La mano del narco en las desapariciones

La Fiscalía General de Jalisco dice tener identificado el involucramiento del crimen organizado únicamente en 227 desapariciones de las más de 2 mil que reporta oficialmente al Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), del Gobierno federal.  

Al momento en que la Fiscalía elaboró este informe solicitado por Reporte Indigo, tenía notificados en el RNPED 2 mil 167 desapariciones (hoy son 2 mil 29), así que había indicios de la mano del narco sólo en uno de cada 10 de estos hechos en el estado, según sus investigaciones.  

Llegó a estos datos por este método: 

“Personal de esta Fiscalía realizó una búsqueda exhaustiva en cada una de las indagatorias que se iniciaron con motivo del reporte de desaparición inscritas en el RNPED, ocurridas en Jalisco, donde se tiene indicios o se presume de acuerdo a dichos de terceros la participación del crimen organizado”.  

De esos 227 casos de diciembre de 2006 a mayo 2015, en 14 hay víctimas femeninas, el resto son hombres. La mayoría de estas desapariciones donde se presume la intervención de una organización delictiva se dieron en el Área Metropolitana de Guadalajara: 124 o el 55 por ciento.  

El municipio de la metrópoli y todo Jalisco donde el crimen organizado ha ejecutado la mayor cantidad de estas desapariciones es Zapopan -vecino a Guadalajara- con 50 hechos.  

Una quinta parte de todas las desapariciones en el estado donde hay rastros de alguna organización criminal, ocurrió en ese municipio que estuvo seis años gobernado por el PRI (2010-2015), y hoy por el alcalde Pablo Lemus de Movimiento Ciudadano.  

El segundo lugar es de Guadalajara, con 30 desapariciones por la delincuencia organizada; seguido por Tonalá, 22; y Tlaquepaque, 16. Los otros tres municipios metropolitanos son: Tlajomulco de Zúñiga, El Salto e Ixtlahuacán de los Membrillos, con un par cada uno.  

Aunque se tiende a concebir a Tlajomulco como un municipio con una presencia criminal muy fuerte, y sitio habitual para el abandono de cuerpos, en realidad, ahí la Fiscalía investiga solo ese par de desapariciones de este tipo.  

Apenas el 13 de octubre el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, anunciaba la captura de quien fuera presuntamente el jefe de plaza en toda esta metrópoli del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Daniel Quintero, a quien vincula en secuestros y homicidios.  

Región peligro 

El quinto municipio de Jalisco con más desapariciones por la mano del narco es Atotonilco El Alto, con 11, justo en la Región Ciénega, la segunda del estado con la mayor de esta incidencia solo detrás de la Centro, que comprende a la metrópoli de Guadalajara.  

En la Ciénega suman 22 desapariciones del crimen organizado, esa zona vecina a Michoacán alberga a municipios con antecedentes sintomáticos de su condición: 

Ahí está La Barca, donde la Procuraduría General de la República halló, entre noviembre de 2013 y enero de 2014, 37 fosas con 75 cuerpos; u Ocotlán, donde el CJNG emboscó y asesinó a cinco policías federales el 19 de marzo.  

El pasado 10 de octubre la Fiscalía capturó ahí, en Atotonilco, a quien fuera presuntamente el jefe de plaza del CJNG en toda la Ciénega, César Hernández, lo señaló detrás de asesinatos y “levantones”.  
De los municipios de la Ciénega con desapariciones del narco están, además de Atotonilco, La Barca, con cinco; Poncitlán, cuatro; y Degollado y Ocotlán, uno cada uno.  

La tercera región con más personas desaparecidas en estas circunstancias es Sierra de Amula, con 16, considerada el bastión del CJNG pues comprende a El Grullo, donde se ha presumido la presencia de su líder, Nemesio Oseguera “El Mencho”.  

Sierra de Amula y Costa Sur son las dos regiones donde se concentraron los efectivos federales de la Operación Jalisco.  

Entre levantones

Los grupos delictivos han adecuado sus estructuras para cometer estas desapariciones o “levantones”, como un método violento para hacer prevalecer sus intereses, imponerse a sus rivales o resolver sus conflictos.  

Entre 2010 y 2012 la Fiscalía detuvo a 12 integrantes de cárteles que tenían como función específica la de “alinear” o someter a las personas que se habían vuelto un obstáculo: tres del Cártel del Milenio, tres de La Resistencia y seis del CJNG.  

A otro par de miembros del CJNG detenidos (uno en 2013, otro en 2015) se les pagaba para “levantar” personas, pero hay más funciones en la jerarquía criminal que también pueden dejar desaparecidos a su paso: 

Tan sólo entre 2007 y 2015 fueron identificados en Jalisco 232 sicarios  y 22 jefes que coordinaban estas y otras tareas (131 sicarios y 13 jefes eran del CJNG), hoy detenidos o abatidos.  

Hasta ahora son 51 los municipios del estado (41 por ciento) donde se han detectado una o más de estas desapariciones del narco, incluyendo las 14 mujeres del informe, de las que tres tenían sólo entre 11 y 20 años de edad, ocurridas en Autlán, Tecalitlán y Zapopan.  

Otras dos mujeres tenían entre 21 y 30 años; seis entre 31 y 40 años; dos entre 41 y 50 años y una entre 51 a 60 años. Zapopan es el municipio con más de estas féminas victimizadas, con cinco casos.  

De los hombres: 21 tenían entre 11 y 20 años; 79 entre 21 y 30 años; 63 entre 31 y 40 años; 36 entre 41 y 50 años; 12 entre 51 y 60 años; uno entre 71 y 80 años, otro sin precisar.  

El 15 de mayo la exfiscal de Derechos Humanos, Lizzeth Hernández, aseguró que los desaparecidos por el crimen organizado eran “un aproximado de 30 por ciento”, hoy este reporte confirma indicios sólo en un 10 por ciento.

Datos confusos

En este informe sobre 2 mil 167 desapariciones la Fiscalía subclasificó como desaparecidos a mil 730 (209 mujeres; mil 521 hombres); 276 como ausentes voluntarios (91 mujeres; 185 hombres) y 161 extraviados (20 mujeres; 141 hombres).  

Lo elaboró el 4 de septiembre por instrucción del Instituto de Transparencia e Información Pública, pues se negó a brindarlo inicialmente. Luego, el 14 de octubre,  ofreció una rueda de prensa sobre estas sub-categorías, aunque ampliando la danza de cifras.  

Ese día, el fiscal general, Eduardo Almaguer, no se ciñó a los casos oficiales notificados al RNPED, sino que dijo haber incluido los que son reportados solo por teléfono, así que aumentó la cifra a 2 mil 906 desapariciones.  

Sus números generaron críticas en los medios por ser confusas, pues el inicio del mensaje fue que Jalisco era el cuarto lugar nacional en desaparecidos, un dato obtenido del RNPED, para luego hablar de casi 3 mil casos, un dato distinto que suma reportes telefónicos.  

No obstante, ahí aseguró que había 196 extraviados; 400 ausentes; mil 972 desaparecidos, y otros 338 vinculados a un delito.   

La Fiscalía entiende por ausencia voluntaria la de aquellos que salen de casa dejando notas, tras discusiones o que ya se habían ido antes del hogar; por extraviados aquellos que salen sin estar en pleno uso de facultades: enfermos de males como Alzheimer u otros, incluso ancianos; 

Y por desaparecidos los casos donde no hay certeza sobre las causas del hecho.