Se debe atender de forma urgente las deficiencias que sobresalen en las fiscalías de México, ya que no se promueve una cultura de legalidad y por ende no se respetan los lugares donde ocurre un delito. Foto: Especial

La manipulación de la escena del crimen y sus secuelas

La falta de capacitación de las autoridades y la corrupción en los Ministerios Públicos y Fiscalías ha propiciado que los cuerpos de seguridad 'contaminen' los sitios en los que se cometen delitos, lo que a la postre entorpece las investigaciones en curso y dificulta el acceso a la justicia

La contaminación de las escenas del crimen en México se ha vuelto una práctica permanente por las autoridades de los tres niveles de gobierno, lo que ha generado carpetas de investigación mal armadas y que las víctimas difícilmente accedan a la justicia por estas irregularidades. En otros casos, se modifican los sitios en los que se cometen delitos para ocultar evidencia o eliminarla.

Este problema se debe principalmente a la falta de capacitación y adiestramiento de los cuerpos de seguridad pública, quienes arriban a los sitios donde se comete un ilícito y manipulan la escena del crimen sin conocimiento alguno.

La falta de pericia de los uniformados para resguardar estos lugares termina por impactar negativamente a las investigaciones posteriores que se realizan, pues se carece de pruebas contundentes para determinar a los responsables.

Francisco Javier Hernández Salcedo, presidente de la fundación Lex Pro Humanitas declaró a Reporte Índigo que el problema de las escenas del crimen corresponde a diversas aristas del sector público y que la falta de recursos públicos y protocolos en los cuerpos de seguridad de todos los niveles ha generado que se manipulen las “cadenas de custodia” sin que existan sanciones por ello.

“Hemos encontrado que hay una alteración, manipulación y modificación constante en los lugares donde se comete un crimen; esto se debe a un completo desconocimiento de quienes llegan a resguardar el sitio. Lo más graves es que los policías no cuentan insumos, tampoco reciben capacitación y, por supuesto, esto abona a situaciones de corrupción”, dijo Francisco Hernández.

Un problema que se arrastra desde administraciones anteriores y el cual se ha profundizado mayoritariamente en los municipios del país, los cuales cuentan con menos recursos para capacitar a sus policías y robustecer sus equipos forenses, los cuales además padecen de sobrecarga laboral y salarios ínfimos.

Por ello, el también representante legal del caso Octavio Ocaña — actor que murió en el Estado de México tras huir de un operativo con policías municipales—, precisó que se debe atender de forma urgente las deficiencias que sobresalen en las fiscalías de México, ya que no se promueve una cultura de legalidad y por ende no se respetan los lugares donde ocurre un delito. “Es una práctica normalizada entre los cuerpos de seguridad, aunque ilegal”.

Por ejemplo, en una escena del crimen los primeros en llegar son los miembros de la policía preventiva o municipal, quienes son previamente informados de un delito. En la teoría se debe acordonar el sitio para resguardar la zona y evitar que cualquier persona ajena se acerque. Sin embargo, se ha documentado que los cuerpos de seguridad llegan a remover incluso casquillos de balas y otros elementos que son de suma importancia para determinar la causa de los hechos.

A ello se le suma que antes de que lleguen los primeros respondientes, es decir, el equipo forense, periodistas y ciudadanos también contaminan la escena del crimen. Es así que cuando se realizan las investigaciones correspondientes no se cuenta con las pruebas necesarias para fincar responsabilidades. Situación que se replica en todo el país.

Fuerzas Armadas también en la mira

Para el abogado de la organización civil el problema también escala a las autoridades federales, ya que tampoco cuentan con protocolos de actuación.

Francisco Hernández, aseguró que la Guardia Nacional ha sido fuertemente criticada por investigadores del sistema judicial y organizaciones defensoras de derechos humanos por modificar estas zonas de resguardo.

“La Guardia Nacional es experta en arruinar la escena del crimen; no sabe cómo actuar. En términos generales las Fuerzas Armadas también juegan un papel fundamental para que no se respeten estas cadenas de custodia. Hay casos mediáticos como el de Tamaulipas en la que miembros castrenses ejecutaron a varios jóvenes y modificaron la escena del asesinato de forma deliberada”, sostuvo el especialista.

De acuerdo con el Índice Global de Impunidad México 2022, que realizó la Universidad de las Américas (UDLA) precisa que 18 de las 32 entidades de la República arrojan índices alarmantes de impunidad.

Cifra negra y opacidad

Pese a las denuncias sobre la manipulación de una escena del crimen en los últimos años y los múltiples llamados de asociaciones civiles para elaborar un diagnóstico a detalle sobre este problema, en la actualidad no existen datos oficiales o investigaciones sobre este tema en específico.

Organizaciones sociales insisten en que el sistema de justicia es inoperante, prueba de ello son los culpables que se han “fabricado” en distintos sexenios por carpetas de investigación mal elaboradas en los Ministerios Públicos y fiscalías. En otros casos, el exceso de carga de trabajo, nula supervisión, falta de transparencia y rendición de cuentas, así como capacitaciones deficientes ha provocado que se encarcelen a personas “inocentes”.

Francisco Rivas, director General del Observatorio Nacional Ciudadano, aseguró en entrevista que para dimensionar lo que sucede con las escenas del crimen y las irregularidades que se cometen en los sitios donde se constituye un delito es preciso observar el desempeño de los Ministerios Públicos, los cuales, afirmó, se encuentran desbordados de trabajo.

“Es tal la gravedad que es muy común ver como se toman con las manos cartuchos de balas percutidos o armas de fuego que previamente fueron accionadas. No hay cadenas de custodia ni protocolos para salvaguardar elementos que son clave para cualquier investigación. Es más, ni siquiera se colocan plásticos cuando existe sangre”, agregó Francisco Rivas.

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