La Jefa, a pesar de su equipo

Que cualquier persona que lo requiera pueda ser atendido de urgencia en cualquier clínica pública en el país, es una propuesta impecable.

También ampliar hasta el último rincón la cobertura médica y que siempre haya el abasto suficiente de medicamentos.

El problema es cómo ganar las elecciones con un equipo tan ineficaz…

Raúl Tortolero Raúl Tortolero Publicado el
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Hoy la brega de eternidad tiene cara de mujer. El viejo partido fundado en 1939, en eterna oposición al PRI, ha puesto sus esperanzas en algo realmente diferente: ella no se parece a los patriarcas del PAN, porque es una mujer.

Que cualquier persona que lo requiera pueda ser atendido de urgencia en cualquier clínica pública en el país, es una propuesta impecable.

También ampliar hasta el último rincón la cobertura médica y que siempre haya el abasto suficiente de medicamentos.

El problema es cómo ganar las elecciones con un equipo tan ineficaz…

Hoy la brega de eternidad tiene cara de mujer. El viejo partido fundado en 1939, en eterna oposición al PRI, ha puesto sus esperanzas en algo realmente diferente: ella no se parece a los patriarcas del PAN, porque es una mujer.

Aquellos liberales –si bien de derecha- de los años mozos panistas, o los beatos wannabe católicos –que cómo abundan- y los grandes santones de la democracia –como Maquío Clouthier y Luis H. Álvarez, que escasean-, todos en su momento hubieran quedado sorprendidos.

Nunca imaginaron que una madre  de familia, de origen ciudadano, con una evidente súper positiva imagen de sí misma, con una automotivación a prueba de balas, y con voluntad indeclinable, iba a encabezar la madre de todas las batallas sexenales en el 2012.

Y luego de una veda de intercampañas en que Josefina Vázquez Mota perdió el ritmo y desmayó su natural punch, tan efervescente durante la contienda interna, tan inyectado de adrenalina y emoción, en este jueves 26 por la tarde, en el mitin del Zócalo de Cuernavaca, le regresó al fin el alma al cuerpo. ¿Cómo?

La escena tiene valor simbólico: una niña delgada, morena, de largos cabellos, espontánea, se cuela al escenario donde Josefina lleva media hora exponiendo sus propuestas…

Los agentes de seguridad no alcanzaron a detener a esa morelense de unos 10 años… ¿Y qué hace Josefina? ¿Se molesta, se ofende? Claro que no. Si tiene algo positivo, es inteligencia emocional.

Acoge a la niña con mano maternal. La niña abraza a Josefina con ambos brazos, a la cintura, pegando su cabeza al pecho de la candidata, y lo hace con verdadero amor y entrega, como si en ello le fuera el destino a México, como si estuviera intentando por última vez no dejar ir la salvación del país, apartándolo del mal, de las mafias, de los gángsters.

Josefina, con todo y niña, siempre protegiéndola con mano cariñosa, continúa con su discurso. Habla de pactos con la ciudadanía. Con los hombres, para que tengan oportunidades y mayores ingresos. Con las mujeres, para que logren su desarrollo. Con los niños, por su educación, por su integridad. Interesante imagen. De oro.

Es el regreso de Josefina. She´s back. She´s the boss. Se huele un poco de la añeja euforia, unos gramos de éxtasis.

Recibe, hospeda a la niña, pero sigue adelante. No se detiene. Esto parece simple, pero no: muestra cómo una mujer que triunfa, lo hace con todo y los hijos que le nacen, con todo y los obstáculos que irrumpen, y llega a donde debe llegar, a pesar de todo.

Usa en esta tarde un escapulario en la muñeca derecha, de la Virgen de Guadalupe y de San Judas. Sus pantorrillas van acribilladas  de piquetes de mosco.

Atrás de ella está el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, y su esposa Mayela, la jefa de la red familia de la campaña. El candidato a gobernador Adrián Rivera, y algunos candidatos locales. El resto es el no muy eficiente staff de Josefina.

