La lucha persiste, así fue la marcha del 25N
La autodenominada marcha separatista, en la que únicamente se convocó a mujeres para participar en la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, logró, como cada marcha feminista, conmover e incomodar
Karina VargasLas calles vacías y sigilosas por los cierres viales que enmarcaron la marcha de ayer en conmemoración por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, representó el silencio de miles de víctimas que día a día viven distintos tipos de violencia en sus hogares, lugares de trabajo y en cada entorno donde el maltrato es una constante.
Esa pasividad palpable, poco común en el Centro Histórico de la Ciudad de México, pero cotidiana en los espacios donde impera el machismo y la sumisión, se rompió al grito de “vivas nos queremos”, “¿por qué?, ¿Por qué nos asesinan? Si somos la esperanza de América Latina”, “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, y una larga lista de consignas que en su raíz tienen el hartazgo por la vulneración de los derechos humanos de las mujeres de todas las edades, así como la petición honesta de frenar el maltrato.
Avenida Juárez, Hidalgo, Eje Central Lázaro Cárdenas, Paseo de la Reforma, Plaza de la República y 5 de mayo, fueron las arterias habilitadas para el paso de manifestantes, quienes, en su mayoría, portaron algún símbolo de protesta, como pancartas, paliacates morados y verdes, imágenes de mujeres desaparecidas, tambores o banderas.
La cita fue a las 15:00 y 16:00 horas para partir desde el Monumento a la Revolución y el Ángel de la Independencia, respectivamente; al punto de esos horarios, la caminata comenzó hasta arribar al Zócalo capitalino, en donde, desde las 18:30 horas se abrió el micrófono para hacer un repaso por distintos testimonios de violencia, feminicidios e injusticia en voz de activistas y denunciantes, que continuó hasta entrada la noche.
En el camino, hubo pintas, espectaculares rotos, postes derribados, muchos cantos y discursos, uno de ellos se dio en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, antes conocida como la Glorieta de Colón, en el que madres de niñas y adolescentes asesinadas, narraron sus casos, agradecieron el apoyo de las asistentes, y hablaron por las que ya no están: “En este país no desaparecen las mujeres, nos secuestran”.
Tendedero de denuncias
Ahí, en donde antes había una estatua para reconocer la labor de Cristóbal Colón en su aventura por descubrir América, se organizó un tendedero de denuncias; el cual, a diferencia de otros ejercicios de este tipo, tiene como fin evidenciar a las instituciones que limitan el acceso a la justicia.
En los testimonios tendidos, las instancias más denunciadas fueron los Ministerios Públicos y la Fiscalía de Delitos Sexuales.
“Nos juntamos varias organizaciones para hacer este proyecto del tendedero para demostrar que no es suficiente denunciar a agresor, si no también queremos demostrar que la violencia institucional sigue al momento, desde que haces la denuncia, hasta que la mayoría de los casos ni siquiera llegan a nada”, comentó Andrea, miembro de la Red por la Igualdad de Género (REDIGE).
Dicha iniciativa, organizada por los colectivos Fem X Fem, Nosotras para ellas, Asociación por las Infancias Transgénero, Cohesión Comunitaria e Innovación Social (CCIS), Balance y Qué onda con…, parte de dos ejes: “No denuncié porque” y “Yo denuncié, pero”.
De acuerdo con la vocera de REDIGE, la primera se enfoca en saber cuáles son las razones por las que en México las mujeres no denuncian, “que son la mayoría”; y la segunda en evidenciar los diferentes tipos de violencia institucional que hay en todos los niveles.
“Desde llegar al MP, que tu juicio llegue a un magistrado, y demostrar que la mayoría de los casos en los que sí se denuncia, no acaban en nada o en que el agresor sale libre o ni siquiera procede la denuncia. Todo esto es por falta de perspectiva de género en abordar estos casos”, comentó.
Las denuncias que han recibido superan las 250, desde que se abrió la convocatoria, el día 24 de noviembre a través de las redes sociales de las organizaciones.
De este modo, la marcha del 25 de noviembre sirvió de escenario para visibilizar que la violencia contra las mujeres es un problema real y latente; además, como medio de acompañamiento y escaparate de alternativas que tienen como fin hacer realidad el lema: “No estás sola”.