La invasión de cemento

Además de devastación a su flora y fauna e incendios forestales, el Río Santa Catarina ha soportado una invasión lenta pero constante a su cauce: la instalación de varias toneladas de concreto que ponen en peligro este sistema ambiental
Jesús Padilla Jesús Padilla Publicado el
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A lo largo de los años, el Río Santa Catarina ha sido objeto de una invasión “hormiga” de cemento en su cauce, lo que constituye una maniobra de destrucción del único desfogue de agua para evitar inundaciones en la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM).

En un recorrido por este río Reporte Índigo confirmó la presencia de columnas de concreto en este lecho, que ofrece un sinfín de servicios ambientales a los neoleoneses.

Una incursión silenciosa, perfectamente planeada, la cual ha modificado poco a poco el cauce natural, lo que además, afecta gravemente al manto freático.

El Río Santa Catarina, que posee una longitud de 158 kilómetros, comienza en el Cañón de la Huasteca, que baja el agua de poniente a oriente, dividiendo así a la ZMM.

A través de este río corren un total de 52 cruces viales, los cuales poseen casi 600 columnas de cemento, además del Viaducto Elevado Santa Catarina, construido sobre el lecho, lo que ha modificado el cauce hidrológico natural poniendo en riesgo a los ciudadanos del área aledaña.

Esta invasión de cemento viola el artículo 100 de la Ley de Aguas Nacionales que establece que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tiene la obligación de llevar a cabo las acciones necesarias para evitar modificar la corriente de los ríos de México.

La Conagua deberá establecer las normas o realizar las acciones necesarias para evitar que la construcción u operación de una obra altere desfavorablemente las condiciones hidráulicas de una corriente o ponga en peligro la vida de las personas y la seguridad de sus bienes o de los ecosistemas vitales, dice esta Ley.

Sin embargo, a pesar de que este artículo es claro y conciso, en Nuevo León no se respeta cabalmente, para muestra de ello se encuentra la construcción del Puente Verde para el municipio de Monterrey, en el cual se construyeron columnas sobre el cauce.

Jugando con fuego

El activista ambiental Guillermo Martínez Berlanga alertó acerca de la cantidad de cemento que hay en el Río Santa Catarina, la cual, afirmó, pone en peligro a la ciudadanía de la ZMM.

“El río lo están convirtiendo en una bomba de tiempo… están jugando con fuego, debido a las toneladas métricas de cemento que tiene. Si el río ya tiene 500 o 600 columnas en medio, más 8 kilómetros de concreto plano en el viaducto, se trata de el río de concreto”, dijo Martínez Berlanga.

Berlanga explicó que la presencia de concreto en el río aumentará la velocidad del cauce, pues mientras que con el huracán Alex el agua corrió a 45 kilómetros por hora, con estas modificaciones podría llegar a los 75 kilómetros por hora.

“Nadie ha volteado a ver el tema de cambio, mira lo que sucedió en Nueva York, lo que están diciendo los expertos, es que los tiempos de retornos cada vez se van a hacer más frecuentes y fuertes.

“Todos los fenómenos naturales serán más fuertes, que ellos le llaman el tiempo de retorno van a hacer más intenso, y pareciera que le estamos diciendo ‘ven para acá que es un terreno fértil’, aquí abatieron los acuíferos, invadieron el río, quemaron el ecosistema, van a privatizar más la Huasteca, la Huasteca ya está vendida toda”, dijo el activista.

El monumento de la invasión

El Viaducto Elevado Santa Catarina se ha convertido en el emblema de la invasión de cemento al Río Santa Catarina, debido a la construcción de columnas para sostener este paso vehicular, que es una extensión de la carretera de cuota Saltillo-Monterrey.

Reporte Índigo adelantó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reconoció que la construcción de estructuras o columnas del Viaducto Elevado Santa Catarina actúan como un obstáculo que podría causar inundaciones.

“Al respecto el Río Santa Catarina se encuentra como el principal cuerpo de agua presente en el SAR, actualmente canalizado, y atraviesa de Este a Oeste la Zona Metropolitana de Monterrey, que fue impactada por el huracán Álex.

“Muchos de los puentes que se encuentran sobre el cauce de este Río actuaron como un obstáculo contra el flujo del agua, causando inundaciones en áreas importantes de la ciudad”, se menciona en el permiso otorgado para hacer este viaducto.

No obstante, se construyó un tramo de 8 kilómetros sobre este río vivo hasta el municipio de Guadalupe. Organizaciones civiles señalaron que el desmonte en este cauce se debió a este proyecto carretero.

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