Abajo regalan paraguas, playeras, agua, globos y un grupo de mujeres indígenas se inconforma porque les prometieron, si iban al mitin, pisos firmes o pies de casa. Pero no les dan nada. Hay fotos de esto.

Porque Josefina sí que es diferente: diferente de su equipo… a ella sí le rueda el molino. Y como dijo alguien de su campaña, si llega a ganar, será a pesar de su equipo.

La Jefa se ha rodeado sin duda de buenos hombres y mujeres. Buenos panistas.

Democráticos. Ok. Sólo que no tienen idea de cómo se hace una campaña. No tienen experiencia.

¿Un ejemplo? Horas antes de la escena de la niña cariñosa y la Jose echada para adelante en un Zócalo con unas cuatro mil personas, hubo una comida con los candidatos en Cuernavaca.
Ya estaban en el plato fuerte los comensales, incluyendo a La Jefa y su esposo Sergio Ocampo, y ahí, alguien de “logística”, buscaba desesperadamente un podio para que su jefa tomara la palabra. No había tal. Sus múltiples “avanzadas” no habían sido capaces de prever algo tan simple como necesario.

Esto no es lo único… ¿Es la prensa estratégica para ganar una campaña, o no? Bueno, entonces por qué empoderan a personas de malos modos, sin manejo del estrés, para que conduzcan a los reporteros a los eventos de las giras.

Hay muchachos con cero capacitación. Nunca han escrito una nota. No previeron que los dos “Pinabuses”, tenían que contar al menos con enchufes y con WI-FI. Si no, la pila se descarga, tanto del celular como de la laptop y nadie puede mandar nota a ningún lado. No llevan un mapa, no saben llegar a los eventos y la llamada “fuente” que cubre la campaña llega hasta 40 minutos tarde. Absurdo.

Y hay casos especiales de estos facilitadores -que por cierto jamás recibirían un Nobel de la prudencia – que son chivos en cristalería.

Y mientras, los mismos reporteros comentan que en el equipo de Enrique Peña Nieto, las cosas salen perfectas. Hay alguien, en el equipo de los rojos, que sí sabe hacer campañas. ¿Por qué?

Porque piensan cada evento con lógica de productor de televisión: en el acto en vivo habrá, si mucho, algunos miles de personas, pero en la tele lo verán millones.

Entonces hay que tomar en cuenta la luz, la imagen, el orden, la disciplina, el mensaje, los contenidos, las propuestas, todo.

Esta gente que está dejando sola a Josefina no tiene vergüenza. Y esto la gente lo nota.

Por ejemplo,  Norma Téllez, una ciudadana morelense, le recrimina a Josefina el desánimo en la campaña… Pareciera que ya ganó Peña Nieto, dice, que ya no tiene caso hacer nada…

Quiere saber cuál es la estrategia para abatir la propaganda del PRI… Josefina contesta que hace 6 años se vivieron escenas similares. “Tengo absoluta fe en la victoria”, remata.

La gira del jueves fue en Morelos y la del viernes en Guerrero, en Taxco y en Acapulco. Los dos autobuses josefinos salen demorados del DF el jueves en la mañana, rumbo a Cuernavaca.

A alguien del staff se le ocurre perder media hora para ir a recoger a domicilio a algún reportero. El primer evento es en el barrio de Analco, en la capital de Morelos. Estaba programado a las 12 horas. Ya son las 12:15 y aún no llegamos. Sabemos que Josefina ya empezó a hablar.

Otros medios que se fueron por su cuenta ya están ahí. No es poca cosa que 30 medios nacionales no lleguen al evento para el que fueron invitados. Estamos perdidos. No encontramos el lugar del evento. Los autobuses no tienen GPS, ni nada parecido.

-“No puedo creer que no sepan llevarnos a los eventos, esto me encabrona”, dice una reportera.

