La memorabilia de los debates presidenciales

Desde la implementación de los debates presidenciales, han ocurrido momentos que se han quedado en la memoria de la ciudadanía, esos hechos no tienen que ver con propuestas o el intercambio de acusaciones, más bien con ocurrencias y episodios chuscos
Imelda García Imelda García Publicado el
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Los debates presidenciales siempre despiertan expectativas no solo por el contraste de propuestas y ataques entre candidatos, sino porque en ellos suceden situaciones que después se convierten en parte de la memorabilia de las campañas políticas.

Ni las promesas, ni los compromisos, ni las propuestas son las que se quedan en la memoria pública después de un debate.

Son las frases, los enfrentamientos o las situaciones chuscas las que se quedan para la historia.

Para el Proceso Electoral 2017- 2018, que culmina con la elección del próximo 1 de julio, se han pactado tres debates presidenciales, mismos que seguramente darán de qué hablar por las intervenciones de la candidata y los candidatos que conforman la contienda.

De los candidatos a la Presidencia el único que ya ha estado en otras dos elecciones para el mismo cargo es Andrés Manuel López Obrador, abanderado de Morena, y quien ya reúne algunos episodios memorables en debates pasados, previos a los comicios del 2006 y del 2012.

En esta ocasión, además de López Obrador, los debates serán integrados por los candidatos José Antonio Meade (PRI), Ricardo Anaya (PAN) y Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, por la vía independiente.

1994

El primero

El de la elección de 1994 fue el primer debate presidencial en la historia del país. Los candidatos participantes fueron Ernesto Zedillo (PRI), Diego Fernández de Cevallos (PAN) y Cuauhtémoc Cárdenas (PRD).

En la elección de ese año, Diego Fernández de Cevallos era el candidato más popular; sin embargo, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, que era el abanderado del PRI, catapultó a Ernesto Zedillo como nuevo candidato y el tricolor triunfó en las elecciones.

En el evento, Fernández de Cevallos tundió a sus contrincantes y se llevó el debate.

“Si tenemos que creerle los mexicanos a usted que es una opción democrática, tendríamos que creerle a (Mario) Aburto que es pacifista”, le dijo a Cárdenas.

“Sabemos que usted ha sido un buen chico con altas calificaciones, pero en democracia creemos que sinceramente no aprueba”, le soltó a Zedillo.

La moderadora del primer debate presidencial fue la periodista Mayte Noriega.

2000

Las frases memorables

Para la elección del año 2000, la primera en que el PRI perdió la Presidencia, se organizaron dos debates que dejaron algunas frases que quedaron para la historia.

Los principales candidatos presidenciales eran Vicente Fox (PAN), Francisco Labastida (PRI) y Cuauhtémoc Cárdenas (PRD).

El carácter dicharachero de Fox hizo que durante toda la campaña fueran comunes los dimes y diretes de él hacia los otros candidatos.

Un primer debate pasó sin pena ni gloria entre los candidatos. Vicente Fox quiso que se realizara un segundo encuentro y acordaron reunirse para ultimar detalles, en la casa de Cárdenas.

Una vez reunidos, Fox pidió que ahí, en ese momento, se llevara a cabo el debate ante los medios de comunicación que se encontraban presentes.

Cárdenas y Labastida pidieron que se hiciera unos días después; Fox, en cambio pidió: “Hoy”.

“Vamos el viernes, levantamos la sesión y los detalles que falten los vemos con los representantes”, reviró Cárdenas. Fox insistió: “Hoy”.

“¿Vas al debate el viernes?”, le preguntó Cárdenas.

“Yo espero que sea hoy. Hoy, hoy, hoy”, espetó Fox.

La frase de Fox en el día de la reunión se convirtió después en uno de sus lemas de campaña.

El día del encuentro ocurrió otro momento que quedó para la historia.

Labastida se quejó, en un tono solemne, del maltrato que recibía de Fox.

“Me ha llamado chaparro, me ha dicho mariquita, me ha dicho la vestida, me ha dicho mandilón”, dijo Francisco Labastida, del PRI.

La queja tuvo el efecto contrario: las burlas hacia el priista no se hicieron esperar y aumentó la popularidad de Fox.

2006

El gran ausente

En el debate de la elección del 2006 la nota no fueron ni las propuestas ni los dichos entre los candidatos presidenciales. Lo que más se notó fue una ausencia.

Andrés Manuel López Obrador, del PRD, decidió no asistir al primer debate presidencial, a pesar de ser el puntero en todas las encuestas.

Sus principales contrincantes eran Felipe Calderón (PAN) y Roberto Madrazo (PRI).

López Obrador dijo después que su inasistencia al debate fue parte de su estrategia porque, al final, habría toda una campaña para darlo como perdedor del debate.

Sin embargo, expertos consideraron que no haber acudido al encuentro le restó popularidad.

El candidato del PRD acusaría que todo se trataba de un complot en su contra y que, al no haberse presentado al debate, lo acusaban de tener miedo a enfrentarse a sus oponentes; él insistió siempre en que se trató de una estrategia de campaña planeada desde meses atrás para evitar los ataques después del debate —que sí recibió, por no asistir.

López Obrador sí se presentó al segundo debate presidencial. Al final perdió la elección frente a Felipe Calderón, del PAN, por apenas el 0.56 por ciento de los votos.

2012

La edecán y la mirada

En el momento memorable de uno de los debates del 2012 participó no solo uno de los candidatos, sino alguien del personal de apoyo.

Se trató de la aparición de Julia Orayen, la edecán contratada por el IFE -hoy INE- para auxiliar en el encuentro, que robó las miradas con su ajustado vestido blanco de gran escote.

El problema fue que las miradas que robó no fueron solo las del público televidente, sino las de Gabriel Quadri, el candidato de Nueva Alianza, que volteó a verla en más de una ocasión.

Una de esas veces, Quadri no disimuló y dirigió la mirada al trasero de la edecán, cuando acababa de pasar frente a él.

Minutos después de que ocurrió el desliz de Quadri, el hashtag #EdecandelIFE ya era trending topic en Twitter con miles de menciones.

Julia Orayen es modelo y actriz y había posado para la revista Playboy en la edición del Bicentenario de la Independencia mexicana, emulando la figura de José María Morelos y Pavón.

El IFE, incluso, tuvo que emitir un comunicado lamentando el desacierto de producción por la vestimenta utilizada por la modelo.

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