La Izquierda va derecho

Los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Movimiento Ciudadano ya formalizaron la constitución del Frente Progresista Parlamentario.

Su apuesta de construir acuerdos comunes tiene como objetivo influir “en la determinación de los temas de mayor trascendencia política, económica y social para el país”.

Desde el Senado de la República las izquierdas informaron que, durante el periodo 2012-2018, promoverán una agenda legislativa que engloba ocho ejes centrales. 

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Para las izquierdas, este proceso electoral reconfirmó que en México el régimen político está agotado

Los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Movimiento Ciudadano ya formalizaron la constitución del Frente Progresista Parlamentario.

Su apuesta de construir acuerdos comunes tiene como objetivo influir “en la determinación de los temas de mayor trascendencia política, económica y social para el país”.

Desde el Senado de la República las izquierdas informaron que, durante el periodo 2012-2018, promoverán una agenda legislativa que engloba ocho ejes centrales. 

El primero alude a la “rendición de cuentas, transparencia y combate a la corrupción”; se refiere a impulsar reformas que fortalezcan a la Auditoría Superior de la Federación y a las entidades locales de fiscalización.

Consideran indispensable dotar de autonomía constitucional a tres organismos estratégicos para el país como son el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos, la Comisión Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia. 

El segundo eje en la ageda se aboca a la “nueva economía, desarrollo sustentable y soberanía energética”. 

Para cristalizar un nuevo federalismo se pretende robustecer las haciendas públicas locales en la recaudación, distribución y transparencia de recursos; la eficiencia del gasto bajo y la normatividad del endeudamiento de las entidades federativas y municipales considerando el principio de responsabilidad fiscal.

Aquí se destaca un punto clave, bandera de las izquierdas. Si bien reconocen la necesidad de fortalecer la autonomía de las empresas del sector energético para reactivarlo como “palanca del desarrollo nacional”, se subraya además la importancia de presevar “la exclusividad constitucional de la nación para llevar a cabo la explotación de los hidrocarburos”. 

En el acuerdo firmado por coordinadores parlamentarios del PRD y el PT, respectivamente, así como por la senadora Layda Sansores, de Movimiento Ciudadano, se incluyen otras iniciativas. 

Las mismas aluden a las libertades y transversalización de los derechos humanos en el marco jurídico, la seguridad, procuración e impartición de justicia y la conformación de un nuevo régimen político. 

En este punto se enfatiza que, dados los desafíos contemporáneos que enfrenta el país, no hay que conformarse con promover misceláneas o paquetes legislativos “que preservan privilegios, niegan derechos humanos y alientan inequidades sociales”.

Los otros ejes temáticos que el Frente Progresista Parlamentario promoverá toca materias relativas al estado social y democrático de derecho; la educación, ciencia y tecnología para el desarrollo y la nueva relación de México con el mundo.

La opción contra el neoliberalismo

Este 4 de septiembre los legisladores de la Izquierda reconocieron que 16 millones de mexicanos les dieron su voto. Que no pueden echar por la borda el interés de este grupo de electores y que buscan representarlo “de forma eficaz”.

“Tenemos un mandato claro que fue el resultado del valioso trabajo y el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador… somos la oposición claramente a la profundización del movimiento neoliberal en este país”, afirmó Manuel Bartlett.

Las izquierdas adujeron que este proceso electoral reconfirmó que en México el régimen político está agotado, que el modelo económico no da para más y determina la “violencia estructural de discriminación, marginación, exclusión social, pobreza”, determinado por el control de los poderes fácticos. 

Por ello, dijo Miguel Barbosa, “vamos a mantener una actividad muy intensa para influir en todas las reformas estructurales, en la reforma al régimen político, en la reforma hacendaria, en tener una política de Estado en materia de seguridad pública, en una reforma laboral, en todo el conjunto de reformas de las que se han catalogado en especial en la reforma a medios de comunicación”.

Las tentaciones de una regresión autoritaria están en la puerta, argumentaron. A éstas se engarzan los “abusos de poder, corrupción y negación de derechos civiles y políticos”. 

De ahí querer “atender los problemas prioritarios de nuestro país en un momento crítico en donde el tejido social de la nación está vulnerado”, precisó Layda Sansores.

El interés de las izquierdas de establecer consensos con otros actores sociales para sacar adelante las reformas que proponen se ha hecho manifiesto. Por ahora, en el discurso, presumen las bondades que tendrá el hecho de mantenerse unidas en un frente parlamentario.

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