El staff de La Jefa está enviando por mail diario un mensaje. El del jueves fue sobre “salud” y viene por escrito y en audio. Tal vez por eso no le dan importancia a que lleguemos a tiempo.

Al fin llegamos. Son 12:40. Hay unas 350 personas. Es el formato que denominan “hall”, o sea una suerte de talk show, en donde se escogen por tómbola preguntas escritas de una pecera, al azar.

La candidata resalta el papel solidario de la mujer ante las adicciones. Viene vestida con un traje sastre blanco, con una mascada azul con naranja. El pelo se lo ha aclarado y ahora es realmente dorado.

“Vamos a poner líneas 01 800 para ayudar a los jóvenes contra las adicciones”. “Voy a enfrentar al crimen organizado con todo el poder de la ley y del Estado”. Aplausos.

Su discurso es parte planeado y parte improvisado. Tiene contenido de sensibilidad social. No usa teleprompter, sólo unas hojas para guiarse, pero improvisa mucho. Pone ejemplos concretos, de familias que han superado problemas. Siempre en la lógica de la motivación profunda.

Está aquí Luz Gabriela Cadena, madre de un joven asesinado junto con el hijo de Sicilia. Ella ahora atiende a las víctimas de la violencia dentro de la campaña de Jose.

Me dice que está orgullosa de poder escuchar y ayudar a otros que pasaron lo que ella, y que sólo a Josefina le ha interesado brindar este apoyo tan indispensable. Es eso también es una campaña diferente.

“Quiero las reformas que México necesita”. “No sé si han visto el spot donde digo que a cada niño que nazca se le abrirá un fondo de ahorro para que pueda seguir estudiando”. “Abriré 2500 bachilleratos entre 2012-2018”.

Entre la gente que la escuchaba estaba Adrián Rivera, el candidato a gobernador de Morelos por el PAN. Me dice que la prioridad que exigen los morelenses es justo la que detectó

Josefina: acabar con la delincuencia, para lo cual echaría mano de una mayor participación del Ejército y la Marina, mientras que prepara con estándares más altos de calidad a las policías.
Se comprometió, en un afán de transparencia, a hacerse un examen toxicológico en esta semana, e invitó a sus homólogos de otros partidos a hacer lo propio.

También estuvieron presentes Mayela Alemán de Adame, esposa del gobernador Marco Antonio Adame, y jefa de la red familia de la campaña de Josefina. Y Luz Gabriela Cadena, coordinadora de atención de víctimas, quien nos dijo que estaba muy contenta de haber sido invitada a escuchar a quienes han sufrido, y que eso sólo lo ha hecho Josefina, porque en otras campañas no hay interés en este sensible tema.

Amanecemos el viernes 27 en Taxco, Guerrero. Hay un encuentro “ciudadano”. La mayoría son panistas. Les encanta el evento, con formato “talk show” de nuevo. Regalan a la prensa llaveritos y cadenitas.

De ahí, los Pinabuses se dirigirían a Acapulco. Salimos a las 12, llegaríamos a las 3 de la tarde. Pero los genios de la logística de nuevo no cuentan con un GPS o un mapa, y simplemente acaban cerca de Cuernavaca. Exravían el rumbo 200 kilómetros, dos horas de curvas. Hay vómito, hay rostros lívidos. Otros se carcajean de tanta incompetencia. La prensa está furiosa. Y además, con hambre.

Al fin llegamos a Acapulco hasta las 5 de la tarde… La escena se llamó: “Pobre pool de prensa perdida”… y en Twitter #Mepierdocomojosefina.

Todos los días hay problemas serios que le echan a perder el pastel a La Jefa. Su equipo es su mejor enemigo. Es una gran mujer, de lucha, pero la han abandonado.

Unos se van a España, otros regresan al Senado. Pero decenas más, simplemente no saben ni lo que hacen. O ya tienen asegurado un escaño y les da hueva moverse. Qué poca madre.

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