La iglesia incluyente

Santiago y Ernesto transpiran felicidad. Han anunciado, hace unos minutos, que se casarán después de 25 años de vivir en pareja y de criar, desde hace cinco, a una pequeña. 

Su felicidad no puede ser opacada ni por ese amplio sector de la Iglesia Católica en Jalisco, que aún pugna para que no lleguen al altar las uniones entre personas del mismo sexo.

“Todavía estamos decidiendo quién se pondrá el velo”, bromea Santiago. Se siente seguro de querer casarse con Ernesto. 

Jonathan Ávila Jonathan Ávila Publicado el
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“Todo este concepto de hombre y mujer, niño, dos autos, casa, es algo que tiene que ver con el desarrollo del capitalismo, que tiene que ver con los últimos 400, 500 años, nosotros tenemos que rescatar de la Biblia y la tradición, usando la ciencia, la razón y otros conceptos de lo que es una familia”
David Kalkearzobispo de la Iglesia Ecuménica México/América Latina, en Guadalajara
“Los Estados tendrán que trabajar con la forma de hacer cumplir las leyes contra la discriminación en las instituciones religiosas. La Iglesia Católica Ecuménica ha apoyado durante mucho tiempo el concepto de igualdad en el matrimonio”
posicionamiento de la Iglesia Ecuménica México/América Latina
https://www.youtube.com/watch?v=9viRe1xx_xE

Santiago y Ernesto transpiran felicidad. Han anunciado, hace unos minutos, que se casarán después de 25 años de vivir en pareja y de criar, desde hace cinco, a una pequeña. 

Su felicidad no puede ser opacada ni por ese amplio sector de la Iglesia Católica en Jalisco, que aún pugna para que no lleguen al altar las uniones entre personas del mismo sexo.

“Todavía estamos decidiendo quién se pondrá el velo”, bromea Santiago. Se siente seguro de querer casarse con Ernesto. 

Esa confianza en ambos ha sido un elemento clave que les han heredado sus familias. Tanto, como para que una sobrina que dio a luz, y no podía hacerse cargo de la menor, se las entregara para que la criaran.

Son 25 años de vida juntos. Santiago dice que siempre pensaron en casarse por la Iglesia. Hace tres meses, algunos amigos les dijeron que había una que podía unirlos ante Dios.

Tras los preparativos, la unión se llevará a cabo este domingo 16 de agosto en la llamada Iglesia Católica Ecuménica de México/América Latina, un pequeño templo ubicado en el fraccionamiento 18 de Marzo, en Guadalajara, donde el reino de Dios no discrimina a las minorías, como la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero e Intersexual (LGBTTTI).

En lo que va del año, la iglesia ecuménica que dirige David John Kalke, arzobispo primado de la misma, ha unido a una docena de parejas del mismo sexo ante los ojos de Cristo.

“Los Estados tendrán que trabajar con la forma de hacer cumplir las leyes contra la discriminación en las instituciones religiosas. La Iglesia Católica Ecuménica ha apoyado durante mucho tiempo el concepto de igualdad en el matrimonio”, es el posicionamiento de esta Iglesia en torno al matrimonio igualitario, emitido a finales de junio pasado.

Desde aquel mes hasta el martes 11 de agosto, muchas otras cosas han pasado a favor de los derechos de las personas homosexuales. 

Recientemente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó el artículo 19 de la Ley Regulatoria de Sociedades Civiles de Convivencia del Estado de Campeche, y resolvió que las parejas del mismo sexo pueden adoptar.

“¿Qué arzobispo viejo va a discriminar a un niño por decir mi padre es gay, mi madre es gay?”, se pregunta David J. Kalke, quien reconoce que no todo está ganado, pues habrá una férrea oposición de un sector de la Iglesia Católica romana para bautizar a niños adoptados por las parejas gay.

“Si viene una pareja gay con un niño y quieren bautizar no vamos a negar el bautismo, la Iglesia Católica romana sí, niega el bautismo de niños adoptados por gays, nosotros no. Ellos tienen su derecho para practicar su religión, nosotros también”, añde David Kalke en entrevista con Reporte Indigo.

La ceremonia de la Iglesia Ecuménica no dista mucho de las que cada domingo se llevan a cabo en cualquier templo de la ciudad.

Con excepción de la homilía que dirige a un promedio de unas 20 personas –en su mayoría hombres gay–, Kalke, un neoyorquino de 67 años de edad que llegó a Guadalajara hace cuatro años.

El ecumenismo, con raíces en Europa a finales del siglo 19 y principios del 20, logró consolidarse ya como un movimiento cristiano en 1948, en Amsterdam, Holanda. 

Actualmente cuenta con cerca de 348 iglesias en todo el mundo, y con cerca de 600 millones de seguidores en más de un centenar de naciones.

Las demás familias 

Para la Iglesia Ecuménica, la familia puede tener muchas formas. Su filosofía empalma con la visión de las últimas jurisprudencias de la SCJN, que garantizan derechos al matrimonio igualitario.

“Nosotros no tenemos que crear conceptos de lo que es una familia (…) no hay un concepto tradicional en la Biblia, los que lo dicen no han leído la Biblia.

“Vivimos aquí en México en un Estado laico y el Gobierno tiene el derecho de hacer lo que quiera hacer. Esta decisión de parte de la Corte Suprema, que tiene que ver con matrimonio igualitario y entiendo que también aprobó que se realizara la adopción de niños por parejas gay”, señala el religioso durante su sermón.

Para esta Iglesia la familia no debe de ser sólo entendida como un hombre y una mujer, sino que debe ser redefinida.

“Todo este concepto de hombre y mujer, niño, dos autos, casa, es algo que tiene que ver con el desarrollo del capitalismo, que tiene que ver con los últimos 400, 500 años, nosotros tenemos que rescatar de la Biblia y la tradición, usando la ciencia, la razón y otros conceptos de lo que es una familia”, agrega Kalke.

La Iglesia Católica Ecuménica se define como una comunidad de fe y no como una congregación, pues su doctrina no busca atraer a miles de creyentes ni personas que cada semana vayan a sus ceremonias, sino que lo hagan cuando así lo requieran. En Facebook, apenas si llega a los 500 seguidores.

También destaca que su visión de lo material es lo que la hace distinta de la Iglesia Católica romana.

“No vas a ver nada de oro, nada de plata, yo no recibo ningún salario de la iglesia, ningún sacerdote nuestro recibe un salario, todos tienen que tener su trabajo, es un concepto de Juan Pablo I ‘hay que tener sacerdotes trabajadores’ y los sacerdotes no pueden vivir de las ofrendas de los obreros”, explica Kalke en la entrevista.

El “no dinero” se aplica a todo. Esta Iglesia no cobra por otorgar el sacramento del matrimonio o del bautismo. De acuerdo con Kalke, éstos deben ser gratis, como en su momento Cristo los ofreció a sus seguidores. 

“No se puede discriminar a los pobres usando dinero, para excluirlos. Nuestros sacramentos son gratis: bautismos, matrimonio, primera comunión, confirmación…¡hasta la muerte no la cobramos!”, concluye. 

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