los privilegiados con mayores recursos por parte de la SHCP.
Su gobierno ha recibido en este 2012 un 15 por ciento más en términos reales del monto de apoyos enviado el año pasado y un 7 por ciento más de la cantidad proyectada.
El DF, marginado
El caso de la Ciudad de México es un caso representantivo de la inequidad que se ha impuesto en este reparto de recursos adicionales que lleva a cabo la SHCP.
Mientras el Estado de México de Peña Nieto ha recibido mil 576 millones de pesos por encima de lo programado, a la Ciudad de México, gobernada por el perredista Marcelo Ebrard, apenas le han llegado 697 millones, casi lo recibido por el estado panista de Jalisco.
Es la Ciudad de México, en términos porcentuales, junto con Tabasco y Baja California Sur, las entidades que menos incrementos registran en sus presupuestos.
El Distrito Federal por participaciones federales logró14 mil 236 millones de pesos en total.
Un total que significa un 11 por ciento de incremento en comparación a lo recibido en el 2011.
El estado de Chiapas, gobernado por el perredista Juan Sabines, recibió de Hacienda 361 millones de pesos en este primer trimestre del año.
Esta cifra significa apenas un 7 por ciento de la cantidad prevista a recibir en el presupuesto federal.
El estado de Guerrero, encabezado por Ángel Aguirre, es de las entidades perredistas la que mejor librada sale en la distribución de recursos federales.
En los primeros tres meses del año Guerrero obtuvo del Gobierno federal 277 milllones de pesos por concepto de participaciones federales adicionales.
Los estados PAN-PRD
A los estados de Puebla, Sinaloa y Oaxaca, no les ha ido tan mal en la distribución de los recursos federales excedentes quizás porque son administraciones vinculadas con el PAN.
El estado de Puebla, encabezado por el gobernador Rafael Moreno, postulado en su momento por una alianza entre el PAN y PRD, ha recibido 520 millones de pesos de partidas adicionales.
Por su parte el estado de Oaxaca ha logrado un 9 por ciento más de los recursos previstos para este 2012.