La lejanía de Candelaria y la Conavim con feministas
La llegada de la jalisciense Candelaria Ochoa a la titularidad de la Conavim no se traducido en una alianza colaborativa entre esa institución y el movimiento feminista de Jalisco; existe una fractura entre ambas instancias que ya ha quedado evidenciada
Luis HerreraEl arribo de una jalisciense a la titularidad de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), como sucedió en este gobierno con Candelaria Ochoa Ávalos, no ha podido garantizar una alianza exitosa entre esa institución federal y el movimiento feminista de Jalisco.
Muy lejos de eso, la reciente solicitud que presentaron organizaciones no gubernamentales del país para que Ochoa Ávalos salga de la Conavim, evidenció la profunda fractura entre la servidora pública y los grupos feministas de Jalisco que tienen en la académica, Guadalupe Ramos Ponce, a uno de sus liderazgos más visibles y relevantes.
El 8 de octubre pasado se formalizó la solicitud ciudadana para que Ochoa Ávalos deje la titularidad de la Conavim y así se evidenció que la funcionaria federal no está en buenos términos con el movimiento feminista de Jalisco, pese a que se esperaba una articulación estrecha y activa entre ambos.
De acuerdo a lo expuesto por Ramos Ponce, los problemas con Ochoa Ávalos comenzaron casi de forma inmediata a su llegada a la Conavim, en marzo de 2019.
La primera desavenencia surgió al mes siguiente, en abril, cuando las activistas peticionarias de la Alerta de Género federal para Jalisco buscaban ser parte del Grupo Interinstitucional de seguimiento a dicho instrumento, sin embargo, lo que encontraron de parte de la comisionada fue rechazo y desinterés, según lo narrado
“Agotamos los mecanismos de diálogo previo, es decir, la buscamos de manera vía telefónica, de muchas maneras. Su respuesta fue que nos podía dar una cita el 9 de mayo, cuando la instalación del Grupo Interinstitucional era en abril, entonces evidentemente nos quería fuera del proceso, nos daba una cita cuando ya había pasado el proceso”, dijo ese día la académica y activista.
Ante esta postura de la comisionada, Ramos Ponce reveló que tuvieron que acudir a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y a la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman Zylbermann, a quienes dirigieron una carta el 3 de abril.
“Les hacemos conocimiento de esta situación que está pasando con la comisionada, de la poca disposición de ella para entablar un diálogo y de la urgente necesidad de que se nos permita una audiencia con ella para que se pudiera establecer un mecanismo de diálogo y de seguimiento y de integración de las peticionarias al Grupo de seguimiento de la Alerta en Jalisco”, escribieron.
Relatoría de diferendos con la Conavim
Los problemas con Ochoa Ávalos continuaron el 10 de abril, día en que se instaló el Grupo Interinstitucional de seguimiento a la Alerta de Género.
De acuerdo con Ramos Ponce, la funcionaria pidió al Gobierno de Jalisco que decidiera si ellas integraban parte del grupo.
El Gobierno estatal accedió a que se integraran las peticionarias al mecanismo de la Alerta, sin embargo, ese mismo día hubo otro diferendo con Ochoa Ávalos.
“Ya en el momento de la instalación ella no nos convoca (…) entonces el gobernador tuvo que salir a convocarnos, a llamarnos a nosotras para tomarnos la protesta de estar ahí”, dijo la académica.
Las desavenencias con la comisionada han continuado, pues según la denunciante, se ha negado a convocar a las peticionarias de la Alerta a las reuniones de trabajo.
“Dijo que como el gobernador es el que había admitido que estuviéramos nosotros, ella no nos iba a convocar, que quien nos tendría que convocar siempre era el gobernador”.
El 21 de mayo le dirigieron una carta a la comisionada jalisciense donde le insistieron en que las notificara de las reuniones de seguimiento de la alerta, pero ella reiteró que no lo iba a hacer porque el Gobierno estatal fue quien las había admitido.
Aquel 8 de octubre Ramos Ponce terminó por lamentar el tipo de relación que se ha constituido entre la comisionada y las feministas de Jalisco.
Sin aliados
Al comienzo de este año 2019, el movimiento feminista de Jalisco entró en una confrontación directa con el gobierno de Enrique Alfaro Ramírez, debido a que este pretendía extinguir el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) sin suplirlo con alguna dependencia que reuniera las características propias de un mecanismo para las mujeres.
En ese desacuerdo, Ochoa Ávalos, cuando aún no era nombrada titular de la Conavim, fungió como una aliada de las organizaciones feministas que finalmente lograron que el Gobierno estatal corrigiera su error, pero esa mancuerna se diluyó al poco tiempo.
El paso que dio la comisionada, y que habría sido clave para que ahora se pida su destitución por grupos feministas de todo el país, fue su decisión de combatir la emisión de una Alerta de Género para la Ciudad de México.
“La promoción de un recurso de revisión contra el amparo concedido el pasado 13 de septiembre a las organizaciones de la sociedad civil peticionarias de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género (AVG) para la CDMX, por el Juzgado Tercero de Distrito en materia Administrativa”, según comunicaron las ONG.